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Recientemente el barrio Laureles, ubicado en el occidente de Medellín, fue elegido como barrio más ‘cool’ del mundo, por encima de barrios reconocidos en otros países y otros con mayor resonancia en la ciudad, como El Poblado o Provenza. El reconocimiento fue hecho por la revista de arte y cultura Time Out, que lo escogió por su reflejo en la riqueza y diversidad cultural, gastronómica y de ocio.
Laureles está inspirado en un diseño francés y construido en los años 40, que hace del barrio en sí mismo un emblema cultural de la ciudad. Hoy se ha convertido en unos de los espacio recurrentes por turistas que buscan espacios de ocio en Medellín. Aquí le contamos su historia.
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La historia de Laureles
A inicios de los años 40, Medellín estaba en su proceso de expansión y lo que hoy se conoce como el occidente era un espacio baldío lleno de laureles falsos, a lo que debe su nombre actual, que anteriormente era conocido como Otra Banda. “Habían ciénagas, moscos y gente que se venía por acá cuando se robaba un gallina o una vaca”, asegura el investigador Memo Ánjel a Memoria Visual de Medellín.
Este terreno rodeaba a la Universidad Pontificia Bolivariana que había sido construida unos años antes, en 1936, donde quedaba la finca “La Palestina”. Esta construcción fue la que le dio la iniciativa a la Cooperativa de Empleados para construir un barrio para los obreros de algunas compañías textiles, que para la época estaba en auge en la ciudad.
El encargado de diseñar el barrio fue el artista y arquitecto Pedro Nel Gómez, reconocido por sus cuadros, murales y por diseñar varios sitios que hoy son patrimonio cultural. Fue en 1943 que trazó los planos inspirados en el concepto francés de “Ciudad Jardín”, creado el arquitecto franco-suizo Le Corbusier, pensado en un lugar para criar hijos. Esta construcción rompió con la herencia de la tradición española de construir calles en cuadrículas al rededor de una iglesia.
“Primero va a estar habitada por profesionales y técnicos de Medellín que salieron de barrios y tradicionales como como Boston, Prado, Buenos Aires y se van a Laureles a vivir de manera más moderna. Era un ciudad donde se iba a dar un clase educada, ilustrada e incluso más norteamericanizada, contraria al resto de la ciudad que era más españolizada y tradicional”, agrega el historiador Ánjel.
Es así como se va a considerar el mejor vividero de Medellín para entonces por representar un nuevo modelo de ciudad, por sus calles amplias, frescas, arborizadas, donde se podía caminar con seguridad por cuadras en donde no se alcanzan a ver las esquinas por su figura circular. Desde entonces, se conectó con la ya construida Universidad Pontifica Bolivariana y se ha extendido en conjunto con catorce barrios, que hoy conforman la Comuna 11, que lleva el nombre de Laureles.
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