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Tres comandantes de la guerra en Colombia, que actuaron desde orillas opuestas y como enemigos, asumieron de manera voluntaria ante la Comisión de la Verdad que sí cometieron desapariciones forzadas de personas durante el conflicto armado para borrar las evidencias de otros delitos como secuestros, homicidios, torturas y agresiones sexuales. Ellos fueron el excomandante del Gaula Casanare, el mayor Gustavo Soto Bracamonte, el excomandante del Bloque Calima y Bananeros de las AUC, José Éver Veloza, conocido en la guerra como ‘H.H’; y el excomandante del Bloque Sur de las Farc, José Benito Ramírez, o ‘Fabián Ramírez’.
Las declaraciones de los tres comandantes y su compromiso con la reparación a las víctimas de este delito quedaron recogidas en un video difundido por la Comisión de la Verdad este martes.
“En mi unidad, el Gaula Militar Casanare, se presentaron desapariciones forzadas y hoy quiero manifestarles que he aceptado mi responsabilidad y quiero contribuirle a la verdad a las víctimas buscando las personas que se encuentran desaparecidas”, afirmó el excomandante Soto Bracamonte, quien ha hablado ante la JEP sobre las más de 80 ejecuciones extrajudiciales que cometió esta unidad militar entre junio de 2006 y ocubre de 2007.
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En el video, el militar retirado contó que a cada muerto que traía la unidad a su mando se le desaparecían sus documentos para que fuera más difícil la identificación, y que permitió que se realizara esta acción porque siempre quiso mantenerse entre las mejores diez unidades del Ejército. Como medida de reparación y aporte a la verdad, aseguró que presentará los documentos con las actas de levantamiento de los cuerpos presentados como N.N. e informes de las misiones tácticas donde está definida el área donde se desarrolló, para buscar a las personas en estos lugares.
De igual manera se expresó Veloza, quién les reiteró a las víctimas su compromiso con la verdad a través de Justicia y Paz y les pidió de nuevo perdón. Él se encargó de promover la creación de grupos paramilitares en el Urabá antioqueño. Según la justicia, tuvo respondabilidad de más de 1.200 muertes de hombres y mujeres en esa zona y fue quien lideró la masacre por la cuenca del río Naya en abril de 2001.
“Todo lo que hicimos no tiene ninguna justificación. Desaparecimos muchas personas porque cuando se les daba muerte en los pueblos y veredas se dejaban ahí, pero la Fuerza Pública nos dijo que los desapareciéramos para que no subieran los índices de homicidio”, contó.
José Benito Ramírez, conocido en la guerra como ‘Fabián Ramírez”, hace parte del grupo de la exguerrilla de las Farc que sigue comprometido con la implementación del acuerdo de paz. Fue miembro del Estado Mayor y segundo al mando del Bloque Sur, que operó en Caquetá, Putumayo y parte del Huila, principalmente. Uno de los crímenes por el cual se le conocen es la toma a Las Delicias, en Putumayo, el 30 de agosto de 1996, donde murieron más de 27 militares. “Hubo muchos soldados que desaparecieron y yo veía que las madres llegaban, sobre todo a San Vicente del Caguán, a buscar alguna respuesta del paradero de sus seres queridos. Desde ahí sentí que había la necesidad de empezar a dar una respuesta”, señaló Ramírez.
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Se comprometió a aportar información del paradero de las víctimas que fallecieron y desaparecieron por las acciones de su frente y a trabajar de la mano con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) para encontrarlos.
El video, según el comisionado Carlos Beristain, lo grabaron de manera voluntaria los tres excomandantes, pero se hizo bajo tres criterios: que tuviera un alto grado de verdad y sinceridad, información significativa y que aportara a una verdad que explique las causas y los mecanismos que hicieron posible la desaparición forzada.
“Dos cosas han hecho posible que esta problemática permanezca oculta: un pacto de silencio entre los responsables y una práctica de insensibilidad, de no ser conscientes de las consecuencias dramáticas que tiene la desaparición en las familias y la sociedad”, afirmó el comisionado.
La Comisión de la Verdad espera que este acto de reconocimiento sea el primer paso para que otros responsables contribuyan al esclarecimiento de la verdad del conflicto armado.
La comisionada Alejandra Miller también señaló que el video es el resultado de la incidencia de organizaciones sociales y mujeres para visibilizar este delito. “En Pasto las mujeres nos contaban que les decían locas y mentirosas, que estaban diciendo cosas que no existen en este país, pero escuchar hoy a estos tres responsables es una evidencia de que estas mujeres estaban mostrando que la desaparición forzada en Colombia sí existe. Es un reconocimiento a ellas y a la dignidad de quienes buscan a sus familiares”, agregó.
Hay que resaltar que los aportes que hagan actores involucrados en la guerra a la Comisión de la Verdad son extrajudiciales y los detalles de los casos son confidenciales. Si tienen que ver con casos de desaparición forzada podrán pasar a la UBPD, donde recibirán el mismo tratamiento y sus aportes podrán servir para comenzar el proceso de búsqueda. La información tiene fines humanitarios y no podrá acarrear en procesos penales en la justicia ordinaria o en la Jurisdicción Especial para la Paz. Lo que sí puede pasar es que la JEP tenga en cuenta el aporte de los comparecientes para evaluar su nivel de compromiso individual con el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.