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La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) negó la solicitud de EPM para no evacuar a las comunidades, que se encuentran aguas debajo de Hidroituango, lo que se requiere para hacer la última prueba y poner en operación la planta de energía, por lo que deberán continuar la caracterización de las poblaciones que entran en las zonas de riesgo y con las concertaciones que ya se han venido adelantando.
Al respecto, el director de la entidad, Javier Pava Sánchez, advirtió que se deben tomar las medidas de precaución que establece la Ley y no pretender que con solo un monitoreo se pueda tener certeza de cómo se va a comportar la zona con el inicio de las operaciones.
“Ante este panorama lo que hicimos fue mediante un acto administrativo, solicitar que esas familias sean evacuadas de manera preventiva, cuando existe un riesgo que se puede generar a la entrada de operación del proyecto”, dijo Pava.
El problema es que durante el simulacro que se realizó hace 15 días en las zonas aledañas, pocas personas participaron y, en cambio, hubo protestas en corregimientos como El Doce, exigiendo que se responda por lo que se prometió durante la emergencia de 2018, así como por mayor claridad en el proceso que viene.
La cuestión es que dentro del plan de manejo de desastre de Hidroituango se manejan tres escenarios de riesgo que pondrían en emergencias a gran parte de los municipios de Antioquia y Córdoba que se encuentran aguas abajo del Cauca, por lo que tras analizar la situación, se solicitó que antes de prender las turbinas se haga la evacuación de las poblaciones más cercanas a la represa.
En principio, en el simulacro se incluyeron a los municipios de Briceño, Ituango, Valdivia y Tarazá, específicamente a los corregimientos: Palestina, La Cristalina, La Rica, Torrente, Remolinos, Puerto Valdivia Centro, El Pescado, El Pescadito, Raudal Viejo, sector La Llana, Palomas, Palomas 1, Palomas 2, Palomas 4 y El Quince Alto.
Esta lista corresponde al área demarcada para salir en el momento en el que entrará a operar permanentemente Hidroituango, por lo que en corregimientos como Puerto Antioquia, se ve con expectativa lo que va a ocurrir, ya que no tendrán que evacuar, pero sí están cerca de la ribera del río.
“No nos cobija la ley con la que gestión del riesgo determinó el área de riesgo, pero si estamos a la expectativa de evacuar o a estar pendientes del aumento del caudal del río. Nosotros sí salimos el día el simulacro y hemos tenido mucha responsabilidad de formarnos con la Cruz Roja”, indicó Yorman Contreras, líder de la comunidad en Tarazá.
Desde El Doce, una vereda aledaña a la de Puerto Antioquia, la situación ha sido diferente. Según explica Johana, se han hecho reuniones con el consejo de gestión del riesgo y el municipio para escuchar las propuestas y llegar a acuerdos, que en los últimos días han dado lugar a hechos concretos.
“EPM nos ofrece un subsidio de ayuda humanitaria por un mes para cada vivienda, no para cada familia, de $1,1 millones o $1,2 millones, de acuerdo con el número de personas que vivan en el lugar. Se hicieron, también convenios para que se acoja a otras juntas comunales que no están en el decreto 1056 (en el que se define las zonas en riesgo) y se entregará dinero para una olla comunitaria el día de la evacuación y para fortalecer ocho juntas de acá”, aseguró Johana.
En total, se tienen identificadas 950 casas, por lo que ahora empezarán la caracterización de los que deben evacuar y de las familias por viviendas, para hacer el desembolso de ayuda y ahí si dar paso a la evacuación.
Algo similar ha ocurrido en el sector de Palomas, la líder Ledis García señala que las autoridades les entregaron una propuesta, de la que hicieron una contrapropuesta que está en análisis y en la que se especifica que las ayudas deberán entregarse por núcleo familiar. “Estamos a la expectativa de la caracterización y que nos cumplan para tener un futuro mejor. Que haya claridad y transparencia de lo que ocurra y con lo que estamos pidiendo. Que de aquí a los 60 años que se espera esté en operación Hidroituango se pueda los escenarios de riesgo y dar posibilidades de reasentamiento”.
En este caso, han pedido auxilios de albergue por un mes y al regresar a las viviendas, un mercado que se adapte a las necesidades de las familias, que en su mayoría son numerosas. Ya está claro que se darán $5 millones para la olla comunitaria y que con lo que se les daría a las juntas de acción, harán placas huellas y un lugar de encuentro, que también pueda tener más usos en el futuro.
La situación más tensa ha sido en Puerto Valdivia, el punto más cercano a la presa y donde la gente no salió durante el simulacro debido a los incumplimientos tras la emergencia de 2018 y la desconfianza por el inicio de las operaciones de Hidroituango. Aunque este viernes continúan en diálogos, será fundamental que lleguen pronto a nuevos acuerdos, pues solo hasta que se caractericen las poblaciones y den los correspondientes apoyos, se podrá programar la última pruebo y con ello la entrada en operaciones permanentes de la hidroeléctrica.