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Hace seis años, en Saravena (Arauca), los sobrevivientes de minas antipersonal poco se conocían. Estaban dispersos, pero cada uno sabía que había otros cinco o seis que tenían historias comunes. Hoy ya no están solos. Guillermo Murcia, presidente de la Asociación de Sobrevivientes de Minas Antipersonal Luchando por la Dignidad y la Paz, ASODIGPAZ, dice que el logro más grande que tiene la organización es haber posibilitado que 65 personas que sufrieron un accidente con minas, municiones sin explotar y otros artefactos se hayan unido para sanar, exigir sus derechos y prevenir que a otras personas les suceda lo mismo. ASODIGPAZ, que hace presencia en seis de los siete municipios de Arauca, fue la ganadora del Premio Camina 2020.
El galardón, que es una iniciativa de la Campaña Colombiana contra Minas, las Embajadas de Bélgica y Canadá, y apoyada por Reconciliación Colombia y Gran Tierra Energy, premia desde hace cuatro años a las organizaciones que trabajan por los sobrevivientes de estos hechos que lamentablemente siguen sucediendo en Colombia y que están prohibidos por la Convención de Ottawa.
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De hecho, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en Colombia entre enero y octubre de este año hubo 341 víctimas de artefactos explosivos. De estas, 58 personas fallecieron y 283 sobrevivieron. Y la afectación mayor sigue siendo para los civiles, que representaron el 58% de los afectados (197 víctimas). Incluso, el Comité contó 27 menores de edad entre las víctimas. Los miembros de la Fuerza Pública (133) y de grupos armados ilegales (11) también sufrieron las consecuencias de esta práctica atroz.
Precisamente por el trabajo de educación en el riesgo de minas (ERM) que hacen varias organizaciones fue por lo que empezó este premio. En esta ocasión, el trabajo de ASODIGPAZ en una región que sigue teniendo fuerte presencia de actores armados mereció este reconocimiento. Además, “su enfoque innovador de “auto-sanación”, ejecutado por los mismos sobrevivientes para superar el impacto que generó su accidente con artefactos explosivos, fue uno de los puntos que le dio una ligera ventaja sobre las otras dos finalistas”, dijeron los jurados.
Guillermo Murcia destaca también que puedan “hablar del perdón y la reconciliación. Aportarle a la paz nosotros los que sobrevivimos en carne propia el horror de la guerra. Al hablar de paz, de perdón y reconciliación le demostramos a Colombia que las víctimas no queremos más guerra”.
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Dos organizaciones más merecieron un reconocimiento del jurado. La Asociación Huilense de Sobrevivientes de Minas Antipersonal, Munición sin Explotar y Artefactos Explosivos Improvisados – AHVIMPES recibió una mención de honor por el alto impacto que han tenido sus actividades en los últimos años. La organización, incluso, ejecutó un convenio con la Oficina del Alto Comisionado para la Paz en 2020 para impartir talleres de ERM en cuatro municipios de Huila.
También fue reconocido el trabajo de la Asociación de Sobrevivientes de Minas Antipersonal, Munición sin Explosionar y Trampa Explosiva del Caquetá “Unidos Por La Vida”. El jurado les otorgó una mención de honor por su resiliencia ante la pandemia del COVID-19, pues lograron ejecutar un convenio de apoyo y asistencia alimentaria para sus asociados.
En medio de la entrega de este reconocimiento, el embajador de Canadá en Colombia, Marcel Lebleu, anunció que este país hará una nueva contribución al programa de acción integral contra las minas antipersonal de la Organización de Estados Americanos (OEA). Este trabajo estará enfocado en reforzar las actividades de educación en el riesgo de minas y enlazar las unidades de desminado humanitario con las comunidades locales.