Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Los 74 excombatientes de las Farc y 19 familiares que vivían en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Santa Lucía, en Ituango (Antioquia) siguen pagando un calvario por culpa de la violencia.
El 3 de febrero de 2020 tuvieron que desplazarse forzosamente por las constantes amenazas que recibieron de grupos armados y por la falta de garantías estatales para protegerlos. Sobre el mes de junio se confirmó que se asentarían en Mutatá (Urabá antioqueño) y después de eso no se supo mucho más de sus actividades.
Sin embargo, este miércoles los reincorporados afirmaron que se encuentran en condiciones precarias y temen por lo que les pueda pasar a ellos y a sus familias.
Uno de ellos, Juan Quintero, aseguró que en los cambuches en los que viven no tienen acceso a agua potable y el poco líquido con el que cuentan proviene de aguas sucias o lluvias.
También le puede interesar: “Ni soy disidente ni estuve en la masacre de Samaniego”: excombatiente de Farc
Es por esto que señalan que el abandono estatal es total, a pesar de estar cumpliendo a cabalidad las etapas de su proceso de reincorporación a la vida civil.
“En este momento, las condiciones son bastante complejas, en realidad el abandono por parte del Estado es total, olvidaron que nosotros estamos aquí en Mutatá. Con el esfuerzo de cada uno, hemos hecho cambuches improvisados, el agua es sucia, de las quebradas que hay en la zona”, sostiene Quintero.
Aunque las condiciones se prestaran para que ellos regresaran a Ituango, su regreso sería más difícil de la cuenta, porque una semana después de su desplazamiento, en el ETCR fueron desmontadas las viviendas de estas personas.
Si bien el Gobierno aseguró a comienzos de agosto que se encargaría de dar solución al tema de vivienda para estas personas, lo cierto es que desde el territorio no han entablado una comunicación directa ni con Presidencia ni con organismos dentro del gabinete.