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A albergues temporales fueron trasladadas las 29 familias de la comunidad Embera Katío que en la mañana del martes 23 de enero 2024 se asentaron en el cerro Pan de Azúcar, en el oriente de Medellín. Se trata de 40 adultos y 42 menores de edad desplazados de la violencia, que en la tarde del miércoles 24 de enero llegaron a un acuerdo con las autoridades de la capital antioqueña.
“El Distrito estableció una mesa de concertación con el líder de la comunidad indígena embera katío, la Gerencia Étnica, la Subsecretaría de Derechos Humanos, la Unidad de Niñez y la Secretaría de No-Violencia. Fueron trasladadas a lugares temporales y reciben paquetes alimentarios”, explicó la alcaldía de Medellín.
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Según el personero delegado de la Unidad para la Protección del Interés Público, Julián Marín Toro, el grupo estará en un albergue durante los próximos siete días, mientras se dialoga con sus voceros. Además, la comunidad hizo peticiones en materia de educación y que se les garantice el respeto a su cultura, costumbres y lengua.
La administración explicó que 18 niños, niñas y adolescentes ingresaron al programa educativo distrital Buen Comienzo y al colegio Héctor Abad Gómez, donde recibirán clases con enfoque diferencial.
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El 23 de enero, los indígenas comenzaron a construir cambuches plásticos en una zona boscosa del cerro Pan de Azúcar. En ese momento, uno de los líderes señaló que pretendían quedarse en el Cerro. “Aquí vamos a resistir y a luchar porque este territorio ancestralmente era de los indígenas; los colonos nos lo quitaron a la mala. Estamos bregando a recuperar nuestro pedazo de tierra”.
Sonia Peña, líder del Grupo de Asunto Étnicos, Migrantes y Refugiados de la Personería, aclaró que este grupo no hacía parte de las de 800 personas de la comunidad Embera que por cinco años vivieron en el sector de Niquitao y que se acogieron a un plan de retorno a sus territorios, en mayo de 2023. “Ellos deciden integrarse como una comunidad nueva y diferente a los otros cabildos”, explicó la funcionaria.