Lo que frustró el simulacro de Hidroituango en Puerto Valdivia
La comunidad no quiso participar de la evacuación por los incumplimientos tras la emergencia en 2018. En otros puntos como Ituango y Briceño, la actividad se convirtió en protesta.
Es poco lo que las comunidades aguas abajo del río Cauca le creen a Hidroituango y eso quedó en claro este martes 15 de noviembre, que solo 500 personas, de las más de 3.000 que deberían participar del simulacro, salieron a evacuar. Lejos del desentendimiento de las comunidades, hay preocupación por lo que pueda pasar, ya que de la emergencia que se presentó en 2018 solo retumban los incumplimientos.
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Es poco lo que las comunidades aguas abajo del río Cauca le creen a Hidroituango y eso quedó en claro este martes 15 de noviembre, que solo 500 personas, de las más de 3.000 que deberían participar del simulacro, salieron a evacuar. Lejos del desentendimiento de las comunidades, hay preocupación por lo que pueda pasar, ya que de la emergencia que se presentó en 2018 solo retumban los incumplimientos.
Al escuchar el lejano sonido de las sirenas, lo que más indignó a María Marina Espinosa, quien fue presidenta de la Junta de Acción Comunal de Puerto Valdivia, es que desde adentro de Hidroituango se escuchaba que algo estaban haciendo. “Mientras nos querían tener allá en su evacuación, estaban queriendo prender las turbinas. Nadie se asomó por allá (el punto de encuentro). Eso de que participaron más de 500 personas no es verdad, solo estaban los de la Defensa Civil, la Unidad de Gestión de Riesgo y todos los que vinieron a hacer el simulacro”, indicó.
Eso mismo se veía en las calles. Al sonido de las sirenas nadie respondió, prefirieron seguir dentro de sus casas, mientras que quienes estaban en la calle continuaron sus actividades como cualquier otro día normal. Eso mismo se replicó en Ituango y Briceño, donde la comunidad sí se aglutinó, pero para exigir respuestas de EPM sobre las promesas que consideran que quedaron incumplidas, en especial para quienes tuvieron que evacuar por más de un año y volver a reconstruir sus vidas porque como lo explica Marina, “lo que no se llevó el río Cauca, se lo llevó la gente”.
Nubia vive en el sector de Pescadito, en Puerto Valdivia, y recuerda que tras la emergencia de 2018, tuvo que vivir junto a su familia en un albergue por 17 días. Luego le dieron para un arriendo y estuvo un año por fuera de su casa. Al volver, como el río permaneció crecido y turbio, no pudo volver a pescar. “Ahora hay que jornalear para mantenerse. Tenemos unos palitos de cacao, pero por las lluvias eso se armaron peceras y arrasó con las mangueras y algunas plantas”.
La situación del líder comunal Ever Osorio, en la vereda La Cristalina, en Briceño, es similar. En su caso, le dieron un apoyo económico por tres años, la mayoría de los cuales estuvo por fuera, porque la creciente de una quebrada se llevó completamente su vivienda. Ahora que está de vuelta, señala que no aceptó el dinero que le ofrecieron de reparación, porque era muy poquito, pero tampoco le han ayudado con más.
“Repararon a personas por afectaciones en el comercio y a mí no, le estaban dando ayudas a la gente para que arreglaran las casas por el deterioro mientras estuvieron evacuadas y luego dijeron que ellos respondían por el deterioro de las viviendas afectadas por la contingencia, pero en mi caso no ha pasado nada, pese a que mi casa se la llegó una avalancha mientras estaba evacuado”, aseguró Osorio.
En resumen, todos hablan de incumplimientos. En Puerto Valdivia, además de los casos particulares, lo que más incomoda a la población son las promesas que se incumplieron y que se requieren en el marco social, es decir, la construcción de un centro de salud, que desapareció tras la emergencia de hace cuatro años; la reconstrucción de las escuelas afectadas, así como del puente Simón Bolívar.
“Lo comenzaron a construir y los muros les estaban quedando mal. La gente se dio cuenta y ahora les toca tumbar. Ese puente es patrimonio del municipio porque atravesaba el puerto y es donde entraba el transporte de carga”, indicó Marina.
Para Osorio, lo que más les duele es que, más allá de las promesas, no se ha reparado lo que se afectó, por lo que hay gran temor en la comunidad de que, en caso de que se vuelva a presentar una emergencia, la zona pueda desaparecer y ellos no puedan volver.
“Si haciendo ese daño no lo reparan, como será que vuelva y haya otra avalancha ¿Cómo quedamos las comunidades? Si el daño no lo quieren reparar, entonces cuántas mentiras nos quieren seguir diciendo sobre que eso no va a pasar nada y que todo va a ser como antes. La gente tiene miedo por todos los lados, porque se crezca el río o porque los vuelvan a sacar a albergues sin la garantía de volver. Se puede perder todo y si ahora no han hecho nada como será después para la gente”, dice Osorio.
De acuerdo con la Dirección de Riesgo de Desastre de Antioquia, en el simulacro evacuaron alrededor de 500 personas. “No se realizó en el municipio de Tarazá, donde saldrían cerca de 2.100 personas. Finalmente, participaron cerca de 500 así como 483 personas entre logísticos y entidades operativas, por tanto, este es un balance positivo, realmente fue un ejercicio que tuvo la participación de varias entidades donde pudimos verificar algunas condiciones de todo el sistema de alertas con el que contamos para este municipio. Verificamos todo el sistema sonoro, cómo funcionan las sirenas, verificamos también las rutas de evacuación y los puntos de encuentro”, dijo el director del Dagran Jaime Enrique Gómez Zapata.
A la par, Hidroituango señaló que se simuló el destaponamiento del túnel derecho, uno de los escenarios más graves de riesgo que se maneja, para evaluar la respuesta de bomberos, Defensa Civil, Cruz Roja, así como Policía y Ejército Nacional, así como de los mecanismos de información habilitados para evacuar en caso de emergencia.
“Para nosotros es un balance muy positivo porque nos ha ayudado a identificar todas esas acciones que necesitamos reforzar, para mejorar las actividades que venimos desarrollando con las comunidades, con las instituciones, para seguir preparándonos para una eventual respuesta”, dijo la coordinadora del simulacro por EPM, Miriam Trujillo Ciro.