En la institución educativa Héctor Abad Gómez, ubicado en el barrio Boston de Medellín, un estudiante de noveno de bachillerato, de 15 años, atacó con un arma blanca a un compañero de curso de su misma edad, después de tener una discusión que terminó en una riña. El hecho se presentó en la tarde del miércoles, 21 de agosto.
En medio de la pelea, uno de los jóvenes resultó herido de gravedad a la altura del pecho y fue trasladado a un centro médico especializado, mientras que el otro no fue revisado en la Unidad Hospitalaria La Piloto, por heridas superficiales del rostro.
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El coronel Eddy Sánchez, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, informó que el herido más grave fue trasladado al hospital Neurológico, debido a que las heridas en el pecho comprometieron un pulmón.
Además, el capitán Jeyson Rodríguez, jefe del Grupo de Protección a la Infancia y la Adolescencia, agregó que los menores de edad serán aprehendidos por el delito de lesiones personales y dejados a disposición del sistema de responsabilidad penal para adolescentes.
Por otra parte, a comienzos de la misma semana, se registró un caso similar en el colegio Juan de la Cruz Posada, en Villa Hermosa, que se viralizó a través de un video que se difundió en redes sociales, en el que se ve como una estudiante empuja a otra y la golpea mientras está tendida en el suelo, en evidente estado de indefensión. La situación es presenciada por otras estudiantes que, en lugar de intervenir, se limitan a grabar la golpiza.
La Secretaría de Educación de Medellín emitió un comunicado rechazando este hecho y aseguraron haber activado “la ruta de atención para la protección de la estudiante agredida, con miras a la restauración de sus derechos, a través de la estrategia Escuela Entorno Protector”. De igual forma, señalaron que están en comunicación con el rector para implementar una intervención integral.
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Según la normativa de convivencia escolar, la agresión podría tener sanciones como suspensión y medidas formativas, siempre que la agresora no sea reincidente. Tras la visita de la Personería, se rechazaron las solicitudes de cancelar la matrícula escolar para ambas estudiantes. La víctima, que tiene un diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista, y la agresora, al parecer, habían tenido conflictos previamente.
El caso ha sido remitido a la comisaría de familia para hacer el restablecimiento de derechos de las menores de edad, mientras que las secretarías de Paz y Derechos Humanos están trabajando en soporte psicológico y programas educativos sobre convivencia escolar.
Un reporte reciente de PISA y del Sistema Unificado de Convivencia Escolar revela que el 23% de los estudiantes en el país sufren acoso escolar de manera regular, posicionando al país en el puesto 11 a nivel global en términos de proporción de estudiantes afectados por el matoneo.