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Colombia es un país 50 % marítimo y 50 % terrestre. No obstante, fue apenas en la década de los 60 cuando una institución educativa, la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, presentó al país el primer programa en Ciencias Marinas, que inició labores en febrero de 1962, con 36 estudiantes que ingresaron a la Facultad de Ciencias del Mar. Desde entonces, el acervo de conocimiento sobre el mar no ha parado de crecer, gracias a los 1.988 egresados inicialmente titulados como licenciados en Ciencias del Mar hasta inicio de los años 70 y desde entonces titulados como biólogos marinos.
La visión de los fundadores de la Universidad, centrada en el conocimiento de los recursos naturales de la nación y basada en el espíritu de la Expedición Botánica, fue disruptiva en su momento, al comenzar a formar expertos en Ciencias del Mar en Bogotá en medio de la Cordillera Central y su posterior traslado obligatorio para cursar sus últimos semestres a otras latitudes costeras, convirtiéndose en un modelo de formación exitoso. En las primeras etapas del programa, estos últimos semestres se realizaban en el exterior, al no contar con expertos marinos en Colombia. A partir de 1968, mediante convenio con la Armada Nacional, los últimos cuatro semestres se adelantaban en la sede de dicha institución en Cartagena. Así fue hasta 1973, cuando la Universidad adquirió su sede en esa ciudad, inicialmente en la zona industrial de Mamonal y después en la Ciudad Amurallada, donde se estableció la Facultad de Biología Marina hasta 1991. Desde entonces, los últimos semestres se cursan en la sede de Santa Marta, en El Rodadero, bajo un convenio con la Fundación Museo del Mar.
Los biólogos marinos han sido protagonistas en el desarrollo de las ciencias del mar en Colombia. Esto se refleja desde la década de los 70, cuando ingresaron a entidades gubernamentales e incidieron en las políticas de asuntos marinos (Inderena y Subdirección de Pesca y Acuicultura), así como su ingreso al sector productivo de pesquería y acuicultura. En esa misma década fue creado el Seminario Nacional de Ciencias y Tecnologías del Mar (Senalmar), vigente durante los últimos cincuenta años. En los años 80 abrió sus puertas el Museo del Mar, en la sede de la Universidad en Bogotá, como aporte fundamental a la ciudad en el conocimiento del mar, recibiendo a más de 2.000 visitantes mensuales, sobre todo niños. Por esa misma época tuvimos un hito muy importante, cuando la sede Bogotá fue visitada por Jacques Cousteau, famoso investigador, oceanógrafo y biólogo marino francés. Además, se consolidaron los primeros grupos de investigación dentro de la Universidad sobre Ecosistemas Marinos Tropicales, Limnología y Microbiología Acuática.
Desde la década de los 90 ocurrió una migración significativa de biólogos marinos para realizar sus estudios doctorales en el exterior, lo cual derivó en el afianzamiento de la investigación a partir de la década de los 2000. En la Tadeo, con el ingreso de algunos de esos nuevos doctores, se crearon otros grupos de investigación en Cultivo y Manejo de Organismos Acuáticos, Peces del Caribe, Bioprospección y Biotecnología, así como el de Dinámica y Manejo de Ecosistemas Marinos Costeros, dando inicio a programas exitosos como el de Conservación de Tortugas y Mamíferos Marinos, que desde 2003 ha realizado 35 eventos de liberación de 4.718 tortugas marinas en playas de Magdalena y La Guajira, y con la participación en muchos proyectos de investigación que han generado artículos científicos que sitúan a los grupos de investigación en categorías A1, A y B del Ministerio de Ciencias.
Más adelante se crearon programas específicos de posgrado sobre asuntos marinos, como la maestría en Ciencias Marinas (2010), el doctorado interinstitucional en Ciencias del Mar (2011), la maestría en Gestión Ambiental de Sistemas Marino Costeros (2016) y la maestría en Bioprospección y Biocomercio (2017), fortaleciendo así la formación del más alto grado en ciencias del mar, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Por otra parte, el programa ha estado comprometido con la educación superior de alta calidad durante los últimos veinte años. Es así como obtuvo su primera Acreditación de Alta Calidad en 2004, otorgada por el Consejo Nacional de Acreditación, la cual ha sido renovada por el mismo ente evaluador en 2007, 2012 y 2020, esta última vigente por seis años.
De esta manera, durante los últimos sesenta años, la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano ha forjado todo un camino desde donde nace y se filtra el agua en los Andes hasta nuestros mares, y quiere compartir su orgullo con la nación, celebrando este cúmulo de logros el próximo 18 de noviembre en su sede de Bogotá y el 25 de noviembre en su sede de Santa Marta, donde esperamos que conozcan un poco más de nuestro quehacer sobre la fauna y flora y los servicios ecosistémicos de nuestras aguas dulces, estudiando desde los seres microscópicos hasta los más grandes del planeta, moviéndonos desde las grandes profundidades hasta la atmósfera y desempeñándonos en diferentes áreas donde la investigación, la enseñanza, la administración y la legislación, entre muchos otros aspectos, son el campo de acción. Y, por supuesto, estudiando y conociendo a profundidad esa inconmensurable masa de agua que alberga la mayor biodiversidad de nuestro planeta: el mar.