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Alrededor de 1.500 indígenas están confinados en los resguardos indígenas de Amparradó Alto, Amparradó Medio, Guabinas, Cañaveral y Julio Chiquito, ubicados en el municipio de Frontino (Antioquia) debido a que su territorios y caminos están invadidos de minas. Esta actividad, común en otros resguardos indígenas del departamento, sería responsabilidad del Ejército de Liberación Nacional (Eln).
El miedo reina en estas comunidades indígenas, quienes no pueden abandonar sus casas ante el miedo de caer en una de estas minas. Además, según dijo el alcalde Frontino, Jorge Hugo Elejalde, 60 personas salieron de los resguardos rumbo al centro poblado para abastecerse y hoy no han podido regresar por el mismo temor.
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“Quienes están dentro de estos resguardos no se pueden movilizar porque las salidas están llenas de minas y en el corregimiento La Blanquita se quedaron 43 familias compuestas por 60 personas que salieron a mercar y ya no ven cómo regresar porque pueden caer en uno de esos artefactos”, le dijo Elejalde a RCN Radio.
Estas dinámicas de violencia se dan debido al constante enfrentamiento entre el Eln y el Clan del Golfo. Durante febrero y marzo ambos grupos se han estado disputando el control de esta zona de Antioquia. Una de las estrategias utilizadas por el primer grupo para frenar el avance del segundo es la utilización de estos artefactos explosivos. Estos hechos también fueron denunciados hace unas semanas por las comunidades indígenas de Murindó, municipio vecino a Frontino.
El pasado domingo 28 de febrero un joven embera cayó en una de las minas instaladas por el Eln en Resguardo Río Murindó. El joven Plinio Dogarí Majoré perdió la pierna derecha, mientras que un docente que lo acompañaba también resultó herido.
Del 7 al 11 de marzo delegaciones de las diócesis de Quibdó y Apartadó, el Consejo Comunitario Mayor de la Organización Campesina Integral del Atrato (Cocomacia), el Cabildo Mayor de Murindó y la Coordinación Regional del Pacífico realizaron una visita humanitaria en el municipio de Murindó. Después de esto el obispo la misión le pidió al Eln que retirara estas minas.
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Esto también pasó ahora en Frontino, pues un grupo de indígenas de la comunidad Jenaturadó, cayeron en un campo minado cuando intentaban llegar a La Blanquita para abastecerse. Remilda Bailrín iba en su mula cuando el animal pisó una de las minas. La mujer se encuentra en un centro hospitalario del municipio y está siendo atendida por múltiples heridas.
El alcalde de Frontino también aseguró que por lo menos cinco indígenas han muerto a causa de estos artefactos en lo que va de 2021. Además, ya son 15 los incidentes que el alcalde reportó con minas antipersonales en el municipio.