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Por Sandra Mazo *.
La violencia no es connatural a nuestra esencia, nos la han impuesto, son la huella histórica y cultural que la dominación ha sembrado contra nuestros pueblos para perpetuarse en el poder. Y esa violencia comenzó a instalarse a partir de nuestros cuerpos, especialmente en los cuerpos de las mujeres, los afro, los indígenas, los niños y niñas; aquellos cuerpos en los que todas las estructuras de poder, llámese religión, Estado, familia, sociedad, patriarcado, etc., se lo han apropiado, expropiado y violentado para legitimarse y adueñarse de nuestra esencia, de nuestra historia y de nuestra dignidad.
En consecuencia, no son un asunto menor aquellas violencias que ocurren cotidiana y soterradamente contra el cuerpo, la sexualidad y la vida de las mujeres, y que a través de las otras violencias se pretenden silenciar o “normalizar”. Es precisamente esta violencia simbólica, de común ejercicio por el poder y tan incorporada social y culturalmente, la que se quiere visibilizar a través de este artículo, pues cabe la certeza que esa violencia se puede prevenir, eliminar y por supuesto, desacostumbrarnos a ella.
Esta violencia contra el cuerpo, la vida y la salud sexual de las mujeres, se ha alimentado a partir del control de la sexualidad, la negación del placer femenino y la imposición de la reproducción como el destino único de ser mujer; por lo tanto, se ha estructurado desde la naturalización de la desigualdad de género, a través de la restricción en el pleno disfrute de los derechos sexuales y reproductivos, y por ende, de la autonomía para decidir sobre éstos. Sin duda, asuntos tan esencialmente humanos como son la salud y los derechos sexuales y reproductivos, constituyen también uno de los factores que generan desigualdad y violencia estructural contra las mujeres; de ahí que sean tan necesarias las transformaciones culturales, las políticas públicas, los compromisos estatales y medidas integrales para superar definitivamente una problemática que puede prevenirse y evitarse.
Hasta cuándo el Estado y la sociedad van a seguir siendo omisivos, indolentes e indiferentes ante la situación de tantas mujeres y niñas atrapadas en el círculo de la pobreza, la falta de educación, de salud y de oportunidades de empleo digno, debido a la imposición de maternidades tempranas, embarazos forzados, falta de educación integral en salud sexual y reproductiva y de acceso a la anticoncepción, teniendo que sacrificar o postergar proyectos de vida por tener que asumir exclusivamente el rol tradicional impuesto a las mujeres.
En general, el marco de problemáticas asociadas a los derechos sexuales y reproductivos es bastante amplio; sin embargo, es importante resaltar que en los últimos 15 años se ha avanzado en una normatividad garantista de estos derechos, quedando aún grandes desafíos, especialmente sociales, culturales y de implementación de políticas públicas que garanticen la plena realización de los Derechos Sexuales y Reproductivos en una perspectiva que reconozca la autonomía y el derecho a decidir de las mujeres.
Es el momento de hacer posible que el 50,5% de los hijos e hijas que nazcan en Colombia no sean producto de embarazos no deseados; lo esperable es que todas las personas, puedan vivir una sexualidad libre, responsable y placentera; y que la reproducción sea una opción no una obligación. Por ello, invitamos a quienes aspiran a gobernar nuestro país, para que asuman frente a estas temáticas, un compromiso real que permita romper la espiral de violencia estructural que tenemos en Colombia. Solo así, el ejercicio de nuestros derechos podría llevarnos por senderos que dignifiquen la vida y nos desacostumbren de la violencia. Solo así, en los próximos años podríamos sentar las bases de una sociedad que avanza presurosa hacia sus mejores días, en los que se construya la paz y los derechos sean una realidad para todas y todos.
* Directora de Católicas por el Derecho a Decidir – Colombia, una de las organizaciones convocantes al Foro Presidencial Las Mujeres Preguntan que ser realizará en Bogotá el próximo 8 de mayo.
Nota: Las preguntas que se realicen a las y los candidatos, en el marco del Foro, podrán ser elegidas, hasta el jueves 4 de mayo, por las colombianas residentes en Colombia o en el exterior, en la encuesta virtual que se aloja en el siguiente link: https://goo.gl/forms/WIMmTpGbapWwFyQ32
Así mismo, El Foro Las Mujeres Preguntan será transmitido via live streaming a través del facebook de la Red Nacional de Mujeres.