Víctimas de Bojayá conmemoran 14 años de la masacre y piden devolución de sus muertos
Los familiares también quieren que, como las Farc, tanto el Estado como los paramilitares acepten su responsabilidad en la tragedia.
Redacción Nacional
Un año más se conmemora este lunes desde que el cilindro bomba que lanzaron las Farc a la iglesia de Bellavista, en Bojayá, segara la vida de entre 79 y 119 habitantes del municipio, cifra que a día de hoy no se ha podido confirmar. Ese día, los pobladores se resguardaron en dicha iglesia para evitar ser alcanzados por las balas que cruzaban los paramilitares del Bloque Elmer Cárdenas y esa guerrilla. 14 años después del hecho, los familiares de las víctimas continúan en reuniones con la Fiscalía General y la Unidad de Víctimas, definiendo la posibilidad de que los restos mortales de sus seres queridos sean entregados de manera individual. (Vea: Bojayá después de las Farc)
Los familiares nunca han podido hacer el luto pues los cuerpos de sus seres queridos continúan en el cementerio de Bellavista Nueva de Chocó, muchos de ellos sin una plena identificación. Esto, aparte del reconocimiento de responsabilidad por parte del Estado y los paramilitares, es lo único que en este momento buscan las víctimas de uno de los ataques más atroces de la historia del conflicto armado colombiano.
Por su parte, los responsables del hecho, hace cinco meses se excusaron por lo que hicieron. Un grupo de guerrilleros, en cabeza de “Pastor Alape”, viajaron el pasado 6 de diciembre hasta el lugar de los hechos, y asumieron la responsabilidad de la masacre al tiempo que, cara a cara con los sobrevivientes, manifestaron su perdón y arrepentimiento como parte de la reconciliación que buscan hacer no solo con las poblaciones víctimas de las atrocidades cometidas, sino con los colombianos en general. (Lea: 13 años después, Farc lloran por masacre de Bojayá)
Aparte de los encuentros con la Fiscalía, los representantes del Comité de Víctimas también se han reunido en tres ocasiones con Medicina Legal y miembros de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El tema en discusión ha sido el mismo: la posibilidad de que se haga una entrega individual de los restos, fundamental para las comunidades negras en los rituales de despedida de sus muertos.
Un año más se conmemora este lunes desde que el cilindro bomba que lanzaron las Farc a la iglesia de Bellavista, en Bojayá, segara la vida de entre 79 y 119 habitantes del municipio, cifra que a día de hoy no se ha podido confirmar. Ese día, los pobladores se resguardaron en dicha iglesia para evitar ser alcanzados por las balas que cruzaban los paramilitares del Bloque Elmer Cárdenas y esa guerrilla. 14 años después del hecho, los familiares de las víctimas continúan en reuniones con la Fiscalía General y la Unidad de Víctimas, definiendo la posibilidad de que los restos mortales de sus seres queridos sean entregados de manera individual. (Vea: Bojayá después de las Farc)
Los familiares nunca han podido hacer el luto pues los cuerpos de sus seres queridos continúan en el cementerio de Bellavista Nueva de Chocó, muchos de ellos sin una plena identificación. Esto, aparte del reconocimiento de responsabilidad por parte del Estado y los paramilitares, es lo único que en este momento buscan las víctimas de uno de los ataques más atroces de la historia del conflicto armado colombiano.
Por su parte, los responsables del hecho, hace cinco meses se excusaron por lo que hicieron. Un grupo de guerrilleros, en cabeza de “Pastor Alape”, viajaron el pasado 6 de diciembre hasta el lugar de los hechos, y asumieron la responsabilidad de la masacre al tiempo que, cara a cara con los sobrevivientes, manifestaron su perdón y arrepentimiento como parte de la reconciliación que buscan hacer no solo con las poblaciones víctimas de las atrocidades cometidas, sino con los colombianos en general. (Lea: 13 años después, Farc lloran por masacre de Bojayá)
Aparte de los encuentros con la Fiscalía, los representantes del Comité de Víctimas también se han reunido en tres ocasiones con Medicina Legal y miembros de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El tema en discusión ha sido el mismo: la posibilidad de que se haga una entrega individual de los restos, fundamental para las comunidades negras en los rituales de despedida de sus muertos.