“Queremos una Medellín en la que no haya grupos armados ilegales”: Daniel Quintero
Algunos grupos con presencia en Medellín y Antioquia han manifestado su intención de acogerse a la “paz total” propuesta por el presidente Gustavo Petro.
El alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, se reunió con el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, para conversar sobre los procesos de paz que se adelantan en la capital de Antioquia y articular esfuerzos que permitan contribuir a la paz en el territorio nacional.
Según señaló el mandatario local, esta reunión, que se llevó a cabo el 1 de septiembre, tiene mayor relevancia, teniendo en cuenta que en la ciudad y el área metropolitana hay presencia de 10 de los 22 grupos armados organizados del país.
“Hablamos de la apuesta de esta alcaldía por quitarle los niños al conflicto. Queremos una Medellín en la que no haya escuelas del crimen ni grupos organizados. Todas las apuestas que conduzcan a quitarle los niños al conflicto y reducir las violencias son bienvenidos en esta administración”, sostuvo el alcalde.
(Lea: Defensoría alerta riesgo de reclutamiento de niños indígenas awá)
En la reunión, también hicieron presencia el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, Brigadier General Carlos Humberto Rojas; el secretario de No Violencia, Luis Eduardo Giraldo; representantes de organizaciones sociales y la Iglesia Católica.
La visita del alto comisionado se dio en medio de los pronunciamientos de los grupos armados ilegales de acogerse al proyecto de “paz total”, planteado por el presidente Gustavo Petro.
Dentro de los grupos que le han manifestado al gobierno nacional que pretenden dejar las armas y, en otros casos, recomendar modelos de justicia restaurativa de cara a un futuro pacífico, cuatro hacen presencia en Antioquia, entre ellos el Eln.
(Lea también: Falleció mujer agredida con cuchillo por sus dos hijos en Tuluá)
Otro de los grupos armados es el Frente 36 de las disidencias de las Farc, que a través de un comunicado habría expresado acoger el llamado al cese al fuego multilateral, “como gesto humanitario y sin ser la paz aún, como dijo el señor Presidente, traerá enormes beneficios para la situación de guerra indiscriminada que vive el departamento”.
Esta disidencia hace presencia en el norte, el nordeste y Bajo Cauca Antioqueño; se dedica al narcotráfico, sicariato, secuestro, extorsión y control de la minería ilegal. En la carta firmada, hicieron un llamado a los demás actores armados a que se pronuncien y avancen en gestos de paz como el cese al fuego.
(Le puede interesar: “Las masacres significan ausencia del Estado”: Leonardo González)
Los Pachelly también se sumaron al llamado de Petro. Según el abogado que representa judicialmente al grupo narcotraficante, Alex Alberto Morales, los miembros de este grupo de narcotráfico, que contaría con alrededor de 200 integrantes y alianzas con el Clan del Golfo, le hicieron llegar una carta al presidente manifestando su intención.
Por su parte, La Oficina, que agremia a grupos armados organizados con presencia en el área metropolitana de Medellín, sostuvo que la propuesta del gobierno nacional debe estar cimentada en una ley que les facilite el acogimiento a la justicia. “Recibimos con esperanza su llamado a la construcción de una paz total, que solamente será posible en la medida que se tenga la grandeza de reconocer la urbanización de la guerra en Colombia y con ello asumir la atención integral del conflicto armado urbano”.
El alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, se reunió con el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, para conversar sobre los procesos de paz que se adelantan en la capital de Antioquia y articular esfuerzos que permitan contribuir a la paz en el territorio nacional.
Según señaló el mandatario local, esta reunión, que se llevó a cabo el 1 de septiembre, tiene mayor relevancia, teniendo en cuenta que en la ciudad y el área metropolitana hay presencia de 10 de los 22 grupos armados organizados del país.
“Hablamos de la apuesta de esta alcaldía por quitarle los niños al conflicto. Queremos una Medellín en la que no haya escuelas del crimen ni grupos organizados. Todas las apuestas que conduzcan a quitarle los niños al conflicto y reducir las violencias son bienvenidos en esta administración”, sostuvo el alcalde.
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En la reunión, también hicieron presencia el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, Brigadier General Carlos Humberto Rojas; el secretario de No Violencia, Luis Eduardo Giraldo; representantes de organizaciones sociales y la Iglesia Católica.
La visita del alto comisionado se dio en medio de los pronunciamientos de los grupos armados ilegales de acogerse al proyecto de “paz total”, planteado por el presidente Gustavo Petro.
Dentro de los grupos que le han manifestado al gobierno nacional que pretenden dejar las armas y, en otros casos, recomendar modelos de justicia restaurativa de cara a un futuro pacífico, cuatro hacen presencia en Antioquia, entre ellos el Eln.
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Otro de los grupos armados es el Frente 36 de las disidencias de las Farc, que a través de un comunicado habría expresado acoger el llamado al cese al fuego multilateral, “como gesto humanitario y sin ser la paz aún, como dijo el señor Presidente, traerá enormes beneficios para la situación de guerra indiscriminada que vive el departamento”.
Esta disidencia hace presencia en el norte, el nordeste y Bajo Cauca Antioqueño; se dedica al narcotráfico, sicariato, secuestro, extorsión y control de la minería ilegal. En la carta firmada, hicieron un llamado a los demás actores armados a que se pronuncien y avancen en gestos de paz como el cese al fuego.
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Los Pachelly también se sumaron al llamado de Petro. Según el abogado que representa judicialmente al grupo narcotraficante, Alex Alberto Morales, los miembros de este grupo de narcotráfico, que contaría con alrededor de 200 integrantes y alianzas con el Clan del Golfo, le hicieron llegar una carta al presidente manifestando su intención.
Por su parte, La Oficina, que agremia a grupos armados organizados con presencia en el área metropolitana de Medellín, sostuvo que la propuesta del gobierno nacional debe estar cimentada en una ley que les facilite el acogimiento a la justicia. “Recibimos con esperanza su llamado a la construcción de una paz total, que solamente será posible en la medida que se tenga la grandeza de reconocer la urbanización de la guerra en Colombia y con ello asumir la atención integral del conflicto armado urbano”.