Coomuldesa: una cooperativa líder con 62 años de historia
Robinson Albeiro Vargas Cristancho es el gerente general de esta cooperativa. Él nos cuenta el valor diferenciador de beneficios para sus asociados.
Con 62 años de historia, Coomuldesa se ha posicionado como una de las cooperativas más importantes en Colombia. Actualmente cuenta con más de 196.000 asociados, quienes se benefician de sus servicios de ahorro y crédito de forma cómoda, ágil y segura.
Robinson Albeiro Vargas Cristancho es el gerente general de Coomuldesa. En diálogo con El Espectador, el directivo habló sobre la historia de la cooperativa, su evolución y el trabajo actual que llevan a cabo por la transformación empresarial y la digitalización de sus servicios.
¿Cómo celebran sus 62 años de historia?
El 29 de junio nuestra cooperativa cumplió 62 años de historia y queremos recordarle a nuestra base social lo importante que ha sido el desarrollo de nuestra empresa, tanto para los asociados como para las comunidades en donde nosotros hacemos presencia. Resaltamos cómo un proyecto de 34 asociados con un capital inicial de 510 pesos, en ese momento inicial de nuestra empresa, se ha convertido hoy en una de las cooperativas de ahorro y crédito más representativas del país. Nuestra ubicación en activos así lo refleja, pues estamos dentro de las cinco cooperativas, según las cifras que maneja la Superintendencia de la Economía Solidaria.
¿Cómo ha sido su evolución en este período?
Coomuldesa fue fundada hace 62 años en el municipio de Galán, Santander, gracias al impulso de sacerdotes de la Diócesis de Socorro y San Gil, entre los que resaltan el padre Marco Fidel Reyes Afanador y el padre Ramón González Parra, quienes trajeron la idea del modelo cooperativista de ahorro y crédito desde Europa. En su inicio, la cooperativa tuvo un crecimiento limitado debido a la escasez de recursos, pero siempre prestó un valioso servicio a la comunidad.
Luis Eduardo Torres Castro, gerente general desde 1984 hasta 2020, le dio un gran impulso a la cooperativa, ya que bajo su liderazgo se fortaleció empresarialmente y se enfocó en el ahorro y el crédito. Vale la pena señalar que esta institución se destacó en un momento en el que el sistema financiero tradicional no había desarrollado la inclusión financiera. De esta forma, la cooperativa ofreció préstamos a la medida, con plazos y tasas accesibles, lo que atrajo a muchos asociados que necesitaban financiamiento adecuado para sus actividades. Vale la pena señalar que la gran diferencia que tenemos con las instituciones financieras tradicionales es que nosotros no tenemos ánimo de lucro, así que la rentabilidad beneficia directamente a nuestros asociados, que actualmente son más de 196.000, quienes son dueños de la entidad.
¿Hacia dónde va la cooperativa?
Nuestra entidad quiere mantenerse dentro de las cinco primeras cooperativas de ahorro y de crédito del país. Esa es nuestra visión. Nos planteamos objetivos estratégicos que apunten a crecer durante este tiempo y en la mejora de nuestra propuesta de valor para los asociados. Vivimos en un contexto retador, pues las grandes entidades financieras ya trabajan en la inclusión de poblaciones que antes no atendían, por eso trabajamos la transformación empresarial con las nuevas tecnologías y con las nuevas metodologías para prestar los servicios de ahorro y de crédito, llevándolos a hacerlos más eficientes y teniendo transacciones digitales. Eso permite tener una mejor oferta de valor para nuestros asociados.
¿Cuál es el diferencial de la cooperativa?
Aquí es importante señalar que todas las cooperativas tenemos el mismo ADN. Lo que nos hace diferentes es satisfacer las necesidades de nuestros asociados para que no migren a las instituciones financieras tradicionales, ofreciendo un servicio oportuno y confiable apoyado en las nuevas tecnologías. Otro punto es la responsabilidad social, que es nuestro valor, y que demuestra que la comunidad puede beneficiarse de nuestro trabajo.
Háblenos sobre el brazo social de la cooperativa
Para cumplir su función social, de reinvertir los excedentes, Coomuldesa hace 27 años creó el Instituto Coomuldesa, el cual está conformado por tres unidades misionales que son: El Colegio Cooperativo, el Instituto Marco Fidel Reyes Afanador y la División de Gestión Social y de Proyectos. El objetivo social de este instituto es la formación integral del ser humano, mediante servicios educativos y complementarios con fines de interés social y sin ánimo de lucro. Adicionalmente, comprende la prestación de servicios especializados, la asistencia técnica, y la promoción de la Economía Solidaria. Con el Colegio Cooperativo estamos impactando al municipio de San Gil, el cual a corte de diciembre de 2023 contaba con 333 estudiantes desde preescolar hasta grado 11; con el Instituto Marco Fidel Reyes Afanador se está impactando a toda una región, ya que se están desarrollando programas virtuales, lo que beneficia a los asociados que se encuentran en las zonas de influencia de Coomuldesa y que quieren formarse para el trabajo; y el impacto social a los demás asociados se evidencia, a través de la división de gestión social y de proyectos que para el año 2023 se realizaron 478 actividades que beneficiaron a 96.558 personas de los departamentos de Santander y Boyacá, con una inversión social de más de $1′600.000 millones.
De esta manera, la cooperativa ratifica su labor en pro del mejoramiento de la calidad de vida de sus asociados en las zonas donde hace presencia.
Con 62 años de historia, Coomuldesa se ha posicionado como una de las cooperativas más importantes en Colombia. Actualmente cuenta con más de 196.000 asociados, quienes se benefician de sus servicios de ahorro y crédito de forma cómoda, ágil y segura.
Robinson Albeiro Vargas Cristancho es el gerente general de Coomuldesa. En diálogo con El Espectador, el directivo habló sobre la historia de la cooperativa, su evolución y el trabajo actual que llevan a cabo por la transformación empresarial y la digitalización de sus servicios.
¿Cómo celebran sus 62 años de historia?
El 29 de junio nuestra cooperativa cumplió 62 años de historia y queremos recordarle a nuestra base social lo importante que ha sido el desarrollo de nuestra empresa, tanto para los asociados como para las comunidades en donde nosotros hacemos presencia. Resaltamos cómo un proyecto de 34 asociados con un capital inicial de 510 pesos, en ese momento inicial de nuestra empresa, se ha convertido hoy en una de las cooperativas de ahorro y crédito más representativas del país. Nuestra ubicación en activos así lo refleja, pues estamos dentro de las cinco cooperativas, según las cifras que maneja la Superintendencia de la Economía Solidaria.
¿Cómo ha sido su evolución en este período?
Coomuldesa fue fundada hace 62 años en el municipio de Galán, Santander, gracias al impulso de sacerdotes de la Diócesis de Socorro y San Gil, entre los que resaltan el padre Marco Fidel Reyes Afanador y el padre Ramón González Parra, quienes trajeron la idea del modelo cooperativista de ahorro y crédito desde Europa. En su inicio, la cooperativa tuvo un crecimiento limitado debido a la escasez de recursos, pero siempre prestó un valioso servicio a la comunidad.
Luis Eduardo Torres Castro, gerente general desde 1984 hasta 2020, le dio un gran impulso a la cooperativa, ya que bajo su liderazgo se fortaleció empresarialmente y se enfocó en el ahorro y el crédito. Vale la pena señalar que esta institución se destacó en un momento en el que el sistema financiero tradicional no había desarrollado la inclusión financiera. De esta forma, la cooperativa ofreció préstamos a la medida, con plazos y tasas accesibles, lo que atrajo a muchos asociados que necesitaban financiamiento adecuado para sus actividades. Vale la pena señalar que la gran diferencia que tenemos con las instituciones financieras tradicionales es que nosotros no tenemos ánimo de lucro, así que la rentabilidad beneficia directamente a nuestros asociados, que actualmente son más de 196.000, quienes son dueños de la entidad.
¿Hacia dónde va la cooperativa?
Nuestra entidad quiere mantenerse dentro de las cinco primeras cooperativas de ahorro y de crédito del país. Esa es nuestra visión. Nos planteamos objetivos estratégicos que apunten a crecer durante este tiempo y en la mejora de nuestra propuesta de valor para los asociados. Vivimos en un contexto retador, pues las grandes entidades financieras ya trabajan en la inclusión de poblaciones que antes no atendían, por eso trabajamos la transformación empresarial con las nuevas tecnologías y con las nuevas metodologías para prestar los servicios de ahorro y de crédito, llevándolos a hacerlos más eficientes y teniendo transacciones digitales. Eso permite tener una mejor oferta de valor para nuestros asociados.
¿Cuál es el diferencial de la cooperativa?
Aquí es importante señalar que todas las cooperativas tenemos el mismo ADN. Lo que nos hace diferentes es satisfacer las necesidades de nuestros asociados para que no migren a las instituciones financieras tradicionales, ofreciendo un servicio oportuno y confiable apoyado en las nuevas tecnologías. Otro punto es la responsabilidad social, que es nuestro valor, y que demuestra que la comunidad puede beneficiarse de nuestro trabajo.
Háblenos sobre el brazo social de la cooperativa
Para cumplir su función social, de reinvertir los excedentes, Coomuldesa hace 27 años creó el Instituto Coomuldesa, el cual está conformado por tres unidades misionales que son: El Colegio Cooperativo, el Instituto Marco Fidel Reyes Afanador y la División de Gestión Social y de Proyectos. El objetivo social de este instituto es la formación integral del ser humano, mediante servicios educativos y complementarios con fines de interés social y sin ánimo de lucro. Adicionalmente, comprende la prestación de servicios especializados, la asistencia técnica, y la promoción de la Economía Solidaria. Con el Colegio Cooperativo estamos impactando al municipio de San Gil, el cual a corte de diciembre de 2023 contaba con 333 estudiantes desde preescolar hasta grado 11; con el Instituto Marco Fidel Reyes Afanador se está impactando a toda una región, ya que se están desarrollando programas virtuales, lo que beneficia a los asociados que se encuentran en las zonas de influencia de Coomuldesa y que quieren formarse para el trabajo; y el impacto social a los demás asociados se evidencia, a través de la división de gestión social y de proyectos que para el año 2023 se realizaron 478 actividades que beneficiaron a 96.558 personas de los departamentos de Santander y Boyacá, con una inversión social de más de $1′600.000 millones.
De esta manera, la cooperativa ratifica su labor en pro del mejoramiento de la calidad de vida de sus asociados en las zonas donde hace presencia.