“El Acuerdo de Paz será una historia de éxito”: jefe de la Misión de la ONU
El mexicano Carlos Ruiz Massieu insiste en que la implementación del Acuerdo debe ser integral y no enfocarse solo en la reincorporación, y abre la puerta para verificar las sanciones que imponga la JEP a los comparecientes de las Farc.
Gloria Castrillón
Esta semana que termina, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas anunció la extensión, por un año más, del mandato para la Misión de Verificación al Acuerdo Final firmado entre el Estado y las Farc. El mexicano Carlos Ruiz Masseiu explica qué viene de aquí en adelante y hace su balance sobre la implementación a dos años del desarme de la exguerrilla.
¿Qué significa la extensión del mandato de la Misión?
Significa varias cosas: el compromiso de las partes para seguir implementando el Acuerdo. Recordemos que hay una carta que transmite la voluntad del Gobierno y de las Farc para que la ONU los siga acompañando. Segundo, significa la confianza en Naciones Unidas para que siga verificando los dos puntos que son específicos del mandato. Tercero, significa el compromiso de la comunidad internacional de acompañar el proceso de paz, la confianza que tiene el Consejo de Seguridad. No se puede olvidar que es un apoyo unánime, no en todos los casos sucede. Para el Consejo de Seguridad, Colombia sigue siendo un ejemplo, es algo que hay que proteger, es una apuesta y confiamos en que se llegará a una buena conclusión en la implementación del proceso de paz.
Ese mensaje de optimismo se estrella con el pesimismo que hay en el país. Se percibe que el Acuerdo es muy frágil y está en su peor crisis.
Hay que hacer un recordatorio de todo lo que se ha logrado y que a veces se nos olvida: las vidas salvadas, una dejación de armas y un cese al fuego exitoso, unas Farc convertidas en partido político, con representación en el Congreso y que es parte de la normalidad democrática de Colombia. Tenemos retos en las elecciones que vienen. Este es un recordatorio de todas esas ganancias que hay que proteger, un recordatorio de que estos procesos son muy largos, muy lentos, que tienen altas y bajas, que vamos a experimentar más momentos críticos y hay que convertirlos en oportunidades. Tenemos que reforzar la implementación integral del Acuerdo de Paz. No tenemos ninguna duda de que el proceso va a hacia adelante, en los momentos bajos es que hay que sacar la creatividad.
(Podría interesarle: Consejo de Seguridad de la ONU renovó el mandato de la Misión de Verificación en Colombia)
El problema es que esos bajos se manifiestan en una oleada de violencia muy fuerte. Pasamos de tener las elecciones más tranquilas en toda la historia a tener unas elecciones marcadas por los asesinatos y las intimidaciones.
En el tema que hay retos mayores es en el de seguridad, por los excombatientes, por los líderes sociales y ahora por las campañas electorales. Hay que redoblar esfuerzos en cuanto a medidas de protección a los partidos políticos, a los candidatos, hay que confiar que de aquí a las elecciones de octubre haya resultados concretos en esas medidas. Fuimos testigos de la firma del pacto nacional para la no violencia en las elecciones que promovió el Consejo Nacional de Paz. Ese pacto debe traducirse en compromisos concretos. Tengo la confianza de que vamos a pasar esta etapa dura.
El Partido FARC se queja de la lentitud o del incumplimiento de lo acordado, ¿qué hacer ahora?
Nosotros estimulamos que haya más avances en otros puntos del Acuerdo. Hay que recordar que el Acuerdo es integral, que tiene varios puntos y son interdependientes, hay puntos que son importantes para que los beneficios lleguen a las víctimas, a las comunidades que necesitan ver los beneficios de la paz. Eso lo promuevo como voz de secretario general.
¿Cuál es el impacto de la decisión de “Iván Márquez” y otros mandos medios de irse a la disidencia?
Nosotros en su momento expresamos que no había justificación alguna para esa decisión, que la condenamos y rechazamos en los términos más enérgicos posibles. Rescatamos el gran número de excombatientes que siguen comprometidos con el proceso: más del 90 %, eso es lo que hay que proteger. Los que tomaron el camino equivocado de rearmarse es un número no muy grande, es cierto que hay figuras que tuvieron una función importante en el proceso, pero hasta ahora el impacto es más mediático. Hay algo muy interesante: la comunidad internacional, el Gobierno, las Farc y los actores nacionales hemos hecho una convergencia para proteger lo que tenemos, para hacer más esfuerzos para acelerar la implementación del Acuerdo. Hay similitud en el mensaje del presidente Iván Duque con el de Rodrigo Londoño, con el nuestro, con el de la Unión Europea, eso hay que destacarlo y aprovecharlo. Es una oportunidad fantástica.
(Podría interesarle: ONU, “profundamente” preocupada por la seguridad de los excombatientes)
Algunos han alertado por una desbandada de excombatientes hacia la disidencia, ¿cree que puede pasar?
La mejor medida es implementar el Acuerdo de Paz en todos sus aspectos. Los excombatientes que están en los ETCR, los que están en las nuevas áreas y los que siguen su proceso en lo individual están en riesgo. Hay disidentes, hay otros grupos, están bajo constantes amenazas y ofertas para irse de vuelta a la guerra. ¿Qué se puede hacer para minimizar el riesgo? Hay que tener más y mejores proyectos productivos para que vean que hay seguridad económica y social, hay que protegerlos en su seguridad física. En los ETCR el esquema ha sido exitoso, lo he reconocido. Hay que ampliar las medidas de seguridad para protegerlos fuera de esos espacios, hay que darles seguridad jurídica. El mejor antídoto en el presente, en el pasado y en el futuro es implementar el Acuerdo.
¿Cómo funciona la Misión?
Somos un poco menos de 500 personas, cerca de 150 están en Bogotá y 350 en los territorios, tenemos 10 oficinas regionales y 7 subregionales, tenemos 19 equipos desplegados en territorio, algunos cercanos a los ETCR para verificar de manera detallada y precisa cómo va la reincorporación. El despliegue se hace de acuerdo con las dinámicas de la reincorporación, hay cerca de 3.500 que están en los espacios, pero otros 8.000 están desplegados en otras áreas.
¿Ustedes hacen seguimiento detallado a los excombatientes que están fuera de los ETCR?
Tenemos acceso amplio gracias a los registros que tiene la ARN, ese trabajo coordinado nos permite desplegarnos y acceder a esos excombatientes.
¿Pueden dar fe de que están en el proceso?
Absolutamente.
¿Habrá tercer mandato?
El Consejo de Seguridad hace evaluaciones constantes cada tres meses con los avances, voy a Nueva York a presentarlos y como tenemos un mandato a un año, antes de ese año se hará una evaluación de cómo van esos avances. Con base en eso se determinará la temporalidad de nuestra estadía y se podrá recalibrar o ajustar el mandato. Lo puede ampliar, reducir o focalizar.
(Lea también: ONU y OEA rechazan anuncio de rearme de disidente de las antiguas Farc)
El Acuerdo prevé que ustedes deben monitorear el tema de las sanciones propias que cumplirán los comparecientes de las Farc ante la JEP y su compromiso de reparación a las víctimas. ¿Cuándo empezará ese monitoreo?
En su momento el Consejo de Seguridad evaluará los avances y las áreas que requieren que la Misión trabaje. Un tema como el que comenta puede ser parte de esa evaluación y en consulta con las partes determinará. Al estar en el Acuerdo hay una voluntad de las partes para que sea así, pero dado que ese tema no está listo para accionarse, el Consejo no ha visto la necesidad de esa evaluación.
Esta semana que termina, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas anunció la extensión, por un año más, del mandato para la Misión de Verificación al Acuerdo Final firmado entre el Estado y las Farc. El mexicano Carlos Ruiz Masseiu explica qué viene de aquí en adelante y hace su balance sobre la implementación a dos años del desarme de la exguerrilla.
¿Qué significa la extensión del mandato de la Misión?
Significa varias cosas: el compromiso de las partes para seguir implementando el Acuerdo. Recordemos que hay una carta que transmite la voluntad del Gobierno y de las Farc para que la ONU los siga acompañando. Segundo, significa la confianza en Naciones Unidas para que siga verificando los dos puntos que son específicos del mandato. Tercero, significa el compromiso de la comunidad internacional de acompañar el proceso de paz, la confianza que tiene el Consejo de Seguridad. No se puede olvidar que es un apoyo unánime, no en todos los casos sucede. Para el Consejo de Seguridad, Colombia sigue siendo un ejemplo, es algo que hay que proteger, es una apuesta y confiamos en que se llegará a una buena conclusión en la implementación del proceso de paz.
Ese mensaje de optimismo se estrella con el pesimismo que hay en el país. Se percibe que el Acuerdo es muy frágil y está en su peor crisis.
Hay que hacer un recordatorio de todo lo que se ha logrado y que a veces se nos olvida: las vidas salvadas, una dejación de armas y un cese al fuego exitoso, unas Farc convertidas en partido político, con representación en el Congreso y que es parte de la normalidad democrática de Colombia. Tenemos retos en las elecciones que vienen. Este es un recordatorio de todas esas ganancias que hay que proteger, un recordatorio de que estos procesos son muy largos, muy lentos, que tienen altas y bajas, que vamos a experimentar más momentos críticos y hay que convertirlos en oportunidades. Tenemos que reforzar la implementación integral del Acuerdo de Paz. No tenemos ninguna duda de que el proceso va a hacia adelante, en los momentos bajos es que hay que sacar la creatividad.
(Podría interesarle: Consejo de Seguridad de la ONU renovó el mandato de la Misión de Verificación en Colombia)
El problema es que esos bajos se manifiestan en una oleada de violencia muy fuerte. Pasamos de tener las elecciones más tranquilas en toda la historia a tener unas elecciones marcadas por los asesinatos y las intimidaciones.
En el tema que hay retos mayores es en el de seguridad, por los excombatientes, por los líderes sociales y ahora por las campañas electorales. Hay que redoblar esfuerzos en cuanto a medidas de protección a los partidos políticos, a los candidatos, hay que confiar que de aquí a las elecciones de octubre haya resultados concretos en esas medidas. Fuimos testigos de la firma del pacto nacional para la no violencia en las elecciones que promovió el Consejo Nacional de Paz. Ese pacto debe traducirse en compromisos concretos. Tengo la confianza de que vamos a pasar esta etapa dura.
El Partido FARC se queja de la lentitud o del incumplimiento de lo acordado, ¿qué hacer ahora?
Nosotros estimulamos que haya más avances en otros puntos del Acuerdo. Hay que recordar que el Acuerdo es integral, que tiene varios puntos y son interdependientes, hay puntos que son importantes para que los beneficios lleguen a las víctimas, a las comunidades que necesitan ver los beneficios de la paz. Eso lo promuevo como voz de secretario general.
¿Cuál es el impacto de la decisión de “Iván Márquez” y otros mandos medios de irse a la disidencia?
Nosotros en su momento expresamos que no había justificación alguna para esa decisión, que la condenamos y rechazamos en los términos más enérgicos posibles. Rescatamos el gran número de excombatientes que siguen comprometidos con el proceso: más del 90 %, eso es lo que hay que proteger. Los que tomaron el camino equivocado de rearmarse es un número no muy grande, es cierto que hay figuras que tuvieron una función importante en el proceso, pero hasta ahora el impacto es más mediático. Hay algo muy interesante: la comunidad internacional, el Gobierno, las Farc y los actores nacionales hemos hecho una convergencia para proteger lo que tenemos, para hacer más esfuerzos para acelerar la implementación del Acuerdo. Hay similitud en el mensaje del presidente Iván Duque con el de Rodrigo Londoño, con el nuestro, con el de la Unión Europea, eso hay que destacarlo y aprovecharlo. Es una oportunidad fantástica.
(Podría interesarle: ONU, “profundamente” preocupada por la seguridad de los excombatientes)
Algunos han alertado por una desbandada de excombatientes hacia la disidencia, ¿cree que puede pasar?
La mejor medida es implementar el Acuerdo de Paz en todos sus aspectos. Los excombatientes que están en los ETCR, los que están en las nuevas áreas y los que siguen su proceso en lo individual están en riesgo. Hay disidentes, hay otros grupos, están bajo constantes amenazas y ofertas para irse de vuelta a la guerra. ¿Qué se puede hacer para minimizar el riesgo? Hay que tener más y mejores proyectos productivos para que vean que hay seguridad económica y social, hay que protegerlos en su seguridad física. En los ETCR el esquema ha sido exitoso, lo he reconocido. Hay que ampliar las medidas de seguridad para protegerlos fuera de esos espacios, hay que darles seguridad jurídica. El mejor antídoto en el presente, en el pasado y en el futuro es implementar el Acuerdo.
¿Cómo funciona la Misión?
Somos un poco menos de 500 personas, cerca de 150 están en Bogotá y 350 en los territorios, tenemos 10 oficinas regionales y 7 subregionales, tenemos 19 equipos desplegados en territorio, algunos cercanos a los ETCR para verificar de manera detallada y precisa cómo va la reincorporación. El despliegue se hace de acuerdo con las dinámicas de la reincorporación, hay cerca de 3.500 que están en los espacios, pero otros 8.000 están desplegados en otras áreas.
¿Ustedes hacen seguimiento detallado a los excombatientes que están fuera de los ETCR?
Tenemos acceso amplio gracias a los registros que tiene la ARN, ese trabajo coordinado nos permite desplegarnos y acceder a esos excombatientes.
¿Pueden dar fe de que están en el proceso?
Absolutamente.
¿Habrá tercer mandato?
El Consejo de Seguridad hace evaluaciones constantes cada tres meses con los avances, voy a Nueva York a presentarlos y como tenemos un mandato a un año, antes de ese año se hará una evaluación de cómo van esos avances. Con base en eso se determinará la temporalidad de nuestra estadía y se podrá recalibrar o ajustar el mandato. Lo puede ampliar, reducir o focalizar.
(Lea también: ONU y OEA rechazan anuncio de rearme de disidente de las antiguas Farc)
El Acuerdo prevé que ustedes deben monitorear el tema de las sanciones propias que cumplirán los comparecientes de las Farc ante la JEP y su compromiso de reparación a las víctimas. ¿Cuándo empezará ese monitoreo?
En su momento el Consejo de Seguridad evaluará los avances y las áreas que requieren que la Misión trabaje. Un tema como el que comenta puede ser parte de esa evaluación y en consulta con las partes determinará. Al estar en el Acuerdo hay una voluntad de las partes para que sea así, pero dado que ese tema no está listo para accionarse, el Consejo no ha visto la necesidad de esa evaluación.