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La Organización Mundial del Turismo (OMT) dice que “el turismo gastronómico se caracteriza porque el viajero experimente actividades y productos relacionados con la gastronomía del lugar”.
Por lo tanto, además de descubrir algunos de los paisajes más imponentes del mundo y conocer de la historia y la cultura del país, en su viaje a Argentina puede saborear preparaciones para conocer más sobre las raíces y las tradiciones del destino, además de deleitar su paladar.
Argentina, por ejemplo, es mundialmente conocido por sus carnes y vinos. Así que quien haya pisado la tierra de Maradona sin probar un típico asado maridado con vinos tintos tendrá una cuenta pendiente difícil de saldar en otro destino.
Sin embargo, los colombianos deben tener en cuenta que cada región del país tiene platos de excelente calidad, que merecen ser degustados. La lista incluye, entre otros, las empanadas, el locro, los tamales, los pescados del Litoral y los mariscos patagónicos.
En cada rincón de Argentina hay un paisaje para admirar, una experiencia para vivir, una receta para saborear y un vino para disfrutar. Estas son algunas recomendaciones.
Asado: único y extraordinario
El asado argentino, el gran clásico del país, es un imperdible, ya que no es un mero plato de comida, sino todo un ritual que trasciende lo gastronómico y se convierte en la excusa perfecta para compartir un momento especial.
En el asado se ponen cantidades de carne en una parrilla para que se cocinen a fuego lento, al calor de las brasas. La preparación puede tardar entre dos y tres horas, aunque todo el proceso es disfrutable. A punto o bien cocido, cada cual elige cómo lo disfruta más.
Tira de asado —tal vez lo más popular—, vacío, matambrito de cerdo, entraña, chorizos, chinchulín y mollejas son algunas de las palabras que acompañan un asado. El emblemático chimichurri tampoco puede faltar.
La noche porteña
Tradicionales parrillas y legendarios bodegones, restaurantes clásicos y modernos, alta cocina, las históricas pizzerías de la avenida Corrientes, la emblemática milanesa napolitana con papas fritas, cervecerías, clásicos cafés y bares de vino son solo algunas de las opciones para disfrutar de una inolvidable noche en Buenos Aires.
San Telmo, Puerto Madero, Palermo, Recoleta y, viajando hacia las afueras de la capital, durante el día, un paseo por Tigre y San Isidro para almorzar al aire libre con vistas al Río de La Plata son opciones para pasear y comer delicioso.
Asimismo, hacia el interior de la provincia de Buenos Aires hay acogedoras estancias para deleitar los sentidos con sus danzas folclóricas y demostraciones de jineteadas, mientras se disfruta de un gran banquete de carne a las brasas.
Vinos y buen vivir
La región de Cuyo es el paraíso del sol y el vino. Mendoza, San Juan y San Luis le proponen al turista una vida de tranquilidad, clima saludable y lujo.
Allí se puede degustar el mejor Malbec del mundo con los Andes de fondo y una sofisticada oferta hotelera y gastronómica. El afamado Valle de Uco o la tradicional zona de Luján de Cuyo son sinónimos de buen vivir.
La mazamorra o el chivo a la chanfaina, en San Luis, son otros imperdibles.
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Sabores exquisitos y tradición
La tradición es protagonista en el norte de Argentina. Tamales, humita en chala, carbonada, locro, chicharrón con grasa y el dulce cayote son algunos de los clásicos.
Asimismo, para acompañar estas delicias, la Ruta del Vino de esta provincia propone descubrir, en algunas de las bodegas más altas del mundo, el sabor frutal del vino Torrontés, una bebida de aroma floral acompañado de exquisitas aceitunas de arauco, quesos de cabra y nueces.
También, entre bombos y guitarreadas, el cabrito se presta para la ocasión en Santiago del Estero. Y no se pueden dejar de mencionar las empanadas, que, aunque se pueden disfrutar en cualquier punto de Argentina, en el norte tienen un encanto especial, tanto que santiagueños, tucumanos y salteños se autoproclaman con orgullo que preparan las mejores y que son los creadores de este manjar.
Pescado, mandioca y cítricos
El Litoral, región donde están las cataratas del Iguazú, declaradas una de las Nuevas Siete Maravillas Naturales del Mundo, también tiene una deliciosa gastronomía. Recetas a base de pesca de río, con mucho sabor y textura; mandioca (yuca), arroz, cítricos y la sagrada yerba mate son las credenciales principales.
Y si bien este último producto, que caracteriza al argentino, atraviesa todo el país, el mayor productor de yerba mate es la provincia de Misiones. Esta infusión con infinitas propiedades, además de significar encuentro y amistad cuando se la bebe en ronda en el típico mate de calabaza, tiene muchas alternativas de uso en diversas recetas de la región: desde golosinas y helados hasta cocteles y preparaciones saladas.
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Cerveza artesanal, chocolates y delicias patagónicas
Mejillones, centolla —producto insignia en Ushuaia, la Ciudad del Fin del Mundo—, merluza negra, truchas y el cordero patagónico son las bases de una gastronomía de primera categoría, que complementan un viaje de ensueño.
Por otro lado, Bariloche —uno de los principales destinos turísticos del país— es reconocido por la calidad de sus chocolates. Hacer una parada en cualquiera de las chocolaterías de la calle Mitre es un clásico delicioso e inolvidable.
Asimismo, en este rincón, soñado por muchos viajeros, está muy presente el consumo de cerveza artesanal, uno de los principales productos gastronómicos y turísticos de la ciudad, con cervecerías premiadas internacionalmente y reconocidas en todo el mundo.
Fiesta Nacional de la Cerveza y alfajores
Mientras tanto, en el corazón geográfico de Argentina se encuentra la provincia de Córdoba, histórico destino turístico para los argentinos y uno de los grandes motores de la vida socioeconómica del país.
Nadie que visite la provincia puede dejar de probar las exquisiteces que se elaboran en charcutería, principalmente, en Colonia Caroya. Asimismo, en el Valle de Calamuchita aparecen sitios reconocidos, como Villa General Belgrano. En esta pequeña aldea, donde la cultura alemana está muy presente, cada mes de octubre, se celebra la Fiesta Nacional de la Cerveza, un festival donde, además de disfrutar de esta antiquísima bebida, se dan espectáculos musicales y diversas actividades para toda la familia.
Asimismo, Córdoba también es conocida por la producción de alfajores y dulce de leche, otros de los grandes protagonistas de la gastronomía argentina.
Cinco vinos imperdibles
Por otro lado, Argentina es la tierra de los vinos. La esencia de su geografía se imprime en los sabores y aromas de cada una de las botellas que son elaboradas en las bodegas que se han posicionado entre las mejores del mundo.
En los viñedos se cosechan diferentes variedades de uva que luego se convertirán en esas deleitantes bebidas que tantas sensaciones generan en los sentidos. Malbec es la cepa insignia del país y, también, se puede encontrar Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Chardonnay y Torrontés, entre otras. Pero ¿cuáles son los imperdibles?
Malbec: el Malbec tinto argentino es el primer infaltable a la hora de acompañar carnes rojas y tamales, entre otros platos tradicionales. Esta cepa encontró su hogar en Argentina, donde se convirtió en el vino por excelencia. De hecho, este país es el principal exportador mundial y tiene denominación de origen controlada para esta variedad en varias regiones.
Cada suelo donde se elabora esta variedad le imprime características únicas que lo distinguen. Por ejemplo, en Cuyo adquiere gran color y dulzura interna, con aromas a ciruela, fruta negra y roja madura. Es redondo, de cuerpo medio, con taninos dulces, sedosos y envolventes, y poca astringencia, mientras que en el noroeste presenta aromas intensos a especias y frutos negros.
La mejor opción para degustar y comprar este vino es visitar la provincia de Mendoza, donde las bodegas premiadas internacionalmente elaboran esta variedad como ninguna a los pies de los Andes. Tan es así que se pueden encontrar extraordinarios vinos Malbec reconocidos con cien puntos Robert Parker.
Cabernet Sauvignon: otro de los preferidos en el mundo es el “rey de los vinos tintos”: el Cabernet Sauvignon. ¿Qué lo distingue de los elaborados en otros países? El diferencial de los viñedos argentinos que trabajan esta variedad es que son los únicos que se encuentran en climas continentales, alejados de grandes extensiones de agua.
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El estrecho lazo con el lugar donde es cultivada la vid define el perfil de esta cepa que en los valles Calchaquíes (noroeste argentino), desarrolla un color intenso con aromas a moras y pimiento verde. En cambio, en Cuyo se presenta frutado. Además, puede estar añejado en botellas o en madera, lo que le da un carácter áspero.
Bonarda: siguiendo con las uvas tintas, la Bonarda es la segunda en importancia por la cantidad de superficie que ocupa en los viñedos argentinos. San Juan y Mendoza son los destinos ideales para degustar esta variedad y llevarse botellas a casa para seguir disfrutando la experiencia única de su sabor.
Degustar una copa de este vino es sumergirse en aromas frutados de frambuesa y sutiles acentos anisados, y por sus taninos siempre suaves es fácil de beber. El maridaje ideal son los platos con vegetales grillados, carnes rojas y blancas, pastas y quesos maduros.
Según los enólogos, se adaptó mejor al clima y los suelos de Argentina que en Francia, su país de origen. En el Valle de Tulum, San Juan y al este de Mendoza abundan los viñedos colmados de Bonarda.
Torrontés: es el ideal para los amantes de los vinos blancos. Esta cepa única de argentina deleita con sus aromas florales que se combinan con una característica acidez. Se trata de una variedad de cuerpo refrescante, con jazmín, azahar y frutas tropicales que pueden variar según el ejemplar elegido.
Hay tres variantes de uva Torrontés que se usan para preparar el vino: riojano, sanjuanino y mendocino.
Si bien esta variedad se halla en provincias como La Rioja, San Juan y Mendoza, el Torrontés es emblema de Salta, donde el clima, el suelo y la altura se combinan para dar lugar a uno de los vinos más exquisitos, ideal para acompañar postres. En especial, el Valle de Cafayate concentra las mejores bodegas que lo elaboran.
Chardonnay: durante 2021 fue uno de los más pedidos a escala internacional, ya que, por su versatilidad, se adapta a los diferentes catadores y se dice que es la mejor cepa para iniciarse en el mundo del vino.
Con esta uva blanca se elaboran diferentes vinos como la mayoría de los espumosos, vinos sin madera o varietales fermentados en barricas de madera, que le aportan taninos, algo poco frecuente en las variedades blancas. Sus aromas característicos son frutales.
Si bien proviene de la región francesa de Borgoña, en las provincias argentinas de Mendoza y San Juan se encuentran los mejores exponentes de esta variedad, aunque La Rioja también es uno de los mejores destinos para degustarlo. Los pescados son su mejor maridaje.
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En breves
Bares notables de Buenos Aires, estas solo solo algunas de las opciones
Bar El Federal
Los dos salones que conforman el café-bar El Federal, con un mobiliario tradicional, poseen una interesante exposición porteña, que incluye viejas publicidades y fotografías de los años 20 y 30. El edificio, en el corazón de San Telmo, data del siglo XIX.
Bar de Cao
Este café comenzó su historia hace tiempo, con los hermanos José y Vicente Cao como propietarios, y funcionó desde entonces con la exitosa dupla de almacén y despacho de bebidas. Después de su retiro, el bar logró reabrir sus puertas en el año 2005.
12 de octubre (Bar de Roberto)
El interior es pequeño, con una barra de madera y estantería por detrás cargada de botellas, cuyas etiquetas amarronadas hablan de su edad, fue fundado en 1893. Sobre el frente del veterano bar, el pintor Crespi creó un mural con el retrato de Carlos Gardel junto a una pareja de milongueros.
36 billares
Nació como café en 1894 y fue el lugar de encuentro de pensadores e intelectuales. En el subsuelo está el corazón de esta propuesta: las mesas de billar y pool, los naipes, dados y dominó. En 2013, 36 billares fue restaurado y sigue conservando su perfil histórico intacto.
Pizza, infaltable en su visita a Buenos Aires
Los comienzos
La pizza se empezó a popularizar en la ciudad de Buenos Aires a finales del siglo XIX gracias a los inmigrantes italianos, más precisamente a los genoveses. Comenzó en el barrio de La Boca y fue creciendo hasta que el fanatismo se expandió a todo el país.
Breve diccionario
Al molde se traduce en una pieza de cerca de 3 cm de alto que es esponjosa y chorrea aceite; media masa: es al molde, pero menos alta y tiene una miga gruesa, porque se le hace un doble leudado, y a la piedra es una masa angosta y cocinada en el horno de leña.
Otros términos
Fugazza con queso es pizza de cebolla con queso, un clásico; Fainá es una preparación a base de harina de garbanzo que se corta en porciones y puede acompañar a la pizza, y el maestro pizzero es el responsable de la cocina y quien resguarda la identidad.
Recomendaciones
En Buenos Aires, el amasado y la fermentación son procesos más rápidos que los que se suelen hacer en Italia, y debe incluir mucho queso. Algunos de los múltiples lugares recomendados son El Cuartito, Roma, Las cuartetas, La Mezetta, Guerrín y Babieca.
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