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El amor de una pareja que es separada por el conflicto colombiano inspiró a Orlando Pardo para hacer Alma de héroe, película que se puede ver en cines desde el 2 de mayo. Aunque es una historia que se desarrolla en medio de la guerra, el cineasta asegura que no es otra cinta de guerra y más bien la clasifica como una historia de amor al mejor estilo de Shakespeare, pues la premisa sigue la narrativa clásica de la tragedia de dos enamorados que deben separarse por razones ajenas a su voluntad.
El filme se estrena en un momento en el que el país debate el futuro del proceso de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc, una coincidencia porque la fecha de lanzamiento estaba programada desde hace tiempo. El objetivo no es hacer reflexionar sobre lo bueno o malo que deja el conflicto, sino humanizar un tema que generalmente es expuesto desde los medios de comunicación por medio de cifras respecto al valor de las pérdidas materiales, el costo militar, la cantidad de gente que está involucrada o el saldo de muertos. Todos esos números carecen de humanidad porque, aunque a veces se da el nombre de las víctimas, rara vez se ofrece un perfil completo para saber en realidad quién era esa persona.
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Es por eso que Pardo, al conocer esta historia de la vida real, decidió llevarla a la pantalla grande y darles así, en cierto modo, rostro y sentimientos a los soldados. “No quería tocar ningún tema político, ni tampoco quiero que esto se vea como la vida de un soldado. No. Es la vida de un ser humano que está en esa situación. Podría ser la vida de un muchacho que está en el fútbol o ser un celador”, dice el realizador que durante muchos años hizo parte de la televisión nacional en producciones como Eternamente Manuela, El precio del silencio o Retratos. Como director debutó hace doce años con Karmma, el peso de tus actos y luego se dedicó a la publicidad, medio que le dio la oportunidad de trabajar en una campaña con militares, y fue allí donde tomó conciencia de que ellos también son seres humanos.
“Conocimos una historia muy linda de dos subtenientes que se volvieron muy amigos estando en la escuela militar y de ahí para allá vivieron un suceso que fue lo que nosotros volvimos película”, dice Pardo, quien define su obra como “el amor en medio de la guerra”.
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Alma de héroe está diseñada para que el espectador se confronte y no tanto para agradar a la crítica o a los amigos. De hecho, la película está tan pensada y calculada que el director tiene la frase exacta que define su proceso creativo: “No quiero hacer cine donde la gente tenga que entrar a pensar, yo quiero hacer cine donde la gente entre a entretenerse, a divertirse, a sentir y salga pensando”.
Si bien el filme es entretenido, fácil de ver y cuenta una historia relativamente sencilla, la de dos enamorados distanciados también proyecta la guerra cruda. Por minutos el espectador queda sumergido en los sonidos de los helicópteros, las balas, las bombas, los gritos de los soldados pidiendo ayuda y se enfrenta a imágenes que huelen a muerte y miedo. Estas escenas difíciles de ver son necesarias, en palabras del director, para forjar una historia sólida, real y verosímil de lo que sucede en las selvas colombianas.
Sin embargo, tal vez la premisa más importante que trata la película es que el conflicto no solo lo enfrentan los militares o los guerrilleros, sino todo el círculo de seres queridos, porque esa angustia que siente el soldado que debe batallar en el monte se transforma en incertidumbre para la familia, pues el no tener certeza de lo que sucede con alguien que se quiere es de las peores agonías que puede sentir el ser humano. Por eso mismo el director piensa que el filme gustará mucho a las mujeres y serán ellas las que impulsarán la taquilla por medio del voz a voz.
“Esta pieza es como la explicación de lo que sucede en el monte, de todo lo que viven estos muchachos y yo como civil no lo sabía. Estoy seguro de que muchos van a ver situaciones que no se imaginan”, sostiene el realizador.
El espectador de Alma de héroe también encontrará otra historia de trasfondo que está narrada sutilmente por medio de la fotografía: el paisaje colombiano. Orlando Pardo y su equipo viajaron por gran extensión del país para captar con la cámara la belleza de La Guajira, el Putumayo, Caquetá, Amazonas y Tolima. Los colores vivos y los planos de las tomas presentan un país rico en biodiversidad.
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La música también juega un papel fundamental, porque se fusiona con la imagen para sensibilizar al espectador. Juanes interpreta las canciones Me enamora y Volverte a ver, aunque esta última fue grabada en una nueva versión acústica de la mano de Emmanuel Briceño, uno de los más reconocidos compositores del país.
Alma de héroe, protagonizada por Jorge Soto, Stephanie Abello, Lincoln Palomeque, Linda Lucía Callejas y Tiberio Cruz, llega a recargar la cartelera de cine en Colombia que por estos días está plagada de historias extranjeras. Con este estreno el director desea enfrentar y confrontar una realidad sobre la violencia nacional que fluctúa entre los diversos grupos armados.