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A finales del año pasado, El Espectador le hizo una entrevista al director del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), Darío Acevedo, y le preguntó sobre quién sería el nuevo director del Museo de Memoria de Colombia, pues para entonces ya sonaba Fabio Enrique Bernal Carvajal, como efectivamente se confirmó el lunes pasado con su posesión en el cargo. En ese momento, la periodista le consultó a Acevedo si Bernal era el profesional más idóneo para interpretar el mundo diverso de víctimas que ha dejado el conflicto armado, teniendo en cuenta su amplia trayectoria como museógrafo o museólogo de las Fuerzas Armadas, entre ellas, el Ejército, la Policía y la Escuela Superior de Guerra.
“Ese no es ningún pecado, es una expresión de experiencia. Además, hay que entender que los museos militares no son ilegales, no es algo de lo que uno pueda sentirse acomplejado”, respondió el director Acevedo. No obstante, para un grupo significativo de víctimas de crímenes de Estado como las ejecuciones extrajudiciales y otros crímenes del conflicto como masacres paramilitares y tomas guerrilleras, de tener ese mismo énfasis en su nuevo cargo, iría en contravía de los museos de memoria o sitios de conciencia que, como el Derecho Internacional Humanitario, establecen que estos lugares deben ser espacios para reconocer a las víctimas de todos los sectores y no para exaltar a ningún combatiente de la guerra, como lo son las Fuerzas Militares. Así lo sostuvo Mónica Leda, vocera de la Red Colombiana de Lugares de Memoria que tiene su asiento en Tumaco y ayer, en una carta pública, manifestó su salida del CNMH, por considerar que su director, Rubén Darío Acevedo, no suscribe los principios mínimos que les den garantías para su ejercicio de memoria.
Esta organización, que agrupa a 35 lugares de memoria del país, donde ocurrieron diferentes eventos de la guerra, respaldó con esta decisión la expulsión del CNMH por parte de la red internacional más importante de Sitios de Conciencia, que se conoció esta semana, e insistió en las renuncias de Darío Acevedo y el recién nombrado para dirigir el Museo de la Memoria: Fabio Enrique Bernal Carvajal.
En ese ambiente de tensión llega a trabajar Bernal, de 38 años, quien, según la hoja de vida que publicó el CNMH, tiene dos pregrados, uno en diseño industrial y otro en derecho, y una maestría en museología y gestión del patrimonio en la Universidad Nacional. Entre 2008 y 2012, según el documento, trabajó en la Fundación Universitaria Área Andina como docente, y luego, fue evaluador en la facultad de Artes de la Universidad Nacional. En 2012 se graduó de la maestría en museología y para 2014 continúo laborando, pero, esta vez, dentro del Ministerio de Defensa en la jefatura de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos. Este año tuvo un contrato de prestación de servicios como diseñador industrial y museólogo para realizar la Coordinación Museográfica de la Sala de Memoria y Dignidad de la Fuerza Pública Sargento Primero Libio José Martínez Estrada, del Museo Militar. Su título de derecho lo obtuvo en 2017.
Un año antes, empezó a ejercer como museólogo siendo empleado en la Escuela Superior de Guerra durante cuatro meses, como Museólogo del Centro de Investigación en Conflicto y Memoria Histórica Militar de la Escuela Superior de Guerra. Posteriormente, fue museólogo de la Unidad Policial para la Edificación de la Paz (Unipep) hasta noviembre de 2018. Igualmente, cuando trabajó con la Fundación Visiva, se desempeñó como coordinador general de la Bienal de Venecia de Bogotá para las ediciones de 2008 y 2010, que obtuvo el premio “Amor por Bogotá”. Según su hoja de vida, Bernal también desarrolló proyectos de investigación y participó en la implementación general de los procesos museológicos y museográficos del Museo de Venecia.
Es por esta amplia experiencia como museólogo de las Fuerzas Armadas que varias organizaciones de víctimas cuestionan de entrada su imparcialidad para construir un museo que agrupe la mayoría de las voces de quienes han padecido la guerra.
“En este momento, el director del Centro de Memoria está desconociendo el trabajo que ya se había hecho en la construcción de un guion para lo que será el museo. Las víctimas no pueden ser simples espectadores de la exposición de lo que será el museo. Sin embargo, lo que más nos preocupa en este momento es el decreto reglamentario de cómo va a quedar la dirección del museo. Es decir, si éste queda con una participación mínima, como ocurre en este momento, de dos representantes de las víctimas, la memoria va a seguir en manos de los gobiernos de turno”, dice Mónica Leda, la vocera de la Red Colombiana de Lugares de Memoria.
El lunes pasado, después de su posesión, una comunicación del CNMH también resaltó la hoja de vida de Bernal y reseñó su paso por las Fuerzas Armadas como asesor de museos de memoria: “Igualmente ha liderado el diseño, creación y producción de exposiciones para diferentes instituciones de la Fuerza Pública, bajo el convencimiento de la importancia de una construcción plural de la memoria histórica y la escucha de diferentes actores como paso fundamental para forjar una nación incluyente”. A renglón seguido Bernal añadió: "Estoy convencido de la importancia para el país de la construcción plural de la memoria histórica y la defensa del patrimonio cultural para forjar una Nación incluyente y en paz. El Museo de Memoria de Colombia es un compromiso del país con las víctimas, con la sociedad”.
(También lea: Víctimas protestarán en el acto de la primera piedra del Museo de Memoria)
Sobre su paso por la creación de museos de memoria de las Fuerzas Armadas y otros interrogantes sobre su visión de lo que será el Museo, este diario intentó contactarlo. Sin embargo, no fue posible obtener una respuesta. Por lo pronto, varias preguntas siguen abiertas: ¿Cómo sorteará las desconfianzas que les genera a un sector amplio de víctimas civiles su cercanía y trabajo en la exaltación de la memoria de las Fuerzas Armadas? ¿Cuál es su visión del conflicto armado en Colombia?
Las preocupaciones de un sector importante de víctimas sobre el Museo de la Memoria, que han reforzado con este nombramiento, tienen asidero también en la Ley de Veteranos, que sancionó el presidente Iván Duque el año pasado. En ella, quedó asignado un espacio dentro del Museo de la Memoria para exaltar el heroísmo de los veteranos de guerra. En agosto, organizaciones de derechos humanos demandaron la ley por considerarla inconstitucional porque pasaba por encima del mandato de la Ley de Víctimas y porque podría caer en una memoria “oficialista” que niega que la Fuerza Pública ha sido actor directo y ha cometido graves violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado.
Por ahora, este miércoles, como está anunciado, Bernal y Acevedo, teniendo como anfitrión al presidente Iván Duque, pondrán lo que han llamado la primera piedra para el inicio de la infraestructura del Museo de Memoria de Colombia, cuya construcción está demorada porque el Centro Nacional de Memoria Histórica aún no cuenta con el saneamiento de los predios, cuya titularidad sigue siendo del Distrito, ni con los pliegos de contratación por parte de la inmobiliaria Virgilio Barco.