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A finales de enero de este año, la Policía atendió llamados de la comunidad que transita la vía entre los municipios de Quimbaya (Quindío) y Alcalá (Valle del Cauca), en el Eje Cafetero. En la vereda Mesa Baja fueron hallados los cuerpos de al menos cinco perros en circunstancias que alertaban de un posible procedimiento veterinario. Apenas días antes, varias personas del municipio valluno habían alertado por la extraña ausencia de los perros que habitaban las calles. Las autoridades iniciaron una investigación que llevó a la judicialización por maltrato animal de un veterinario y su auxiliar.
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Según la Fiscalía, el veterinario Julio Cesar Morales y la auxiliar Nathalia Ximena Hurtado Ortega, quienes trabajaban en Alcalá, habrían sacrificado “perros en condición de calle para dictar capacitaciones sobre cirugías en animales”. Todo se fraguó, al parecer, con la excusa de una supuesta jornada de vacunación y desparasitación que nunca habría ocurrido. En cambio, los animales habrían muerto en el quirófano.
Los hechos se remontan al 27 de enero, explicó Alejandro Gaviria, coordinador del Grupo contra el Maltrato Animal (Gelma) de la Fiscalía. Al parecer, el veterinario Morales contrató una camioneta para que recogiera los perros que habitaban el parque municipal de Alcalá con la excusa de que lo hacía para procedimientos de vacunas, para librarlos de parásitos y para, finalmente, darlos en adopción. Al cabo de un par de días, la comunidad comenzó a preocuparse porque no veía a los animales.
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Algunos animalistas de la región comenzaron a buscar a los caninos, sin mayor suerte. Morales y Hurtado, al parecer, negaron tener información sobre el paradero de los perros. Hasta que los hombres que habían sido contratados para conducir la camioneta se acercaron a la Policía y mostraron los chats que probarían que los había contactado la auxiliar, quien además les habría pedido que pintaran la camioneta.
“En la investigación se conoció que los caninos fueron trasladados al consultorio del hoy procesado y, presuntamente, usados para prácticas de procedimientos quirúrgicos en tejidos blandos. Varios asistentes indicaron que les habrían informado que estos animales, utilizados en la capacitación, habían fallecido por diferentes motivos clínicos”, dijo la Fiscalía en un comunicado.
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Finalmente, los perros que desaparecieron el 27 de enero en Alcalá, serían los mismos cuyos cuerpos aparecieron en la vía hacia Quimbaya. Allí fueron encontrados “los cuerpos de cinco perros, los cuales estaban rasurados y amarrados con guantes quirúrgicos y cinta de enmascarar; además tenían cortaduras y algodón en distintos orificios”, explicó la Fiscalía. Por estos hechos, Morales y Hurtado fueron imputados por el delito de maltrato animal. Se declararon inocentes.
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