Cuatro personas fueron capturadas y judicializadas por engañar a adultos mayores en varios municipios de Antioquia, haciéndoles creer que estaban bajo maldiciones y cobrando grandes sumas de dinero por deshacerlas. La Fiscalía presentó audios que revelan el modus operandi de los implicados, pero el juez los dejó en libertad.
La captura de los cuatro hombres presuntamente implicados en una serie de estafas a adultos mayores en varios municipios de Antioquia, entre ellos Medellín, La Ceja, La Unión, Abejorral, El Carmen de Viboral, Rionegro e Itagüí, son acusados por concierto para delinquir y estafa agravada en la modalidad de delito masa.
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Según la Fiscalía, los acusados llegaban a sus víctimas, principalmente adultos mayores, a través de un programa de esoterismo en una emisora local, propiedad de uno de los implicados. Una vez los contactaban, les cobraban grandes sumas de dinero por realizar supuestos rituales de limpieza espiritual.
En uno de los audios presentados durante la audiencia, se escucha a uno de los procesados hablando sobre cómo estructuraban el engaño: “Yo quiero hacer un programa esotérico camuflado, que la gente cuando llame se le pueda hablar de la bruja normal, decirle uno a la gente, ‘lo suyo es una fuerza negativa, a usted le han hecho un mal’. Pero eso lo vamos a manejar internamente, a través de un teléfono”.
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El grupo también enterraba cofres con objetos esotéricos en las propiedades de los afectados, para luego descubrirlos “casualmente” y así fortalecer la credibilidad de la estafa. Según las autoridades, llegaron a recoger más de $1.000 millones entre las víctimas. Una de ellas habría pagado más de $30 millones para supuestas eucaristías que se celebrarían en el Vaticano.
Los acusados son Jhoan Stiven Patiño Eusse, alias Andrés; Fabián Andrés Valencia Girón, alias Joel o el Maestro David; Diego Alejandro Vargas Ossa, alias Pepe o el Cardenal, y Germán Antonio Duque Ramírez.
Ante las acusaciones, un juez le ordenó a Fabián Andrés Valencia Girón, alias Joel, dueño de la emisora, a no transmitir mensajes relacionados con esoterismo o tratamientos curativo, mientras que el resto de sujetos fueron dejados en libertad, por lo que la Fiscalía apeló la decisión, argumentando que los hechos ameritan una medida privativa de la libertad para los acusados, dado el grave impacto de sus actos sobre las víctimas.