Noticias de Como Prevenir Las Enfermedades Del Corazon

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¿Cómo prevenir las
enfermedades del corazón?

Las enfermedades cardiovasculares han aumentado por factores como los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo y la falta de acceso oportuno a médicos especialistas.

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes también aseguran que cada año mueren más personas por ECV que por cualquier otra causa.
Es tal la importancia de conocer y prevenir la enfermedad, que, según estimaciones de la organización mundial, las enfermedades cardiovasculares se cobran 17,9 millones de vidas cada año.
Cuatro de cada cinco defunciones por enfermedades cardiovasculares se deben a cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares, y una tercera parte de esas defunciones ocurren prematuramente en personas menores de 70 años.
Por otro lado, más de tres cuartas partes de las defunciones por ECV se producen en los países de ingresos bajos y medios.Sin embargo, los expertos coinciden en que la mayoría de las ECV pueden prevenirse actuando sobre factores de riesgo comportamentales, como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física o el consumo nocivo de alcohol, y utilizando estrategias que abarquen a toda la población.

consumo de tabaco

dietas malsanas

inactividad física

consumo nocivo de alcohol

Además, para las personas con ECV o con alto riesgo cardiovascular (debido a la presencia de uno o más factores de riesgo, como la hipertensión arterial, la diabetes, la hiperlipidemia o alguna ECV ya confirmada), son fundamentales la detección precoz y el tratamiento temprano, por medio de servicios de orientación o la administración de fármacos, según corresponda.

En esta línea, el uso de ácido acetilsalicílico previene eventos vasculares graves en personas con diabetes y sin enfermedad cardiovascular evidentes, y, en dosis bajas, condujo a un menor riesgo de eventos vasculares graves entre las personas con diabetes que no tenían enfermedad cardiovascular evidente, según un estudio del grupo Ascend, publicado en The New England Journal of Medicine (NEJM).

Por su parte, “En Colombia, desde finales de los años sesenta las enfermedades cardiovasculares empiezan a ser reconocidas como causa de morbilidad y mortalidad. A comienzos de la década de los ochenta adquieren relevancia epidemiológica y a partir de ese momento y durante los siguientes 30 años han ocupado los cinco primeros puestos en la lista de las diez principales causas de mortalidad para el país”, se lee en la página del Ministerio de Salud y Protección Social.

Según datos de las Estadísticas vitales de nacimientos y defunciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), de las 361.017 muertes registradas en 2021 en el país, las enfermedades isquémicas del corazón fueron causantes de 51.988. Mientras que 6.778 murieron por enfermedad cardiopulmonar, enfermedades de la circulación pulmonar y otras formas de enfermedad del corazón; y 2.227 por 306 Insuficiencia cardíaca.

51.988 enfermedades isquémicas del corazón

6.778 murieron por enfermedad cardiopulmonar, enfermedades de la circulación pulmonar y otras formas de enfermedad del corazón

2.227 Insuficiencia cardíaca.

Asimismo, según el Análisis de Situación de Salud (ASIS) Colombia, 2021, de la Dirección de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud, “entre 2005 y 2019 las enfermedades del sistema circulatorio fueron la primera causa de mortalidad en Colombia tanto para hombres como para mujeres produciendo 959.805 defunciones, de estas 12,66 % (75.826) se presentaron en 2019, y sus tasas ajustadas de mortalidad oscilaron entre 78,89 y 68,17 muertes por cada 100.000 habitantes. En 2019, las enfermedades isquémicas del corazón produjeron el 51,7 % (39.179) de las muertes dentro del grupo”.

Asimismo, según el ASIS 2021, “durante el periodo 2012-2019, se observó un incremento en la tasa de mortalidad por enfermedad isquémica de corazón, pasando de 67,2 en 2012 a 80,6 x 100.000 habitantes en 2018, con un ligero incremento en 2019 para cerrar en 79,3 por x 100.000 habitantes”.

“Para 2019, las tasas de mortalidad más altas por enfermedad isquémica se observaron en los tres departamentos del eje cafetero y el Tolima. Las diferencias relativas más altas con relación al país también fueron estadísticamente significativas en Meta, Huila y Valle, así como, las más bajas en los departamentos de la Orinoquía y Amazonia, Chocó y Atlántico, César, Bolívar, Sana Andrés y la Guajira”, sostiene el Análisis.

¿Qué son las enfermedades
cardiovasculares?

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un grupo de desórdenes del corazón y de los vasos sanguíneos, entre los que se incluyen, según la OMS:

Cardiopatía coronaria:

enfermedad de los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardiaco.

Enfermedades
cerebrovasculares:

enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.

Arteriopatías periféricas:

enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan los miembros superiores e inferiores.

Cardiopatía reumática:

lesiones del músculo cardiaco y de las válvulas cardíacas debidas a la fiebre reumática, una enfermedad causada por bacterias denominadas estreptococos.

Cardiopatías congénitas:

malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento.

Trombosis venosas profundas y embolias pulmonares:

coágulos de sangre (trombos) en las venas de las piernas, que pueden desprenderse (émbolos) y alojarse en los vasos del corazón y los pulmones.

El reto de crear conciencia y prevenir
las enfermedades del corazón

“Las ECV continúan siendo la causa número uno de muerte en Colombia y en todos los países occidentales”, asegura del doctor Gilberto Castillo, médico internista y cardiólogo, coordinador de la Unidad Cardiovascular de la Clínica Imbanaco en Cali.
En relación con esto, la enfermedad coronaria es la más importante por sus cifras y por los riesgos que implica. “Cuando se habla de esta enfermedad se hace referencia a un proceso en el que las arterias coronarias (es decir las arterias que le llevan sangre al propio corazón) se van obstruyendo poco a poco por placas de grasa, hasta que llega un momento en que esa placa de grasa se rompe y como resultado se forma un gran coágulo que obstruye el paso de la sangre a través de la arteria”, se lee en la Guía ACOCIB de 2018.

En ese momento, cuando no le llega sangre al músculo cardíaco porque la arteria se obstruye completamente, es cuando sucede el infarto. “Esta enfermedad coronaria es consecuencia a su vez de otras enfermedades que se consideran factores de riesgo para sufrirla; en primer lugar, la hipertensión arterial, que significa sufrir permanentemente de cifras elevadas de presión arterial”, se explica en la Guía ACOCIB.
En Colombia, cuatro de cada diez adultos sufren de hipertensión, pero el 60 % de ellos no lo saben, según datos del Ministerio de Salud y Protección Social. “Las alteraciones del colesterol conocidas como dislipidemias, la diabetes; esos niveles elevados de azúcar en la sangre causan daños a nivel de los vasos sanguíneos y aceleran la formación de la placa de grasa y el tabaquismo son los cuatro factores de mayor riesgo, pero también hay que tener en cuenta el sedentarismo, la obesidad y el estrés”, señala el doctor Gilberto Castillo, quien explica que hay otra enfermedad cardiaca que se ha convertido en un verdadero problema de salud pública y es la insuficiencia cardiaca.

4 de cada 10 adultos sufre
de hipertensión

Eso se presenta, por ejemplo, después de que el paciente ha sufrido un infarto del corazón y la fuerza de éste para contraerse ha quedado disminuida. Es como un motor que ahora queda trabajando solo a media máquina, incapaz de bombear toda la sangre que debería a los diferentes órganos del cuerpo. La insuficiencia cardiaca produce especialmente asfixia asociada con el ejercicio o con los esfuerzos físicos, cansancio fácil y también puede producir hinchazón de los pies. Entre los factores de riesgo se encuentran: “Obesidad o sobrepeso, hipertensión, niveles anormales de grasa en la sangre (colesterol o triglicéridos elevados), hiperglicemia que es el aumento desequilibrado de glucosa en sangre o la inactividad física o sedentarismo”, indica Lina Cano, nutricionista- dietista egresada de la Pontificia Universidad Javeriana.

Las cifras son altas, y, a pesar de que cada día se hacen más esfuerzos para incentivar a las personas a que tengan una vida más saludable, se prevé que vayan en aumento. Por lo tanto, es clave seguir poniendo sobre la mesa el tema de la salud del corazón y cómo lograr tener unos hábitos que promuevan una mejor calidad de vida.

Actividad física y corazón sano

Como una breve y puntual descripción del cuidado al corazón, la OPS (Organización Panamericana de la Salud) y la OMS señalan lo siguiente: “el cuidado del corazón empieza con la lactancia y continúa con una alimentación saludable, comiendo más verduras, frutas y otras comidas no procesadas, así como limitando el consumo de sal, evitando las grasas trans, los azúcares y el tabaco, y también realizando actividad física durante toda la vida”.

“Durante toda la vida”, esta frase, con la que concluye el comunicado de las organizaciones, enmarca la importancia, entre otras, de la actividad física en la salud de las personas.

Más allá de las consecuencias de no ejercerla, es importante señalar los beneficios de la actividad en la salud física y mental. Dice la OMS que, un nivel adecuado de esta, “reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas; mejora la salud ósea y funcional, y es un determinante clave del gasto energético, y es por tanto fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso”.
Aunque la actividad física no debe confundirse con el ejercicio, pues este último exige una planificación, continuidad y otros componentes, Ibeth Carvajal, fisioterapeuta y especialista en ejercicio físico de Bodytech, señala que quienes opten por este último, deben recibir acompañamiento para conocer su estado de salud, y así, podrían mejorar su resistencia cardiovascular y pulmonar, así como prevenir lesiones y enfermedades crónicas, especialmente cardiovasculares.

¿Cómo influyen los hábitos alimenticios
en la salud cardiovascular?

De acuerdo con los profesionales de la salud, los hábitos alimenticios influyen de manera significativa en la salud del corazón. La doctora Ana Cristina Montenegro, médica vascular angiólogo del Hospital Universitario de la Fundación Santa Fe de Bogotá, explica las claves para que, desde la alimentación, se cuide el sistema cardiovascular.

“Lo más importante para el cuidado del corazón es el control de los factores de riesgo. Por ejemplo, atendiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud se debe disminuir el consumo de sal y de azúcar. El abuso de sal provoca el aumento de la presión arterial y el de azúcar refinada genera obesidad y elevación del azúcar en la sangre”, expresa la experta.

Asimismo, Montenegro dice que se debe disminuir el consumo de grasas de origen animal, comer alimentos preparados a vapor y no fritos (ya que a vapor conservan todas las propiedades nutritivas), aumentar el consumo de grasas de origen vegetal como las nueces y el aguacate y comer al menos dos porciones semanales de pescados como atún, salmón y sardinas, que contienen alto contenido de ácidos grasos omega 3, actuando como grandes protectores del sistema cardiovascular.

Por último, asegura que el consumo diario de abundantes frutas, verduras y cereales integrales favorecen al buen funcionamiento del sistema cardiovascular, ya contienen fibra, vitaminas y antioxidantes, que favorecen el buen funcionamiento del sistema cardiovascular.

¿Por qué es clave hacerse
un chequeo médico?

No debe tener algún problema de salud o un dolor específico para ir al médico, pero es muy importante que mínimo una vez al año se haga un chequeo completo para conocer su estado de salud y evitar enfermedades. Hoy por hoy la mayoría de las clínicas del país tienen opciones para sus exámenes médicos personalizados.

“Entre los recomendados para hacer chequeo, dependiendo de cada paciente y de lo que elija, puede ser visto también por ginecología, en el caso de las mujeres, o urología, para los hombres; realizándose exámenes de laboratorio, prueba de esfuerzo cardiovascular, ecografía abdominal, audiometría, valoración dental y revisión oftalmológica”, según comunica Sura.

Cuando se convenza de la importancia de los chequeos médicos para prevenir enfermedades, entre otros beneficios, la OMS brinda algunos consejos para tener en cuenta en su cita.

Se recomienda llevar:

Estudios y resultados de pruebas de laboratorio previos.

Lista de los medicamentos que use o que haya usado.

Nombres de los especialistas que lo hayan atendido y la razón de la visita.

Estudios y resultados de pruebas
de laboratorio previos.

Lista de los medicamentos
que use o que haya usado.

Nombres de los especialistas
que lo hayan atendido y la razón
de la visita.

Le aconsejarán realizarse:

• Perfil de lípidos (colesterol total, colesterol HLD, colesterol LDL y triglicéridos).
• Hemoglobina glicosilada.
• Sangre oculta.
• Mamografías.
• PSA
• Vacunaciones

Es clave conocer los números del corazón

•La presión arterial siempre debe estar por debajo de 140/90
• En pacientes de alto riesgo debe estar por debajo de 130/80

•Hoy en día existen pulseras de seguimiento y relojes inteligentes que miden la presión arterial y hasta la oxigenación de la sangre.

Además, recuerde:

80 % de los infartos de miocardio y de los AVC prematuros son prevenibles.

75 % de las muertes causadas por ECV se producen en países de ingresos bajos y medios

Dentro de las 10 principales causas de mortalidad en Colombia están los accidentes cerebro vascular, diabetes y enfermedad hipertensiva.

¿Por qué las ECV son un problema en los
países de ingresos bajos y medianos?

Dice la OMS, que al menos tres cuartas partes de las defunciones causadas por ECV en el mundo se producen en los países de ingresos bajos y medios.

• A diferencia de la población de los países de ingresos altos, los habitantes de los países de ingresos bajos y medios a menudo no se benefician de programas de atención primaria integrados para la detección precoz y el tratamiento temprano de personas expuestas a factores de riesgo.

• Los habitantes de los países de ingresos bajos y medios aquejados de ECV y otras enfermedades no transmisibles tienen un menor acceso a servicios de asistencia sanitaria eficientes y equitativos que respondan a sus necesidades. Como consecuencia, muchos habitantes de dichos países mueren más jóvenes, de ordinario en la edad más productiva, a causa de las ECV y otras enfermedades no transmisibles.

• Los más afectados son los más pobres de los países de ingresos bajos y medios. Se están obteniendo pruebas suficientes para concluir que las ECV y otras enfermedades no transmisibles contribuyen a la pobreza de las familias debido a los gastos sanitarios catastróficos y a los elevados gastos por pagos directos.

• A nivel macroeconómico, las ECV suponen una pesada carga para las economías de los países de ingresos bajos y medios. Se calcula que, debido a la muerte prematura de muchas personas, las enfermedades no transmisibles, en particular las ECV y la diabetes, pueden reducir el PIB hasta en un 6,77 % en los países de ingresos bajos y medios con un crecimiento económico rápido.

¿Cuáles son los síntomas comunes de las enfermedades cardiovasculares?

La enfermedad subyacente de los vasos sanguíneos a menudo no suele presentar síntomas, y su primera manifestación puede ser un ataque al corazón o un AVC. Los síntomas del ataque al corazón, según la OMS, consisten en:

• Dolor o molestias en el pecho
• Dolor o molestias en los brazos, hombro izquierdo, mandíbula o espalda.

Además, puede haber dificultad para respirar, náuseas o vómitos, mareos o desmayos, sudores fríos y palidez. La dificultad para respirar, las náuseas y vómitos y el dolor en la mandíbula o la espalda son más frecuentes en las mujeres.El síntoma más común del AVC es la pérdida súbita, generalmente unilateral, de fuerza muscular en los brazos, piernas o cara. Otros síntomas consisten en:

• Aparición súbita, generalmente unilateral, de entumecimiento en la cara, piernas o brazos.
•Confusión, dificultad para hablar o comprender lo que se dice.
• Problemas visuales en uno o ambos ojos.
• Dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación.
• Dolor de cabeza intenso de causa desconocida.
• Debilidad o pérdida de conciencia.

Tenga en cuenta que quienes sufran estos síntomas deben acudir inmediatamente al médico.

¿Cómo protegerse?

La OMS y los expertos en salud, entre otras, aconsejan:

• Dejar de fumar lo más pronto posible. El consumo de tabaco, una dieta malsana y la inactividad física aumentan el riesgo de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.

• La realización de actividad física durante al menos 30 minutos todos los días ayuda a prevenir los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.

• Comer al menos 5 raciones de frutas y hortalizas al día y limitar el consumo de sal a menos de 1 cucharilla al día también ayuda a prevenir los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.

Haga una pausa y active su día

Las malas posiciones, las largas jornadas de trabajo, no contar con iluminación adecuada, utilizar una silla no ergonómica y no realizar pausas activas han generado afectaciones físicas y en la salud de los trabajadores.
“Las malas prácticas a la hora de trabajar han causado que las consultas por dolores en el cuello, en las manos, en los antebrazos, en la espalda y lumbares se hayan incrementado”, asegura Sonia Ivette Gómez, fisioterapeuta adscrita a Colsanitas. “Al tener un mal manejo de la postura con una carga prolongada sobre los músculos y las articulaciones, se genera dolor y alteraciones funcionales”, puntualiza Gómez.
Y añade: “Es importante estirar las articulaciones para evitar enfermedades. Entre los ejercicios recomendados, y que se aconseja practicar cada uno por 20 segundos, cada dos horas, están”:

• Para los tendones de la mano Gómez recomienda hacer una extensión amplia de los dedos hacia los lados, luego hacia adentro, como haciendo garras.

• También puede poner su mano estirada sobre una superficie y levantar y volver a reposar individualmente cada uno de los dedos.

Asimismo, para reactivar otras partes del cuerpo, es ideal caminar un poco por el espacio de trabajo y realizar una pequeña rutina de estiramiento, con el fin de reactivar el flujo sanguíneo. Hay varias aplicaciones que le pueden ayudar a organizarse en este propósito, permitiéndole poner recordatorios e incluso sugiriéndonos ejercicios o actividades para hacer, entre ellas, Randomly RemindMe, para Android; o Stand Up!, para iOS.
Recuerde, hay que mantenerse activo. El corazón es un músculo que necesita de rutinas y una buena salud y alimentación.

Otras opciones para activarse:
Agite rápido las manos.
Abra y cierre los puños.
Cierre el puño y mueva las muñecas de arriba hacia abajo y luego haga suaves movimientos circulares.

Así han cambiado los hábitos

La pandemia está dejando muchos cambios en la vida cotidiana de las personas; algunos cambiaron su manera de trabajar o estudiar, otros la manera de hacer ejercicio, de comer, entre otros aspectos de la rutina diaria.

Asimismo, expertos coinciden en que muchos son más consientes de la importancia de la salud y retomaron chequeos o exámenes médicos que habían dejado de hacerse mientras estaban en tiempos de cuarentena.

Además, por otro lado, son varios los estudios que se han realizado en el mundo para aprender sobre las secuelas que deja el coronavirus en quienes se contagian. Uno de ellos lo presentó la revista británica The Lancet, en el que se muestra que varias personas que tuvieron COVID-19 siguen sintiendo secuelas como fatiga o sofoco un año después de pasar la enfermedad.

“La coyuntura actual ha llevado a que los colaboradores prioricen la atención de asuntos de salud personales y familiares, lo que ha incrementado el ausentismo. Por otra parte, los empleados se empoderaron como cuidadores presentes de su familia, y ahora necesitan balancear sus obligaciones laborales con el cuidado y atención de los suyos. Si no se logra ese balance entre responsabilidades laborales y atención de lo personal y familiar, reducirán su compromiso o pueden llegar a renunciar, pues el confinamiento enseñó que se puede vivir con menos ingresos y que lo que importa es preservar la vida, la salud y atender a la familia”, afirma Martha Ruth Mendoza Torres, docente de la Universidad El Bosque.

Por lo tanto, sea cuál sea el motivo de su cuidado, cada día hay mayor conciencia por estar saludable, cuidarse, compartir en familia y reconocer la importancia del ejercicio, sobre todo, en momentos donde por causa de las pérdidas, los encierros y los cambios en las rutinas también se incrementó el estrés. Según datos de la Revista de Medicina Clínica, en Colombia, a diciembre de 2021, el grupo poblacional más afectado emocional y mentalmente fue el de las mujeres jóvenes (18 a 29 años). De este grupo, el 53 % presentó riesgo de depresión, el 45 % problemas de sueño y el 40 % de ansiedad.

Es así como los asuntos mentales también han sido protagonistas en estos tiempos. “La pandemia puso de relieve la importancia de la salud mental y como las pequeñas cosas pueden sumarle o restarle de forma significativa, muchas personas se dieron cuenta como las rutinas, salir de casa, mantener horarios de sueño, compartir con las demás personas es fundamental para nuestro equilibrio psicológico”, asegura Andrés Lasso, docente, psicólogo clínico de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz y experto en psicología clínica.
Por fortuna, hay muchas cosas que se pueden hacer para cuidar la propia salud mental y ayudar a otras personas que necesiten apoyo. El experto sugiere poner en práctica las siguientes recomendaciones:

1. Cuide su sueño, dormir bien es un pilar fundamental de la salud mental, no es gratuito que sea una de las dimensiones que se afectan en las dificultades emocionales.

2. Revise la alimentación: incluir alimentos balanceados y en horarios adecuados contribuye a un correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y cerebro.

3. Realice actividad física: el ejercicio produce sustancias que contribuyen al bienestar emocional, además de aportar a su salud física.

4. De prioridad a sus relaciones: comparta tiempo con su familia, pareja y amistades. Los vínculos con los demás brindan momentos de felicidad, apoyo y compañía.

5. Permítase tener momentos de no hacer nada: muchas veces el afán de ser productivos todo el tiempo es contraproducente y genera ansiedad y cansancio.

6. Equilibrio: en su tiempo libre tenga un equilibrio entre actividades de ocio y otras que le proporcionen aprendizajes o le hagan sentir útil.

7. La naturaleza es clave: destine tiempo para rodearse de naturaleza, siendo consciente del momento, prestándole atención a lo que ve, siente, huele y escucha. El contacto con la luz solar también contribuye a la regulación del sueño.

8. Descubra el yoga o la meditación: realice actividades de relajación o meditación que le brinden equilibrio a su sistema nervioso y conviértalas en un hábito diario.

9. Dese espacios para conocer sobre salud mental, aprender sobre el manejo de sus emociones y herramientas de afrontamiento.

10. Sea consciente del tiempo que pasa en redes sociales, ya que pueden ser una fuente de malestar o “perdida” de tiempo.

11. Aprenda a decir no: trabaje en poner límites en distintas áreas de su vida, como el trabajo, la pareja y la familia.

12. Maneje rutinas: brindan sensación de logro, seguridad, contribuyen a la organización del tiempo y ayudan a la consecución de metas.

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