Reforma constitucional y ollas comunitarias para combatir el hambre

En Colombia son cada vez menos los hogares que pueden acceder a las tres comidas diarias. Según una encuesta del DANE, en marzo de 2022 se estableció que las personas que en el país comieron dos veces al día llegaron a 12’695.931, mientras 722.533 tuvieron una sola comida.

Por su parte, 38’191.011 colombianos (74 % de la población total) lograron acceder a tres comidas al día, mostrando un leve aumento en comparación a febrero de este mismo año, cuando el porcentaje rondaba el 70 %.

Una cifra preocupante que deja ver que la situación de los colombianos ha empeorado si se tiene en cuenta que para marzo de 2019 —antes de la pandemia— el 93,4 % de ellos tenían tres comidas al día.

Este breve pero dramático panorama que golpea la seguridad alimentaria de las personas aparece descrito en el Proyecto de Acto Legislativo (PAL) que el pasado 20 de diciembre fue aprobado en primera vuelta en la Cámara de Representantes, que desde marzo del año entrante será discutido en otros cuatro debates que, en caso de ser superados, estará a un paso de ser incorporado en la Constitución Política.

Con el PAL, precisamente, se pretende modificar el artículo 65 de la Constitución Política para establecer la obligación del Estado de dirigir sus políticas hacia el aseguramiento del derecho a la alimentación, la protección contra el hambre y la desnutrición y la promoción de condiciones de seguridad y soberanía alimentaria en el territorio nacional.

El proyecto, propuesto por el senador guajiro Alfredo Deluque, en coautoría con el Partido de la U, para luchar contra el hambre y la desnutrición en el país a través de una verdadera política pública de seguridad alimentaria, surge de la problemática nacional que arroja alarmantes cifras e insta a tomar medidas urgentes.

Otro dato que nos debe avergonzar indica que en lo corrido de 2022 el número de muertes infantiles por desnutrición en Colombia se incrementó en un 92 %, según la Defensoría del Pueblo.

Las ollas comunitarias

En el cierre de 2022, Rudolf Solano Acosta, director de la Red Nacional de Ollas Comunitarias, aplaudió que el presidente Gustavo Petro convocara este miércoles el evento durante el cual esa organización estuvo presente en Cali, en donde participaron representantes de siete ciudades del país que apoyaron las 10 ollas en las que cocinaron alimentos que fueron compartidos con los caleños de escasos recursos en varios sectores de la ciudad, “además de hacer pedagogía social para la paz”.

Solano Acosta explicó que la Red nació en 2020, en medio del estallido social, con el objetivo de apoyar a las comunidades que tienen organizado un sistema de abastecimiento para la alimentación.

“Según el DANE, hay más de 7,5 millones de colombianos que no comen todos los días en Colombia. Cuando iniciamos, en el 2020, con esta iniciativa 100 % ciudadana y voluntaria llegamos a 29 ciudades con 72 ollas activas. Tenemos activas 15 ciudades en las que hay 33 ollitas trabajando de manera constante”, comentó Solano.

El director de la Red explicó que esta iniciativa se sostiene mediante donaciones, recaudo en plazas y aportes voluntarios de dinero, alimento y mano de obra.

“Desde que empezamos hasta la fecha, hemos entregado cerca de 200.000 platos de comida en todo el territorio nacional. En el 2023 buscamos consolidar una alianza con el Gobierno que nos permita ser sostenibles financieramente, dejar de reunir monedas, pero si eso no lo logramos igual vamos a continuar porque lo hemos hecho solo desde el principio. Las personas que quieran apoyarnos pueden contactarnos a través de nuestras redes sociales: Facebook e Instagram, donde nos encuentran como @rednacionalollascomunitarias”, anotó Rudolf Solano.

Expresó, además, que en la jornada de ayer quedó claro que el Gobierno Nacional sigue comprometido en la lucha contra el hambre a través de la acción popular, las ollas comunitarias y las huertas comunitarias, entre otras acciones en los territorios, que se tendrán en cuenta en el presupuesto nacional y el Plan de Desarrollo para institucionalizar este programa en el país.

El presidente Gustavo Petro aclaró que su prioridad siguen siendo los tema sociales, entre ellos el programa hambre cero: “No se gastará un solo peso de la reforma tributaria ni de la inversión social en aviones de combate. Las prioridades de mi gobierno son y serán la reforma agraria, hambre cero, la educación superior gratuita, el bienestar de las madres cabeza de hogar y los jóvenes del país”, escribió ayer en su cuenta de Twitter.

En Colombia son cada vez menos los hogares que pueden acceder a las tres comidas diarias. Según una encuesta del DANE, en marzo de 2022 se estableció que las personas que en el país comieron dos veces al día llegaron a 12’695.931, mientras 722.533 tuvieron una sola comida.

Por su parte, 38’191.011 colombianos (74 % de la población total) lograron acceder a tres comidas al día, mostrando un leve aumento en comparación a febrero de este mismo año, cuando el porcentaje rondaba el 70 %.

Una cifra preocupante que deja ver que la situación de los colombianos ha empeorado si se tiene en cuenta que para marzo de 2019 —antes de la pandemia— el 93,4 % de ellos tenían tres comidas al día.

Este breve pero dramático panorama que golpea la seguridad alimentaria de las personas aparece descrito en el Proyecto de Acto Legislativo (PAL) que el pasado 20 de diciembre fue aprobado en primera vuelta en la Cámara de Representantes, que desde marzo del año entrante será discutido en otros cuatro debates que, en caso de ser superados, estará a un paso de ser incorporado en la Constitución Política.

Con el PAL, precisamente, se pretende modificar el artículo 65 de la Constitución Política para establecer la obligación del Estado de dirigir sus políticas hacia el aseguramiento del derecho a la alimentación, la protección contra el hambre y la desnutrición y la promoción de condiciones de seguridad y soberanía alimentaria en el territorio nacional.

El proyecto, propuesto por el senador guajiro Alfredo Deluque, en coautoría con el Partido de la U, para luchar contra el hambre y la desnutrición en el país a través de una verdadera política pública de seguridad alimentaria, surge de la problemática nacional que arroja alarmantes cifras e insta a tomar medidas urgentes.

Otro dato que nos debe avergonzar indica que en lo corrido de 2022 el número de muertes infantiles por desnutrición en Colombia se incrementó en un 92 %, según la Defensoría del Pueblo.

Las ollas comunitarias

En el cierre de 2022, Rudolf Solano Acosta, director de la Red Nacional de Ollas Comunitarias, aplaudió que el presidente Gustavo Petro convocara este miércoles el evento durante el cual esa organización estuvo presente en Cali, en donde participaron representantes de siete ciudades del país que apoyaron las 10 ollas en las que cocinaron alimentos que fueron compartidos con los caleños de escasos recursos en varios sectores de la ciudad, “además de hacer pedagogía social para la paz”.

Solano Acosta explicó que la Red nació en 2020, en medio del estallido social, con el objetivo de apoyar a las comunidades que tienen organizado un sistema de abastecimiento para la alimentación.

“Según el DANE, hay más de 7,5 millones de colombianos que no comen todos los días en Colombia. Cuando iniciamos, en el 2020, con esta iniciativa 100 % ciudadana y voluntaria llegamos a 29 ciudades con 72 ollas activas. Tenemos activas 15 ciudades en las que hay 33 ollitas trabajando de manera constante”, comentó Solano.

El director de la Red explicó que esta iniciativa se sostiene mediante donaciones, recaudo en plazas y aportes voluntarios de dinero, alimento y mano de obra.

“Desde que empezamos hasta la fecha, hemos entregado cerca de 200.000 platos de comida en todo el territorio nacional. En el 2023 buscamos consolidar una alianza con el Gobierno que nos permita ser sostenibles financieramente, dejar de reunir monedas, pero si eso no lo logramos igual vamos a continuar porque lo hemos hecho solo desde el principio. Las personas que quieran apoyarnos pueden contactarnos a través de nuestras redes sociales: Facebook e Instagram, donde nos encuentran como @rednacionalollascomunitarias”, anotó Rudolf Solano.

Expresó, además, que en la jornada de ayer quedó claro que el Gobierno Nacional sigue comprometido en la lucha contra el hambre a través de la acción popular, las ollas comunitarias y las huertas comunitarias, entre otras acciones en los territorios, que se tendrán en cuenta en el presupuesto nacional y el Plan de Desarrollo para institucionalizar este programa en el país.

El presidente Gustavo Petro aclaró que su prioridad siguen siendo los tema sociales, entre ellos el programa hambre cero: “No se gastará un solo peso de la reforma tributaria ni de la inversión social en aviones de combate. Las prioridades de mi gobierno son y serán la reforma agraria, hambre cero, la educación superior gratuita, el bienestar de las madres cabeza de hogar y los jóvenes del país”, escribió ayer en su cuenta de Twitter.