En el último año las enfermedades del corazón han aumentado por factores como los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo y la falta de acceso oportuno a médicos especialistas.
“En Colombia, desde finales de los años sesenta las enfermedades cardiovasculares empiezan a ser reconocidas como causa de morbilidad y mortalidad. A comienzos de la década de los ochenta adquieren relevancia epidemiológica y a partir de ese momento y durante los siguientes 30 años han ocupado los cinco primeros puestos en la lista de las diez principales causas de mortalidad para el país”, se lee en la página del Ministerio de Salud y Protección Social.
Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), de las 242.609 muertes registradas en 2019 en el país, las enfermedades cardiovasculares fueron causantes de más de 55.000 de las cuales: 38.475 correspondieron a enfermedades isquémicas del corazón; 15.543 a enfermedades cerebrovasculares, y alrededor de 4.000 a otros eventos relacionados con fallas en el funcionamiento del sistema circulatorio.
Las cifras son altas y con la pandemia se prevé que vayan en aumento. Por eso, es clave poner sobre la mesa el tema de la salud del corazón y cómo lograr tener unos hábitos que promuevan una mejor calidad de vida. Para ello es importante, en primer lugar, dejar claro ese panorama que en palabras del doctor Gilberto Castillo, médico internista y cardiólogo, coordinador de la Unidad Cardiovascular de la Clínica Imbanaco en Cali, “las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la causa número uno de muerte en Colombia y en todos los países occidentales. El año pasado las enfermedades infecciosas subieron al segundo lugar como causa de muerte debido al Covid-19, pero aún así con esta pandemia, el infarto cardíaco sigue siendo la principal razón de fallecimiento en Colombia”.
Sin lugar a dudas, la enfermedad coronaria es la más importante por sus cifras y por los riesgos que implica. “Cuando se habla de enfermedad coronaria se hace referencia a un proceso en el que las arterias coronarias (es decir las arterias que le llevan sangre al propio corazón) se van obstruyendo poco a poco por placas de grasa, hasta que llega un momento en que esa placa de grasa se rompe y como resultado se forma un gran coágulo que obstruye el paso de la sangre a través de la arteria”, se lee en la Guía ACOCIB de 2018.
En ese momento, cuando no le llega sangre al músculo cardíaco porque la arteria se obstruye completamente, es cuando sucede el infarto. “Esta enfermedad coronaria es consecuencia a su vez de otras enfermedades que se consideran factores de riesgo para sufrirla; en primer lugar, la hipertensión arterial, que significa sufrir permanentemente de cifras elevadas de presión arterial”, se explica en la Guía ACOCIB de 2018.
En Colombia, cuatro de cada diez adultos sufren de hipertensión, pero el 60 % de ellos no lo saben, según datos del Ministerio de Salud y Protección Social. “Las alteraciones del colesterol conocidas como dislipidemias, la diabetes; esos niveles elevados de azúcar en la sangre causan daños a nivel de los vasos sanguíneos y aceleran la formación de la placa de grasa y el tabaquismo son los cuatro factores de mayor riesgo, pero también hay que tener en cuenta el sedentarismo, la obesidad y el estrés”, señala el doctor Gilberto Castillo, quien explica que hay otra enfermedad cardiaca que se ha convertido en un verdadero problema de salud pública y es la insuficiencia cardiaca.
Eso se presenta, por ejemplo, después de que el paciente ha sufrido un infarto del corazón y la fuerza de éste para contraerse ha quedado disminuida. Es como un motor que ahora queda trabajando solo a media máquina, incapaz de bombear toda la sangre que debería a los diferentes órganos del cuerpo. La insuficiencia cardiaca produce especialmente asfixia asociada con el ejercicio o con los esfuerzos físicos, cansancio fácil y también puede producir hinchazón de los pies. Entre los factores de riesgo se encuentran: “Obesidad o sobrepeso, hipertensión, niveles anormales de grasa en la sangre (colesterol o triglicéridos elevados), hiperglicemia que es el aumento desequilibrado de glucosa en sangre o la inactividad física o sedentarismo”, indica Lina Cano, nutricionista- dietista egresada de la Pontificia Universidad Javeriana.
“Lo que ocurrió durante estos meses fue que muchos pacientes con problemas cardiovasculares dejaron de asistir a sus controles médicos por temor a contagiarse en las clínicas y hospitales. La teleconsulta es una buena herramienta, especialmente para pacientes ya conocidos que necesitan mostrar los resultados de los exámenes, pero hay otros pacientes que necesitan ser examinados y hacerles un tratamiento adecuado sólo por video o por celular no es la mejor opción. Muchos de estos pacientes cuando volvieron a consulta, venían con la presión arterial descontrolada, los niveles de azúcar y colesterol por las nubes, etc. Además, aunque las EPS hicieron su mejor esfuerzo por continuar con la entrega de medicamentos, la verdad es que los primeros meses fue complejo para muchos pacientes renovar sus fórmulas y obtener sus medicamentos a tiempo. Muchos pacientes se quedaron dos o tres meses sin medicamentos por múltiples razones”, expresa Gilberto Castillo, médico internista y cardiólogo, coordinador de la Unidad Cardiovascular de la Clínica Imbanaco en Cali.
Como una breve y puntual descripción del cuidado al corazón, la OPS (Organización Panamericana de la Salud) y la OMS (Organización Mundial de la Salud, señalan lo siguiente: “el cuidado del corazón empieza con la lactancia y continúa con una alimentación saludable, comiendo más verduras, frutas y otras comidas no procesadas, así como limitando el consumo de sal, evitando las grasas trans, los azúcares y el tabaco, y también realizando actividad física durante toda la vida”.
“Durante toda la vida”, esta frase, con la que concluye el comunicado, enmarca la importancia, entre otras cosas, de la actividad física en la salud de las personas. Es la OMS quien, por medio de sus publicaciones informativas, señala que la inactividad no solo es la causa principal de cánceres de mama y colon, también tiene una especial relevancia en la carga de la cardiopatía isquémica.
Más allá de las consecuencias de no ejercerla, es importante señalar los beneficios de la actividad en la salud física y mental. Señala la organización que, un nivel adecuado de esta, “reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas; mejora la salud ósea y funcional, y es un determinante clave del gasto energético, y es por tanto fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso”.
Aunque la actividad física no debe confundirse con el ejercicio, pues este último exige una planificación, continuidad y otros componentes, Ibeth Carvajal, fisioterapeuta y especialista en ejercicio físico de Bodytech, Gseñala que quienes opten por este último, deben recibir acompañamiento para conocer su estado de salud, y así, podrían mejorar su resistencia cardiovascular y pulmonar, así como prevenir lesiones y enfermedades crónicas, especialmente cardiovasculares.
La pandemia ha generado efectos en el mundo laboral impulsando, principalmente, la masificación del teletrabajo. Las medidas sanitarias para manejar el virus, como cuarentenas estrictas y distanciamiento social, se tradujeron en que muchos trabajadores abandonaran sus puntos físicos de trabajo para cumplir las jornadas laborales desde sus hogares.
Sin embargo, las malas posiciones, las largas jornadas de trabajo, no contar con iluminación adecuada, utilizar una silla no ergonómica y, sobre todo, no realizar pausas activas, han generado afectaciones físicas y en la salud de los trabajadores.
“Las malas prácticas a la hora de trabajar en casa han causado que las consultas por dolores en el cuello, en las manos, en los antebrazos, en la espalda y lumbares se hayan incrementado durante la pandemia” aseguró Sonia Ivette Gómez, fisioterapeuta adscrita a Colsanitas. “Al tener un mal manejo de la postura con una carga prolongada sobre los músculos y las articulaciones, se genera dolor y alteraciones funcionales”, puntualiza la experta.
Por lo tanto, recomienda realizar pausas activas que le eviten estar todo el tiempo sentado al frente de su computador, “es importante estirar las articulaciones para evitar enfermedades como tendinitis o el síndrome del túnel carpiano. Entre los ejercicios recomendados, y que se aconseja practicar cada uno por 20 segundos, cada dos horas, está:
Para los tendones de la mano Gómez recomienda hacer una extensión amplia de los dedos hacia los lados, luego hacia adentro, como haciendo garras.
También puede poner su mano estirada sobre una superficie y levantar y volver a reposar individualmente cada uno de los dedos.
En general y para reactivar otras partes del cuerpo es ideal caminar un poco por el espacio de trabajo y realizar una pequeña rutina de estiramiento, con el fin de reactivar el flujo sanguíneo. Hay varias aplicaciones que le pueden ayudar a organizarse en este propósito, permitiéndole poner recordatorios e incluso sugiriéndonos ejercicios o actividades para hacer, entre ellas, Workrave, para Windows; Time Out, para MAC, Randomly RemindMe, para Andoid; o Stand Up!, para iOS.
Por otro lado, la virtualidad ganó terreno tanto para empresas, universidades y colegios, siendo las plataformas digitales la manera más segura para desarrollar los que haceres y evitando aglomeraciones. Sin embargo, el aumento del tiempo que pasamos frente a distintas pantallas (celulares, computadores, tabletas, televisores, entre otros) está afectando la visión, pues muchas personas no toman las medidas necesarias.
Por lo tanto, las pausas activas para proteger la salud visual son tan importantes como las que nos ayudar a cuidar otras partes del cuerpo.
“Las pantallas de televisión, celular, tabletas o computador generan síntomas visuales después de pasar mucho tiempo en frente de ellas, dentro de esta sintomatología el paciente puede referir fatiga visual, visión borrosa, sensación de ardor y sequedad ocular, algunas también reportan lagrimeo”, asegura Christian Montoya, coordinador académico de la Facultad de Optometría de la Universidad Antonio Nariño.
Entre las recomendaciones que se pueden poner en práctica para reducir este tipo de síntomas están:
Asimismo, la falta de sueño es un factor que influye en el desarrollo óptimo de la visión. “El dormir poco puede alterar el sistema visual ya que esto impide descifrar con seguridad algunos estímulos visuales. El cerebro con falta de sueño es capaz de procesar imágenes simples, pero disminuye la capacidad de interpretar las mismas, también se pueden generar síntomas de fatiga visual, irritación ocular, leve inflamación de párpados”, afirma Christian Montoya.
Es necesario hacer pausas activas para descansar la mirada. Uno de los ejercicios que se pueden poner en práctica, según el coordinador académico Christian Montoya, “es conocido como la regla 20-20-20, esta consiste en que cada 20 minutos frente a una pantalla, usted debe cambiar su punto de fijación a 20 pies (6 metros), durante 20 segundos, así asegura que sus ojos tomen una breve pausa, mirando objetos a distancias diferentes, evitando la fatiga y el desgaste de los ojos”.
Por otro lado, Yohana Chacón, optómetra y jefe del Departamento Científico de GMO, recomienda como pausas activas realizar descansos periódicos de un minuto cada hora y hacer ejercicios como: observar al frente y hacia el infinito (dos repeticiones), mover sus ojos de derecha a izquierda y de abajo hacia arriba (dos repeticiones), mirar la punta de su nariz (dos repeticiones) y cubrir sus ojos por unos segundos.
Según el Observatorio Nacional de Salud, año tras año las enfermedades cardiovasculares fueron la primera causa de muerte en Colombia, panorama que solo cambió con la llegada del Covid-19 al país, que en 2020 ocupó este lugar.
Aun así, el riesgo de padecer este tipo de patologías sigue vigente y de acuerdo con los profesionales de la salud, los hábitos alimenticios influyen de manera significativa en ello. La doctora Ana Cristina Montenegro, médico vascular angiólogo del Hospital Universitario de la Fundación Santa Fe de Bogotá, explicó las claves para que, desde la alimentación, se cuide el sistema cardiovascular.
“Lo más importante para el cuidado del corazón es el control de los factores de riesgo. Por ejemplo, atendiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud se debe disminuir el consumo de sal y de azúcar. El abuso de sal provoca el aumento de la presión arterial y el de azúcar refinada genera obesidad y elevación del azúcar en la sangre”, expresó
Asimismo, dijo que se debe disminuir el consumo de grasas de origen animal, comer alimentos preparados a vapor y no fritos (ya que a vapor conservan todas las propiedades nutritivas), aumentar el consumo de grasas de origen vegetal como las nueces y el aguacate y comer al menos dos porciones semanales de pescados como atún, salmón y sardinas, que contienen alto contenido de ácidos grasos omega 3, actuando como grandes protectores del sistema cardiovascular.
Por último, aseguró que el consumo diario de abundantes frutas, verduras y cereales integrales favorecen al buen funcionamiento del sistema cardiovascular, ya contienen fibra, vitaminas y antioxidantes, que favorecen el buen funcionamiento del sistema cardiovascular.
No debe tener algún problema de salud o un dolor específico para ir al médico, pero es muy importante que mínimo una vez al año se haga un chequeo completo para conocer su estado de salud y evitar enfermedades. Hoy por hoy la mayoría de las clínicas del país tienen opciones para sus exámenes médicos personalizados.
“Entre los recomendados para hacer chequeo, dependiendo de cada paciente y de lo que elija, puede ser visto también por ginecología, en el caso de las mujeres, o urología, para los hombres; realizándose exámenes de laboratorio, prueba de esfuerzo cardiovascular, ecografía abdominal, audiometría, valoración dental y revisión oftalmológica”, según Sura.
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un conjunto de trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos. Según la Organización Mundial de la Salud, son la principal causa de defunción en todo el mundo.
por enfermedades cardiovasculares en 2021
80 % de los infartos de miocardio y de los AVC prematuros son prevenibles.
75 % de las muertes causadas por ECV se producen en países de ingresos bajos y medios
Dentro de las 10 principales causas de mortalidad en Colombia están los accidentes cerebro vascular, diabetes y enfermedad hipertensiva.
Hay que mantenerse activo. El corazón es un músculo que necesita de rutinas y una buena salud y alimentación.
Agite rápido las manos
Abra y cierre los puños
Cierre el puño y mueva las muñecas de arriba hacia abajo y luego haga suaves movimientos circulares.
Aplicaciones como Workrave, para Windows; Time Out, para MAC, Randomly RemindMe, para Andoid; o Stand Up!, para iOS; pueden ayudarle con sus pausas activas.
Exponerse constantemente a pantallas como televisores, celulares y computadores pueden generar fatiga visual, visión borrosa, entre otras dolencias.
Después de cada 20 minutos frente a una pantalla,
cambie su punto de fijación a 20 pies (6 metros),
durante 20 segundos.
Así asegura que sus ojos tomen una breve pausa.
Observar al frente y hacia el infinito
Mover sus ojos de derecha a izquierda y de abajo hacia arriba y mirar la punta de su nariz.
Disminuya el brillo de las pantallas y aumente el contraste para reducir el esfuerzo visual.