La pandemia y la vulneración estructural de los derechos de las mujeres en Medellín
La violencia sexual, feminicidio e informalidad laboral son algunos de los aspectos en que la población femenina fue afectada de forma diferencial durante 2020. Esto aumentó la desigualdad de género según la Personería de Medellín.
La pandemia por COVID-19 ha afectado de manera particular los derechos de las mujeres y el confinamiento fue un agravante que incrementó la violencia basada en género. En 2020, por ejemplo, cada día 71 mujeres denunciaron violencia sexual en Colombia y el 77% de las agresiones se dieron en sus viviendas, según un informe de ONU Mujeres.
Las particularidades de la desigualdad de género en Medellín fueron detalladas en un informe de la personería sobre Derechos Humanos y las afectaciones particulares a las mujeres durante 2020. Allí consta que estos fenómenos se deben a las dinámicas estructurales de desigualdad y discriminación generalizada en todos los sectores sociales y grupos étnicos. William Yeffer Vivas Lloreda, Personero de Medellín, le contó a El Espectador los hallazgos que encontraron en la ciudad.
¿Cuáles fueron las cifras de denuncias por violencias contra las mujeres?
En el informe de Derechos Humanos en relación al tema de desigualdad de género encontramos que en 2020 se registraron 8.194 denuncias por violencia intrafamiliar. Más del 73%, 6.023, de las víctimas por este hecho fueron mujeres. Encontramos también que en ese año se dieron 1.041 casos de violencia sexual, el 83% fue contra mujeres, es decir, 880 casos. También tuvimos un total de 65 denuncias de mujeres desaparecidas, de las que 37 fueron pormenores de 18 años.
¿Cuántos fueron los feminicidios registrados en 2020 y cuántos en lo que va de 2021? ¿Cuál es el comportamiento de este delito?
En 2019 hubo un total de 35 feminicidios, esta cifra se redujo para 2020 pues fueron 22 las víctimas, 4 de ellas eran mujeres trans. El rengo de edades de las mujeres más afectadas fueron de los 18 a 24 años. Esa disminución en 13 casos está relacionada con el confinamiento. Gran parte de las cifras de criminalidad en la ciudad se disminuyeron en razón de este fenómeno dado por la pandemia de COVID-19. También influyó el aumento de denuncias por violencia intrafamiliar porque esa es la primera alerta para un posible feminicidio. En la medida en que se denuncie y se adopten medidas de protección se puede prevenir.
A junio de 2021 van nueve casos. Si sigue de ese modo, para final del año habrá entre 15 y 16 feminicidios totales, una reducción bastante importante. Hay que llamar a las autoridades para que sigan trabajando en la prevención de este delito para que lleguemos algún día a la cifra 0 en la ciudad. De igual forma, la ciudadanía debe denunciar cualquier alerta de violencia familiar sea sexual, física, psicológica o económica.
¿Han analizado qué tan alto puede ser el subregistro de estos datos y a qué podría deberse?
Creemos que hay una cifra importante de personas que no denuncian. Se debe al miedo que le tienen al victimario y porque no confía en las instituciones. Quizá otras veces han acudido a las autoridades a denunciar o a pedir ayuda y no encontraron la asistencia que necesitaba. Adicionalmente encontramos que en algunos casos acude a las bandas criminales para que ayuden a solucionar los conflictos que se presentan al interior de la familia y al interior de los barrios.
Lea también: ‘Abolir el trabajo sexual no es una opción’.
En el informe también abordan el aspecto laboral, ¿cómo se dio y cómo fue afectado por la pandemia?
Hubo un aumento de las mujeres con trabajos informales. Para 2020 este indicador estaba por encima del 40% de mujeres empleadas. La generación de ingreso y su diferencia entre mujeres y hombres incrementó. El ingreso de las mujeres tuvo una disminución del 15% por ciento. Es decir, ellas reciben un 15% menos de lo que reciben los hombres por la misma actividad. La pandemia influyó en el aumento de estas cifras. Y hay una discriminación estructural que no se puede desconocer, se cree que hay trabajos para hombres y para mujeres. Eso explica que el número de desempleo sea mayor en mujeres y que la misma labor en los hombres sea mejor remunerada.
¿Cómo incide la pobreza de manera diferencial en las mujeres y sus hogares?
Respecto a la pobreza en Medellín encontramos que más del 40% de los hogares tenían mayor feminización pobreza. Porque las mujeres cabeza de hogar son las que tienen poco acceso a recursos económicos para mantener a su núcleo familiar, son madres solteras. Por eso hay que incluir a las mujeres en la vida laboral y formarlas para que puedan tener emprendimientos y generen recursos para mantener a sus familias. También encontramos que las mujeres cabeza de familia en las laderas de la ciudad y que no podían pagar el arriendo por las afectaciones económica en el marco de la pandemia fueron desplazadas por grupos ilegales.
¿La vulneración de los derechos de las mujeres se da de forma particular en migrantes o grupos étnicos?
La afectación a las mujeres en Medellín es uniforme y no depende de que sean migrantes, afros, o indígenas. Existe uniformidad en cuanto a la incidencia de las bandas criminales y de los grupos ilegales organizados para afectar los derechos de las mujeres. Generalmente buscan protección del Estado cuando ven que están amenazadas, vulneradas o porque un miembro de su familia lo está.
¿En qué temas harán especial énfasis durante este año para el informe que presentan en 2022?
Este año estamos con el Observatorio de Mujer trabajando de la mano con la Secretaría de la Mujer para revisar el impacto en las políticas públicas en la garantía los derechos de las mujeres y hacer recomendaciones para que mejore.
En el informe de 2020 encontramos alertas por la baja participación de las mujeres en los cargos políticos, en posiciones políticas. Una razón es porque consideran que no existen las oportunidades, que a ellas les cierran las puertas. Por eso queremos ahondar sobre la incidencia política de las mujeres en la ciudad. Cómo estás participan como candidatas y cómo ejercen o no la libertad de sus derechos políticos. Eso estará en el informe del 2021 y será entregado para el 2022.
Le puede interesar: Organizaciones de mujeres y de personas LGBTIQ presentan informe a la CIDH.
La pandemia por COVID-19 ha afectado de manera particular los derechos de las mujeres y el confinamiento fue un agravante que incrementó la violencia basada en género. En 2020, por ejemplo, cada día 71 mujeres denunciaron violencia sexual en Colombia y el 77% de las agresiones se dieron en sus viviendas, según un informe de ONU Mujeres.
Las particularidades de la desigualdad de género en Medellín fueron detalladas en un informe de la personería sobre Derechos Humanos y las afectaciones particulares a las mujeres durante 2020. Allí consta que estos fenómenos se deben a las dinámicas estructurales de desigualdad y discriminación generalizada en todos los sectores sociales y grupos étnicos. William Yeffer Vivas Lloreda, Personero de Medellín, le contó a El Espectador los hallazgos que encontraron en la ciudad.
¿Cuáles fueron las cifras de denuncias por violencias contra las mujeres?
En el informe de Derechos Humanos en relación al tema de desigualdad de género encontramos que en 2020 se registraron 8.194 denuncias por violencia intrafamiliar. Más del 73%, 6.023, de las víctimas por este hecho fueron mujeres. Encontramos también que en ese año se dieron 1.041 casos de violencia sexual, el 83% fue contra mujeres, es decir, 880 casos. También tuvimos un total de 65 denuncias de mujeres desaparecidas, de las que 37 fueron pormenores de 18 años.
¿Cuántos fueron los feminicidios registrados en 2020 y cuántos en lo que va de 2021? ¿Cuál es el comportamiento de este delito?
En 2019 hubo un total de 35 feminicidios, esta cifra se redujo para 2020 pues fueron 22 las víctimas, 4 de ellas eran mujeres trans. El rengo de edades de las mujeres más afectadas fueron de los 18 a 24 años. Esa disminución en 13 casos está relacionada con el confinamiento. Gran parte de las cifras de criminalidad en la ciudad se disminuyeron en razón de este fenómeno dado por la pandemia de COVID-19. También influyó el aumento de denuncias por violencia intrafamiliar porque esa es la primera alerta para un posible feminicidio. En la medida en que se denuncie y se adopten medidas de protección se puede prevenir.
A junio de 2021 van nueve casos. Si sigue de ese modo, para final del año habrá entre 15 y 16 feminicidios totales, una reducción bastante importante. Hay que llamar a las autoridades para que sigan trabajando en la prevención de este delito para que lleguemos algún día a la cifra 0 en la ciudad. De igual forma, la ciudadanía debe denunciar cualquier alerta de violencia familiar sea sexual, física, psicológica o económica.
¿Han analizado qué tan alto puede ser el subregistro de estos datos y a qué podría deberse?
Creemos que hay una cifra importante de personas que no denuncian. Se debe al miedo que le tienen al victimario y porque no confía en las instituciones. Quizá otras veces han acudido a las autoridades a denunciar o a pedir ayuda y no encontraron la asistencia que necesitaba. Adicionalmente encontramos que en algunos casos acude a las bandas criminales para que ayuden a solucionar los conflictos que se presentan al interior de la familia y al interior de los barrios.
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En el informe también abordan el aspecto laboral, ¿cómo se dio y cómo fue afectado por la pandemia?
Hubo un aumento de las mujeres con trabajos informales. Para 2020 este indicador estaba por encima del 40% de mujeres empleadas. La generación de ingreso y su diferencia entre mujeres y hombres incrementó. El ingreso de las mujeres tuvo una disminución del 15% por ciento. Es decir, ellas reciben un 15% menos de lo que reciben los hombres por la misma actividad. La pandemia influyó en el aumento de estas cifras. Y hay una discriminación estructural que no se puede desconocer, se cree que hay trabajos para hombres y para mujeres. Eso explica que el número de desempleo sea mayor en mujeres y que la misma labor en los hombres sea mejor remunerada.
¿Cómo incide la pobreza de manera diferencial en las mujeres y sus hogares?
Respecto a la pobreza en Medellín encontramos que más del 40% de los hogares tenían mayor feminización pobreza. Porque las mujeres cabeza de hogar son las que tienen poco acceso a recursos económicos para mantener a su núcleo familiar, son madres solteras. Por eso hay que incluir a las mujeres en la vida laboral y formarlas para que puedan tener emprendimientos y generen recursos para mantener a sus familias. También encontramos que las mujeres cabeza de familia en las laderas de la ciudad y que no podían pagar el arriendo por las afectaciones económica en el marco de la pandemia fueron desplazadas por grupos ilegales.
¿La vulneración de los derechos de las mujeres se da de forma particular en migrantes o grupos étnicos?
La afectación a las mujeres en Medellín es uniforme y no depende de que sean migrantes, afros, o indígenas. Existe uniformidad en cuanto a la incidencia de las bandas criminales y de los grupos ilegales organizados para afectar los derechos de las mujeres. Generalmente buscan protección del Estado cuando ven que están amenazadas, vulneradas o porque un miembro de su familia lo está.
¿En qué temas harán especial énfasis durante este año para el informe que presentan en 2022?
Este año estamos con el Observatorio de Mujer trabajando de la mano con la Secretaría de la Mujer para revisar el impacto en las políticas públicas en la garantía los derechos de las mujeres y hacer recomendaciones para que mejore.
En el informe de 2020 encontramos alertas por la baja participación de las mujeres en los cargos políticos, en posiciones políticas. Una razón es porque consideran que no existen las oportunidades, que a ellas les cierran las puertas. Por eso queremos ahondar sobre la incidencia política de las mujeres en la ciudad. Cómo estás participan como candidatas y cómo ejercen o no la libertad de sus derechos políticos. Eso estará en el informe del 2021 y será entregado para el 2022.
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