Radio Ambulante reveló la historia de Alejandro Estrada Cardona, un joven universitario de 28 años que se hizo pasar por un duque español para estafar a 18 personas. La historia, reporteada por el podcast de historias de América Latina, cuenta con el testimonio de una pareja de abogados que estaban convencidos de estar ayudando a un amigo cercano que decía ser miembro del ducado, cuando en realidad se trataba de una estafa que supera los US$ 300.000 unos $1.500.000.000.
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— Radio Ambulante (@radioambulante) March 21, 2023
Alejandro Estrada Cardona es colombiano, tiene 28 años y guarda un secreto: pronto podría convertirse en duque. Kelly y Andrés conocían algo de ese legado, pero desearían que jamás los hubieran involucrado.
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El principio de la estafa
Todo comenzó en agosto del 2019 cuando Alejandro Estrada estudiaba en una prestigiosa universidad de Medellín. Allí le pidió asesoría legal a la abogada Kelly Córdoba, quien había sido su docente y con quien terminó entablando una amistad.
Vistiendo con ropa de diseñador, asistiendo a los mejores restaurantes, incluso cerrando el local de una marca muy reconocida en el centro comercial El Tesoro para un evento privado donde iban a mostrarles a él y a sus amigos su última colección, Alejandro hizo que su círculo cercano creyera que provenía de una familia adinerada.
Después de entablar una amistad por más de un año y volverse casi parte de la familia de Kelly, Alejandro confesó ser un duque de España. Olga Cardona, la madre, jugó un papel fundamental en esta parte de la historia, cuando contó que su papá se llamaba Venancio Cardona, que había tenido que salir de España durante la Guerra Civil y que en Centroamérica había incrementado su fortuna con la producción de azúcar, hasta que terminó por radicarse en Colombia.
Olga les contó a Kelly y a su esposo, ambos abogados, que su padre le había dejado a Alejandro un legado especial adicional a la herencia y con ese dinero, más las empresas, su hijo se convertiría en uno de los cinco jóvenes menores de 30 años más ricos de toda Europa.
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Los supuestos requerimientos del legado
La segunda parte del plan fue pedirles discreción con el tema pues, según ellos, el Tribunal Económico Administrativo de Madrid, entidad que se encargaba de cuidar ese legado, había liberado y depositado en la cuenta de Alejandro, por error, una parte del dinero y al haberlo gastado, el joven había generado una alerta de lavado de activos que lo tenía en problemas con la Fiscalía.
Empezó el plan para hacerse con la herencia, pero Alejandro y su madre comentaron que para reclamar ese legado, el abuelo había dejado en el testamento más de 100 requerimientos que el joven debía cumplir, entre los cuales estaba montar un negocio. Fue con esta excusa que empezó a pedir dinero para montar un supuesto negocio de comida saludable.
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Alejandro acudió a Kelly, su esposo y otros amigos íntimos, para que le prestaran el dinero. Ambos le prestaron US$ 6.000 (unos $20.000.000) con un pagaré firmado y el compromiso de devolverles el doble en cuanto el joven se hiciera con la herencia.
El viaje a España para evitar sospechas
Pasaron los meses y la herencia no se concretaba. Olga y Alejandro viajaron a España para hacer trámites del proceso y le compartían a Kelly y su esposo pantallazos de conversaciones falsas con funcionarios del Tribunal Económico Administrativo. Luego le contaron a la pareja que para reclamar la herencia el futuro Duque no podía tener deudas y la pareja volvió a prestarles dinero con la promesa de que les darían 900.000 euros del legado.
Para calmar las sospechas y la ira de la pareja cuando pasaron los meses y nada ocurría, se les pagaron más de 20.000 dólares (casi 100 millones de pesos). También le pagaron al papá de Kelly, la hermana de su esposo y a la firma de abogados. El total del pago fue mayor a los 300 millones de pesos y logró devolverle a todos la confianza.
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Alejandro confirmó que liberarían la herencia en enero de 2022, pero que para ello debía ir a la audiencia final con un grupo de testigos que confirmara el cumplimiento de los requisitos. Con conocidos y personas a las que Alejandro les debía plata se conformó el grupo de testigos, a quienes hicieron firmar un acuerdo confidencialidad y asistir a un evento de etiqueta para prepararse para la cena protocolaria con la familia real en el Palacio de Zarzuela.
En España y con las supuestas audiencias aplazadas
Los testigos se endeudaron para viajar y cubrir los viáticos de las 10 personas que estarían en España durante casi un mes. Entre todos lograron conseguir casi 250 millones de pesos. Alejandro volvió a pedir préstamos con la excusa del dinero que debía pagar en impuestos para enviar el dinero a una cuenta colombiana y el supuesto Tribunal había autorizado que cada persona comprara una ´pinta´ de ropa de hasta 25 millones de pesos que luego se pagaría con el legado.
Ya en España, el funcionario del Tribunal se comunicó para decirle a los testigos que había aplazado la audiencia y que debían volver a Colombia y regresar a Madrid en dos semanas. En ese momento la situación se salió de control. En la Universidad confrontaron a Alejandro y empezaron a llamarlo estafador y se corrió el rumor de que Kelly y su esposo lo habían ayudado a estafar a otras personas.
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Se confirmaron las sospechas
Kelly y su esposo se disponían a demandar por injuria y calumnia a quienes acusaban a Alejandro de estafador y en ese proceso fue el abogado quien les hizo ver la mentira. En medio de las sospechas confirmaron que la plata que les habían pagado era de un préstamo que otro testigo le había hecho al joven y al llamar al Tribunal Económico Administrativo de Madrid terminaron por corroborar la estafa.
Los testigos trataron de disimular para confrontar al supuesto duque, pero un día antes de la cita para confrontarlo, el 6 de mayo de 2022, el esposo de Kelly recibió una llamada de Alejandro. “Me dice: ‘Andrés, yo ya sé lo que ustedes están haciendo. Tenga en cuenta que yo estoy en el aeropuerto, me voy del país. Hagan lo que quieran’. Y me tiró el teléfono. Esa fue la última vez que hablé con Alejandro”, aseguró el abogado.
No hay rastro de Alejandro en redes sociales, no regresó a la universidad ni a ninguno de los lugares que frecuentaba. Por su parte, los estafados ya instauraron la denuncia por estafa en la Fiscalía.