Vender o no vender las acciones de UNE ¿por qué nadie quiere ceder en Medellín?
Pese a que el Concejo terminó de hundir el proyecto, el alcalde Daniel Quintero anunció que la presentará por quinta vez la proposición al cabildo. La Alcaldía dice que la venta le daría a la ciudad $3 billones, mientras que los concejales hablan de desconfianza por esta administración.
La venta de las acciones con las que quedó Medellín de UNE, a través de EPM, tras la fusión de la empresa pública de telecomunicaciones con la multinacional Millicom, en 2014, tiene enfrentados al alcalde Daniel Quintero con los concejales de la ciudad, que le han tumbado el proyecto cuatro veces.
Mientras que el alcalde asegura que en la venta se lograría obtener alrededor de $2,8 billones y evitar gastos adicionales para la ciudad en inversiones tecnológicas que se deben hacer a futuro, desde el cabildo se habla de un detrimento, irregularidades y desconfianza por la administración. Ninguno da su brazo a torcer, por lo que se espera que en los próximos días se radique por quinta vez el proyecto en el cabildo.
La fusión de UNE con Tigo
En 2014, EPM (Empresas Públicas de Medellín) y Millicom firmaron un acuerdo para fusionar las operaciones del operador público de Medellín UNE y el privado Tigo para crear un operador de telecomunicaciones, en el que en manos de EPM quedaron 50 % de las acciones más uno, mientras que el privado se encargaría de lo administrativo y operativo para ofrecer los servicios de telefonía, internet y televisión.
Cláusula de protección
Dentro del acuerdo se estableció una cláusula de protección al patrimonio público, que vence el 14 de agosto de 2024, y que le garantiza a EPM que al poner en venta las acciones de la fusión, Millicon sea el que de forma preferente compre las acciones al precio del mercado y/o el que disponga la empresa paisa. De lo contrario, se debe vender toda la compañía.
El afán radica en que entre las dos primeras etapas, de ofrecer las acciones al público, y hasta agotar la última instancia, podrían pasar dos años antes de concretar todo el proceso, por lo que la venta se tendría que iniciar ya, antes de que se venza la cláusula.
En busca de soluciones, en abril de este año, Millicom indicó que no estaba interesada en vender o transferir el control de la sociedad, pero sí abrió las puertas para ampliar los tiempos de la cláusula. No obstante, nada pasó, pese a que se estableció una mesa de negociación ente las dos compañías, en mayo, finalmente EPM informó que como los diálogos no tardarían menos de seis meses ni garantizarían la extensión de los plazos, así como abriría la posibilidad de tocar otros temas ya pactados, preferían dejar así y seguir con el proceso en el Concejo.
“EPM debe continuar con la ejecución de los procesos de enajenación de su participación accionaria en UNE e Invertelco y así, hacer uso integral y oportuno de su derecho de salida y de aprovechar los beneficios que le ofrece la cláusula de protección del patrimonio público”, indicó EPM en comunicado.
La posición de Quintero
Lo que dice el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, es que se privatizó UNE y las acciones que se obtuvieron de la fusión no ha generado ganancias para la ciudad. “Cuando vendieron UNE, nos dieron unas acciones de Tigo y nos dijeron que eso valía una plata, pero hoy valen muy poquito, porque nunca han dado utilidades reales y porque quien comprara se encuentra con un socio, en Millicon, que es mal socio”.
El mandatario agrega que es como si una persona vendiera el 51 % de un carro a alguien que tendrá el completo control del vehículo, pero que le pedirá cada año para el SOAT y los impuestos. Siguiendo con la analogía, Quintero asegura que se han vendido partes del carro y aunque no genera ganancias, si requerirá de una inversión a mediano plazo.
Al respecto, en el Concejo de Medellín, el gerente de EPM, Jorge Carrillo, ha dicho que “cuando sea necesaria una capitalización, EPM no puede decir que no tiene. Está obligado a hacerla. Es algo muy probable y la exigencia de capital es muy alta. Tocaría sacar recursos del presupuesto”.
El Concejo
Por la naturaleza del proyecto, la decisión de vender las acciones no solo depende de la alcaldía, sino que debe pasar por el Concejo, específicamente por la comisión primera y luego por la plenaria. Pero en esa primera instancia las posiciones han estado dividas y han jugado finalmente en contra de Quintero, ya que las cuatro veces que ha radicado el proyecto, no ha podido salir de la comisión.
Apoyando la enajenación están los cabildantes Babinton Flórez (Conservador), Carlos Romero (Independientes) y Aura Arcila (Liberal), mientras quienes se niegan a la venta son Simón Molina, Sebastián López (Centro Democrático), Daniel Duque (Alianza Verde) y Simón Pérez (Todos Juntos).
Simón Pérez se opone a la venta porque dice que es estratégico tener una inversión en telecomunicaciones, más ahora que Medellín se transformará en Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e innovación.
Otros como Daniel Duque señalan que no está claro en qué es que se va a invertir esos recursos, por lo que afirma que no tiene confianza en esta administración, mientras que otros como Alfredo Ramos (Centro Democrático) han propuesto destinar el dinero a “un fondo para reducir las tarifas de servicios públicos, que están desbordados por cuenta del incumplimiento de las promesas de Quintero”.
El artículo de la discordia
La semana pasada se debatió por cuarta vez en la comisión primera del Concejo la venta de las acciones de UNE. Aunque se daba por hecho que esta vez sí iba a pasar el proyecto, ya que Quintero había llegado a un acuerdo con el Centro Democrático, para que el dinero fuera manejado directamente por EPM, que definiría una destinación específica, todo se cayó en la discusión del artículo seis.
El texto indica que “se incorporarán a su presupuesto y serán administrados desde una o varias cuentas de destinación específica, para que se destinen al cumplimiento de su plan de inversiones y a cancelar parcial o totalmente el servicio de deuda asociada a este”.
Esto terminó incomodando a los concejales, quienes consideraron que habría la puerta a la alcaldía para administrar los recursos, por lo que finalmente volvieron a tumbar el proyecto. Se utilizó el recurso que permite que la plenaria del Concejo reabra la discusión en otra comisión y aunque Quintero tenía la mayoría de los concejales a su favor, quienes se oponen decidieron salir de la sala, dejando si quorum la votación y obligando a terminar la sesión del pasado 4 de octubre.
Este miércoles, la plenaria tampoco pudo votar por el recurso, por lo que se programó la discusión para este jueves 6 de octubre, en plenaria, que será la última opción para salvar el cuarto proyecto con el que la alcaldía intenta llegar al Concejo. De caerse, la discusión seguirá, pues ya Quintero aseguró, en la instalación del cabildo, el pasado sábado, que continuará llevando proposición ante los concejales.
La venta de las acciones con las que quedó Medellín de UNE, a través de EPM, tras la fusión de la empresa pública de telecomunicaciones con la multinacional Millicom, en 2014, tiene enfrentados al alcalde Daniel Quintero con los concejales de la ciudad, que le han tumbado el proyecto cuatro veces.
Mientras que el alcalde asegura que en la venta se lograría obtener alrededor de $2,8 billones y evitar gastos adicionales para la ciudad en inversiones tecnológicas que se deben hacer a futuro, desde el cabildo se habla de un detrimento, irregularidades y desconfianza por la administración. Ninguno da su brazo a torcer, por lo que se espera que en los próximos días se radique por quinta vez el proyecto en el cabildo.
La fusión de UNE con Tigo
En 2014, EPM (Empresas Públicas de Medellín) y Millicom firmaron un acuerdo para fusionar las operaciones del operador público de Medellín UNE y el privado Tigo para crear un operador de telecomunicaciones, en el que en manos de EPM quedaron 50 % de las acciones más uno, mientras que el privado se encargaría de lo administrativo y operativo para ofrecer los servicios de telefonía, internet y televisión.
Cláusula de protección
Dentro del acuerdo se estableció una cláusula de protección al patrimonio público, que vence el 14 de agosto de 2024, y que le garantiza a EPM que al poner en venta las acciones de la fusión, Millicon sea el que de forma preferente compre las acciones al precio del mercado y/o el que disponga la empresa paisa. De lo contrario, se debe vender toda la compañía.
El afán radica en que entre las dos primeras etapas, de ofrecer las acciones al público, y hasta agotar la última instancia, podrían pasar dos años antes de concretar todo el proceso, por lo que la venta se tendría que iniciar ya, antes de que se venza la cláusula.
En busca de soluciones, en abril de este año, Millicom indicó que no estaba interesada en vender o transferir el control de la sociedad, pero sí abrió las puertas para ampliar los tiempos de la cláusula. No obstante, nada pasó, pese a que se estableció una mesa de negociación ente las dos compañías, en mayo, finalmente EPM informó que como los diálogos no tardarían menos de seis meses ni garantizarían la extensión de los plazos, así como abriría la posibilidad de tocar otros temas ya pactados, preferían dejar así y seguir con el proceso en el Concejo.
“EPM debe continuar con la ejecución de los procesos de enajenación de su participación accionaria en UNE e Invertelco y así, hacer uso integral y oportuno de su derecho de salida y de aprovechar los beneficios que le ofrece la cláusula de protección del patrimonio público”, indicó EPM en comunicado.
La posición de Quintero
Lo que dice el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, es que se privatizó UNE y las acciones que se obtuvieron de la fusión no ha generado ganancias para la ciudad. “Cuando vendieron UNE, nos dieron unas acciones de Tigo y nos dijeron que eso valía una plata, pero hoy valen muy poquito, porque nunca han dado utilidades reales y porque quien comprara se encuentra con un socio, en Millicon, que es mal socio”.
El mandatario agrega que es como si una persona vendiera el 51 % de un carro a alguien que tendrá el completo control del vehículo, pero que le pedirá cada año para el SOAT y los impuestos. Siguiendo con la analogía, Quintero asegura que se han vendido partes del carro y aunque no genera ganancias, si requerirá de una inversión a mediano plazo.
Al respecto, en el Concejo de Medellín, el gerente de EPM, Jorge Carrillo, ha dicho que “cuando sea necesaria una capitalización, EPM no puede decir que no tiene. Está obligado a hacerla. Es algo muy probable y la exigencia de capital es muy alta. Tocaría sacar recursos del presupuesto”.
El Concejo
Por la naturaleza del proyecto, la decisión de vender las acciones no solo depende de la alcaldía, sino que debe pasar por el Concejo, específicamente por la comisión primera y luego por la plenaria. Pero en esa primera instancia las posiciones han estado dividas y han jugado finalmente en contra de Quintero, ya que las cuatro veces que ha radicado el proyecto, no ha podido salir de la comisión.
Apoyando la enajenación están los cabildantes Babinton Flórez (Conservador), Carlos Romero (Independientes) y Aura Arcila (Liberal), mientras quienes se niegan a la venta son Simón Molina, Sebastián López (Centro Democrático), Daniel Duque (Alianza Verde) y Simón Pérez (Todos Juntos).
Simón Pérez se opone a la venta porque dice que es estratégico tener una inversión en telecomunicaciones, más ahora que Medellín se transformará en Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e innovación.
Otros como Daniel Duque señalan que no está claro en qué es que se va a invertir esos recursos, por lo que afirma que no tiene confianza en esta administración, mientras que otros como Alfredo Ramos (Centro Democrático) han propuesto destinar el dinero a “un fondo para reducir las tarifas de servicios públicos, que están desbordados por cuenta del incumplimiento de las promesas de Quintero”.
El artículo de la discordia
La semana pasada se debatió por cuarta vez en la comisión primera del Concejo la venta de las acciones de UNE. Aunque se daba por hecho que esta vez sí iba a pasar el proyecto, ya que Quintero había llegado a un acuerdo con el Centro Democrático, para que el dinero fuera manejado directamente por EPM, que definiría una destinación específica, todo se cayó en la discusión del artículo seis.
El texto indica que “se incorporarán a su presupuesto y serán administrados desde una o varias cuentas de destinación específica, para que se destinen al cumplimiento de su plan de inversiones y a cancelar parcial o totalmente el servicio de deuda asociada a este”.
Esto terminó incomodando a los concejales, quienes consideraron que habría la puerta a la alcaldía para administrar los recursos, por lo que finalmente volvieron a tumbar el proyecto. Se utilizó el recurso que permite que la plenaria del Concejo reabra la discusión en otra comisión y aunque Quintero tenía la mayoría de los concejales a su favor, quienes se oponen decidieron salir de la sala, dejando si quorum la votación y obligando a terminar la sesión del pasado 4 de octubre.
Este miércoles, la plenaria tampoco pudo votar por el recurso, por lo que se programó la discusión para este jueves 6 de octubre, en plenaria, que será la última opción para salvar el cuarto proyecto con el que la alcaldía intenta llegar al Concejo. De caerse, la discusión seguirá, pues ya Quintero aseguró, en la instalación del cabildo, el pasado sábado, que continuará llevando proposición ante los concejales.