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La semana pasada, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) fue hasta Dabeiba (Antioquia) en busca de 45 cuerpos de civiles que fueron asesinados y presentados como bajas en combate, de acuerdo con las versiones de los militares de la Brigada XI que hoy están acogidos a esta justicia. La noticia no era un asunto menor, incluso, se afirmó que se trataba de la fosa más grade de los mal llamados “falsos positivos”, como se les llama a las ejecuciones extrajudiciales.
Sin embargo, en medio de revuelo, salieron otros casos denunciados años atrás en otros medios de comunicación, que daban cuenta de que habría fosas de este tipo, incluso, más grandes. Ese fue el caso de Sincé, Sucre. En 2012, la Revista Cromos reportó que los habitantes de este municipio denunciaron cómo la Fuerza de Tarea Conjunta Sucre, que instaló el expresidente Álvaro Uribe Vélez por petición de los ganaderos, llevaba hasta su cementerio decenas de cadáveres como no identificados, al punto que coparon las 50 bóvedas que tenía este pueblo de apenas 40.000 habitantes.
(Lea la historia de Cinsé aquí: El pueblo que desbordó su cementerio con falsos positivos)
Lo cierto es que la tarea de dar estos diagnósticos y buscar a los más de 80.000 desaparecidos del país, según el Centro Nacional de Memoria Histórica, está en manos de la Unidad de Búsqueda de Personas (UBPD), que ya lleva dos años de funcionamiento. Su directora, Luz Marina Monzón, asegura que se debe tener precaución con este tipo de afirmaciones, pues aún no hay suficiente información para contrastar, aunque insiste en que es un gran paso para el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que se creó tras el Acuerdo de Paz y dentro del cual están la Unidad, la JEP y la Comisión de la Verdad.
Si se comprueba, ¿el cementerio de Dabeiba sería la fosa más grande de falsos positivos?
Creo que esto que acabó de ocurrir en Dabeiba es una muestra de la dimensión de la complejidad y de la magnitud de la desaparición de personas en el país. Pero también la complejidad del abordaje de los lugares donde pueden estar. Yo no me atrevería a decir, frente a tanta ausencia de información, que esta es la fosa más grande de este tipo de crimen. Y es muy difícil afirmarlo porque en el país ni siquiera tenemos una cifra concreta de cuántas personas están desaparecidas, incluidas las categorizadas dentro de los falsos positivos. Para eso, tendríamos que decir que tenemos datos, pero eso no se ha consolidado. Ahora, sí es un avance sumamente importante porque nos ayuda a visualizar la magnitud del problema.
¿Tiene información de fosas de este tipo?
Tenemos información de fosas en distintas partes del país. De hecho, las personas hablan de zonas como el Guaviare, donde se denuncia que hay múltiples fosas de personas desaparecidas, incluyendo ejecuciones extrajudiciales. Pero también nos han hablado de Córdoba, Cesar, Norte de Santander y Putumayo. Ese es uno de los escenarios de la unidad. Nuestro deber es hacer un trabajo metódico, sistemático y planificado para identificarlas y así actuar responsablemente para encontrar a los desaparecidos.
¿Por qué temerles a estas afirmaciones?
Hay que saber balancear la información y tener cuidado en no causarle daños a las víctimas, quienes ya sufren mucho. Creo que es muy importante dar información que se están encontrando cuerpos, que puede corresponder a este tipo de crímenes, pero es necesario explicarle a la sociedad que este hallazgo es un primer paso en una cadena de acciones que hay que desarrollar para que se pueda determinar quiénes son esas personas desaparecidas.
¿Qué sigue después de esta exhumación?
Un primer paso fue encontrar los cuerpos. Otro paso será determinar y hacer un análisis forense para identificar las características de estos. Luego se deberá determinar si esos cuerpos tienen información reportada de sus familiares y si esta es suficiente. Finalmente, constatar esa identificación de manera fehaciente, para dar una entrega digna.
(Puede interesarle: Entienda por qué la JEP empezó a desenterrar cuerpos en Dabeiba)
¿Cuánto puede tardar esa identificación?
Eso depende de la calidad y la disponibilidad de la información. Si estas personas están reportadas, si sus familias ya han entregado toda la información y esos datos están sistematizados, organizados y decantados dentro del sistema del Estado, pues no tanto tiempo. No me atrevo a decir una cifra. Pero la verdad es otra. Nosotros como UBPD hemos venido verificando que en la mayoría de los casos no está completa. Y que, si bien está reportada, no está sistematizada porque está segmentada en las mismas instituciones. El trabajo es enorme.
¿Qué es lo importante de esta exhumación para usted?
Me parece importante que se haya encontrado los cuerpos para planificar el camino para hallar a los familiares de esas personas asesinadas.
¿Qué papel jugará la UBPD en el caso de Dabeiba, pues ustedes no exhumaron esos cuerpos?
Nosotros en el caso de Dabeiba estamos como observadores. Lo que pasó en el municipio es una diligencia judicial, porque hace parte de un caso de la JEP, que tiene como objetivo determinar responsabilidades en relación con ejecuciones extrajudiciales. Entonces ahí toda la información que recolectó la JEP tiene carácter probatorio. Como ustedes saben, la Unidad de Búsqueda es una entidad extrajudicial. Las pruebas que hubiésemos recolectado no hubieran podido ser tenidas en cuenta en la Jurisdicción. Y eso hubiera afectado la misión de la JEP, porque ellos necesitaban recolectarlas. ¿Qué seguiremos haciendo con este paso tan importante que se ha dado? Buscaremos a los familiares, verificaremos la información disponible y trataremos de consolidar aquella que falta para su identificación.
(Lea también: En busca de los 45 falsos positivos en el cementerio de Dabeiba (Antioquia))
¿Pero no se supone que ustedes deben funcionar como Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, así tengan un mandato distinto?
Por eso valoro tanto lo que acaba de hacer la JEP. Esto contribuye mucho a la labor de la Unidad de Búsqueda ¿cómo? la información que ellos recolecten, nos la deben entregar para que nosotros desarrollemos la tarea de búsqueda. Ellos encontraron unos cuerpos, pero ahí no se agota el proceso. Esa ruta que empezaron es fundamental para que nosotros planifiquemos. Es un punto de inicio concreto que ayuda e ilumina nuestros planes regionales para relacionar estos hallazgos con estos reportes de desaparecidos. En Antioquia hablamos de 20.000 personas. El universo es grande. La integralidad del sistema se ve favorecida con esto que está pasando: cómo una labor judicial impulsa el trabajo de un mecanismo extrajudicial.
¿Cuándo va a empezar la Unidad de Búsqueda a buscar, a exhumar?
Nosotros hace mucho rato empezamos la búsqueda con la formulación de planes regionales y la del Plan Nacional de Búsqueda. En estos momentos tenemos en marcha doce de ellos, en Chocó, Meta, Cundinamarca, Cesar, Caquetá. Son planes que están recolectando la información, cruzándola, identificando a las personas desaparecidas. Estamos empezando con el proceso de verificación para saber a quiénes estamos buscando. En la JEP el camino es distinto. Acá llegan a los lugares a encontrar cuerpos y ahora hay que echar para atrás para saber a quiénes pueden corresponder.