Gran indignación ha causado en Medellín la muerte de un niño de dos años, identificado como Luis Miguel, a quien su mamá y su padrastro llevaron al Hospital General de Medellín, tras una presunta caída en el baño, pero quien presentaba signos de maltrato, en diferentes partes del cuerpo.
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El reporte del centro hospitalario señala que el niño, que residía con la pareja en el barrio 20 de julio, ingresó inicialmente a la Unidad Intermedia de San Javier el pasado domingo 25 de agosto, en un grave estado de salud, por lo que luego de que le realizaron el triaje, fue remitido a un hospital de mayor complejidad.
La mamá y el padrastro de Luis Miguel indicaron a los médicos que el niño se cayó en el baño y se golpeó con la taza del inodoro, que durante la noche anterior había dormido y cuando se levantaron por la mañana se dieron cuenta de que el niño no estaba bien. Sin embargo, los doctores indicaron que identificaron golpes en su cabeza, brazos, espalda y piernas, que no corresponderían a una caída.
A pesar de los esfuerzos médicos, el niño presentó hemorragia en el cerebro, que sumado a otra serie de lesiones provocaron su muerte. Ante esto, las autoridades indicaron que iniciarán una investigación para determinar si la pareja habría maltratado físicamente al menor de edad.
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Tras conocerse el caso, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, lamentó la muerte del menor de edad y pidió rápidas acciones judiciales tanto de la Policía Metropolitana como de la Fiscalía para determinar “si fue un accidente como ellos lo dicen en el baño de la casa, o si corroboran las otras hipótesis que se tienen, por los otros moretones que tiene el niño, que podrían evidenciar justamente también un caso de violencia intrafamiliar”.