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— ¡Mamá, mamá, lo encontré!
— Alicia son las 12:00 de la noche, ¿qué encontraste?
— ¡Mamá, encontré mi país de las maravillas!
— ¿Otra vez, Alicia?, desde niña has soñado con tu cuento favorito. ¡Ese país no existe! Hija, por favor vuelve a la cama.
— No mamá, créeme, ¡esta vez lo encontré!
— Está bien Alicia, cuéntame, ¿cómo es?
— Mamá ¡es hermoso! Cada estación del año es muy especial:
En primavera, una mágica estela de colores ilumina el Polo Norte, los osos polares toman el sol sobre icebergs, la nieve del invierno empieza a derretirse, y asoman las montañas cubiertas de nieve en un majestuoso paisaje blanco, que contrasta con la moderna arquitectura de sus ciudades; donde la diversidad de etnias, el arte y la cultura se funden en museos y galerías que acogen a sus visitantes.
En el cálido verano, verdes praderas piden permiso al agua cristalina, para rodearla, formando infinidad de lagos y ríos; la vida salvaje está protegida, pero puedes apreciarla en sus inmensos parques naturales. Además, puedes disfrutar de muchos festivales donde la alegría y el deporte te conducen al azul profundo de sus mares, brindándote paradisíacas playas para refrescarte.
En otoño, enamoran los tonos carmesí, naranjas y amarillos de las hojas de sus árboles, que caen formando una alfombra multicolor para deleite de todos. Llega Halloween a todas partes, siendo la calabaza, la reina de la fiesta, tanto en la mesa como decorando muy alegremente. En esta época también se celebra el Día de Acción de Gracias, una gran cena en familia y con amigos; aquí el rey es el pavo relleno. Todo esto, preludio de la tan anhelada Navidad.
En invierno, la temperatura baja y cae la nieve, ¡puedes hacer un muñeco de nieve!, los ríos se congelan pero se puede pescar ¡que extraño!; se forman caminos de hielo y nieve, sobresalen imponentes pistas de esquí, manantiales minerales muy calientes y hermosas cabañas para conectar con el paisaje. En las ciudades la Navidad se vive en todo su esplendor, con luces de colores y mercados navideños atendidos por gente amable, que te seduce con deliciosa comida caliente, artesanías de vidrio o madera; además, te invitan a vivir el ensueño del viaje a la tierra de santa. ¿imaginas, un viaje en trineo jalado por perros, directo al Polo Norte?
— ¡Mamá, podríamos visitar este país algún día?
— ¡Si mi Alicia, tienes razón! Tu país es tan asombroso, que ahora yo también lo deseo conocer. Pero, ¿hija, cómo se llama?
— Canadá mamá, la tierra de los osos, la miel de maple, los abetos y los sauces. Todo un escenario de cuento de hadas.
— Cada vez me intriga más, ahora si vamos a dormir. Alicia te prometo que iremos, porque si Canadá está en tu sueño, juntas vamos a hacerlo realidad.