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Antonio Vásquez Suárez, de 16 meses, murió tras caer en un recipiente lleno de agua mientras jugaba con sus padres en su vivienda en el barrio Nuevo Jerusalén, una zona construida de manera informal en el municipio de Bello.
“Al parecer se trató de un tema de descuido en la residencia por parte de los padres. Ellos pierden la atención y se percatan de la situación cuando está metido dentro del recipiente”, dijo el coronel Rolfy Mauricio Jiménez, subcomandante de la Policía Metropolitana.
Los padres encontraron a Antonio en la cocina dentro del balde en el que tenían agua recogida para autoabastecerse, en caso de que se presentara un corte del servicio en su barrio, cuando jugaban con el niño a las escondidas.
Tras encontrar al menor de edad ahogado, los padres lo llevaron hasta la Unidad Intermedia del Doce de Octubre, donde el personal determinó que el niño llegó sin signos vitales y declararon la muerte.
Ante esto, el subcomandante Jiménez pidió mayor atención a los padres de familia con niños pequeños, quienes están más propensos a tener accidentes. Además, destacó la importancia de no tener recipientes llenos de agua cerca a lugares de fácil acceso para los menores de edad.
Por su parte, un fiscal del grupo de Alertas Tempranas de Homicidio de la Unidad de Reacción Inmediata asumió la investigación, mientras que el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía indicó que no se evidenciaron signos de violencia en el niño de 16 meses.
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Un caso similar ocurrió en el barrio Manrique de Medellín el pasado 5 de mayo, cuando otro menor de edad perdió la vida al caer en un balde lleno de agua.
“No tenemos particularidades del caso, pero parece ser una muerte accidental. El llamado es a la responsabilidad con los menores de edad, que muchas veces por descuido pierden la vida”, concluyó el subcomandante Jiménez.