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El mensaje de Carlos Negret, Defensor del Pueblo Nacional, para el gobierno de Iván Duque fue contundente: “La protesta social y la tutela se deben respetar”. Con esas palabras confrontó las declaraciones que el ministro de Defensa, Guillermo Botero, hizo la semana pasada, según las cuales estas manifestaciones eran financiadas por grupos armados. También le dejó claro al presidente que en caso de que la reforma a la justicia, que va a presentar al Congreso, recorte la tutela, la Defensoría del Pueblo se opondrá.
“La tutela y la protesta social son las últimas instancias que utilizan los ciudadanos para exigir sus derechos”, recalcó el funcionario. Negret se refería a las comunidades que durante décadas han luchado para que se les garanticen derechos mínimos. Contó que en uno de los viajes que hizo como defensor a la Guajira una niña se le aceró y le dijo que su sueño era tener agua potable. “No podemos hablar de derechos humanos si las necesidades básicas están insatisfechas”, dijo.
Las intervenciones de Negret se dieron en medio del encuentro ¿En qué están los derechos humanos a los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre?, convocado por la Universidad de los Andes que se desarrolló este jueves, 20 de septiembre.
En el panel de Negret también estaba Diana Rodríguez, investigadora de la Ong De Justicia. Ella hizo varias alertas sobre lo que considera que son retrocesos en los derechos humanos en Colombia. Criticó que se limitaran las consultas populares porque son la oportunidad de que la gente decida sobre el desarrollo de su territorio. También mostró su desacuerdo con las decisiones de la Corte Constitucional, según las cuales son distintos un medio ambiente sano y la garantía de los derechos. “No se pueden garantizar los derechos humanos si no hay un medio ambiente sano”, recalcó.
Otro punto importante de la discusión fue el acuerdo de paz firmado con las Farc hace dos años. Sobre esto tanto Negret como Rodríguez destacaron que lo acordado no sólo se centró en la justicia transicional. Resaltaron que en los acuerdos quedaron consignados compromisos del Estado con respecto a temas como la reforma rural y la solución al problema del narcotráfico. “El acuerdo nos permite comprender las raíces del conflicto armado”, aseguró la investigadora. “Si no entendemos el proceso de paz no estamos entendiendo los derechos humanos”, complementó Negret.
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El Defensor del Pueblo dijo que la reincorporación de los exguerrilleros requiere “paciencia”. Calculó que ese proceso puede demorar unos 15 años. “Los derechos humanos también se tratan de darle condiciones de vida a unos ciudadanos que decidieron pasar de la guerra a la paz”, dijo.
La situación venezolana también salió a flote. Ambos panelistas hablaron de la importancia de que el Estado atienda a los venezolanos que llegan a Colombia de manera que se les garanticen sus derechos. A su vez, hicieron un llamado para que los colombianos rechacen todas las expresiones de xenofobia en contra de los migrantes del vecino país.
Negret le hizo un pedido puntual al Eln: dejar de reclutar niños y adolescentes. “Ustedes no se imaginan lo jóvenes que eran los guerrilleros que nos entregaron a los seis secuestrados en Chocó”, contó. Dijo que no existe ninguna justificación para unir a las filas a los menores de edad.
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Tanto al principio como al final del panel se le hizo un homenaje a los 346 líderes sociales que fueron asesinados entre el 1 de enero de 2016 y el 31 de julio de 2018, según los registros de la Defensoría del Pueblo. La protección de quienes por medio de su liderazgo defienden los derechos de las comunidades es una tarea pendiente para el Estado colombiano.
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