Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El asesinato de líderes y lideresas sociales en Colombia no da tregua. En menos de 48 horas se registró la muerte violenta de tres líderes en el país. Luz Miriam Vargas Castaño, mujer indígena del resguardo Avirama ubicado en Paéz (Cauca), fue asesinada este viernes 26 de junio. Tenía 39 años, hacia parte de la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas Nasa Çxhãçxha y lideraba el proyecto productivo “PazAdentro”, que promueve emprendimientos de habitantes de esta comunidad con la financiación del Fondo Europeo Para la Paz.
Miriam adelantaba un proyecto de fabricación de tapabocas terapéuticos que incluían esencias de plantas medicinales siguiendo los saberes ancestrales del pueblo indígena. Este emprendimiento buscaba hacerle frente a los estragos de la pandemia y de paso, fortalecer los proyectos económicos del resguardo. De acuerdo con la comunidad, Miriam siempre trabajó por la protección de la vida y por la paz en su territorio.
(Le puede interesar: VIDEO: estos fueron los líderes asesinados en Colombia después de la paz con las Farc)
La embajadora de la Unión Europea condenó este crimen, y de paso los feminicidios y hechos de violencia contra las mujeres en Colombia. “No más mujeres violentadas y/o asesinadas. La sociedad debe recapacitar sobre cómo funciona para impedir que esto siga sucediendo”, asegura uno de los trinos.
Profundo dolor por este nuevo feminicidio que además nos toca de cerca. Miriam Vargas ya no podrá trabajar x la paz a causa de una violencia brutal contra las mujeres por el simple hecho de serlo.Rechacemos sin ambages estas violencias para q no haya #NiUnaMenos https://t.co/UEjPMRTVyo
— Patricia Llombart 🇪🇺 (@llombartpatUE) June 28, 2020
(Le recomendamos: Ser lideresa social en medio de amenazas)
Por su parte, la Asociación de Autoridades Ancestrales Territoriales Nasa Çxhaçxha, que incluye desmovilizados, víctimas del conflicto, población campesina y afro, rechazó el asesinato de Miriam y el impacto que tiene este crimen dentro de sus comunidades. “Como pueblo indígena Nasa, resaltando la categoría de la familia como generadora y defensora de la vida hacemos el pronunciamiento de carácter político dando importancia el valor y aporte por parte de las mujeres en los diferentes procesos comunitarios que permiten dar realce la autonomía de las autoridades tradicional de los pueblos indígenas y no indígenas”, aseguran.
Este asesinato impacta directamente a las comunidades que están comprometidas con la implementación del Acuerdo de Paz. Miriam hacía parte del proyecto “PazAdentro”, promovido por la Unión Europea. Esta iniciativa comenzó formalmente en mayo de 2017 y tiene como objetivo principal fortalecer la convivencia y la economía local, así como generar oportunidades en los municipios de Inzá, Páez y Totoró. Un año después de la puesta en marcha de este proyecto, los habitantes de esta región lograron exportar por primera vez 28.000 kilos de café cultivado en sus tierras, fruto de la paz.
(Lea también: ¿Por qué Cauca es donde más asesinan líderes y excombatientes?)
El Buen Vivir de los pueblos indígenas de esta zona lleva décadas siendo violentado por la guerra. Sus territorios ancestrales, desde la época de la Conquista y la Colonización, han sido vulnerados. Como si fuera poco, han sido víctimas directas del conflicto armado. Allí hicieron presencia las Farc, con los frentes 6, 8, 60 y 64; el Eln, con los frentes José María Becerra y Manuel Vásquez Castaño, y las Auc con el frente Farallones de Calima.
En la noche del sábado 27 de junio, la comunidad del municipio de Páez hizo una velatón como acto simbólico para condenar asesinato de Miriam, aseguran que se trataría de un feminicidio. De igual forma la familia de Miriam; la Organización Semillas de la Gaitana y los cabildos de Avirama y Belalcázar piden a las autoridades investigar este crimen y que “caiga todo el peso de la ley a los responsables de su asesinato”, quienes no solo silencian la voz de Miriam sino que, en sus palabras, “trae desarmonías en los espacios territoriales ancestrales”.