Piden investigar muerte de Kenzo, perro pomerania, que murió en un vuelo de Satena
La propietaria señala que pese a que el perro se estaba dentro del guacal, la azafata no permitió que sacara la cabeza. La aerolínea respondió que cumplió con todos los protocolos y no hubo negligencia del personal.
El caso de Kenzo, un perro pomerania, que murió en un vuelo de Tolú a Medellín vuelve a poner en debate los protocolos que tienen las aerolíneas para el transporte de mascotas. En este caso, a diferencia de del Homero, el “american bully” que murió en una bodega, el hecho se presentó en una cabina.
Lea: La historia de Homero, un American Bully que viajó en EasyFly y llegó sin vida a Cali
Según informaron las propietarias del pomerania, subieron a su mascota a la cabina dentro de un guacal como lo estipula Satena. “Durante el trayecto el perro se sintió desesperado, inquieto y lloraba, aunque en repetidas ocasiones le dijimos a la azafata que nos permitiera sacarle la cabeza del guacal no lo permitió, nos obligaron a tenerlo encerrado y en el piso, ni siquiera nos permitieron tener el guacal en las piernas para que el perro nos viera y se sintiera tranquilo”.
Aunque las mujeres en tres ocasiones habrían permitido al perro sacar la cabeza, señalan que la azafata las obligó a cerrar el guacal. “Al final del vuelo, por un momento Kenzo dejó de llorar y abrimos el guacal para ver el cómo estaba y nos dimos cuenta de que se había ahogado”, indicaron las dueñas.
Videos fuera del avión prueban cómo las mujeres y algunos pasajeros rodean el cuerpo del perro, luego de intentar darle respiración boca a boca y masaje cardiaco. Aunque el animal continuaba caliente, ya no le palpitaba el corazón y se veía que se había mordido la lengua.
En respuesta, Satena informó que en el vuelo iban dos perros raza pomerania, cada uno junto a sus dueños y dentro de un guacal de tela con ventilación para garantizar la seguridad y comodidad tanto de los animales como los demás pasajeros. Sumado a esto resaltaron que “en cabina fueron transportadas otras mascotas en las mismas condiciones y que llegaron a su destino sin afectación ninguna”.
Además de lamentar el hecho, indicaron que en su página tienen publicadas las condiciones para el transporte de mascotas y los requisitos que deben cumplir “que contemplan, entre otras cosas, disponer de un carné de vacunación vigente y un guacal con un tamaño apropiado”
Por último manifestaron que hicieron el acompañamiento a las usuarias afectadas, así como resaltaron que cumplen con los protocolos y estándares de calidad “que están establecidos en las políticas de la compañía, de acuerdo con la normatividad aeronáutica colombiana”.
El caso de Kenzo, un perro pomerania, que murió en un vuelo de Tolú a Medellín vuelve a poner en debate los protocolos que tienen las aerolíneas para el transporte de mascotas. En este caso, a diferencia de del Homero, el “american bully” que murió en una bodega, el hecho se presentó en una cabina.
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Según informaron las propietarias del pomerania, subieron a su mascota a la cabina dentro de un guacal como lo estipula Satena. “Durante el trayecto el perro se sintió desesperado, inquieto y lloraba, aunque en repetidas ocasiones le dijimos a la azafata que nos permitiera sacarle la cabeza del guacal no lo permitió, nos obligaron a tenerlo encerrado y en el piso, ni siquiera nos permitieron tener el guacal en las piernas para que el perro nos viera y se sintiera tranquilo”.
Aunque las mujeres en tres ocasiones habrían permitido al perro sacar la cabeza, señalan que la azafata las obligó a cerrar el guacal. “Al final del vuelo, por un momento Kenzo dejó de llorar y abrimos el guacal para ver el cómo estaba y nos dimos cuenta de que se había ahogado”, indicaron las dueñas.
Videos fuera del avión prueban cómo las mujeres y algunos pasajeros rodean el cuerpo del perro, luego de intentar darle respiración boca a boca y masaje cardiaco. Aunque el animal continuaba caliente, ya no le palpitaba el corazón y se veía que se había mordido la lengua.
En respuesta, Satena informó que en el vuelo iban dos perros raza pomerania, cada uno junto a sus dueños y dentro de un guacal de tela con ventilación para garantizar la seguridad y comodidad tanto de los animales como los demás pasajeros. Sumado a esto resaltaron que “en cabina fueron transportadas otras mascotas en las mismas condiciones y que llegaron a su destino sin afectación ninguna”.
Además de lamentar el hecho, indicaron que en su página tienen publicadas las condiciones para el transporte de mascotas y los requisitos que deben cumplir “que contemplan, entre otras cosas, disponer de un carné de vacunación vigente y un guacal con un tamaño apropiado”
Por último manifestaron que hicieron el acompañamiento a las usuarias afectadas, así como resaltaron que cumplen con los protocolos y estándares de calidad “que están establecidos en las políticas de la compañía, de acuerdo con la normatividad aeronáutica colombiana”.