El valor de la presencialidad: un reto en el nuevo panorama de la educación
Los nuevos retos que trajo la pandemia a la educación permitieron que las universidades evolucionaran para brindar a sus estudiantes servicios aún más completos y con mayor accesibilidad, sin dejar aún lado las necesidades humanas que no cambian.
La inmediatez en el acceso a la información, la virtualidad, aspectos sociales, culturales y, por supuesto, la pandemia ha generado cambios importantes en la educación. Por lo cual, se hace importante preguntarse si los modelos de aprendizaje, las metodologías de calificación y otros temas que conforman la educación superior actual son eficientes, o suficientes para complementar las necesidades que se requieren en la actualidad.
Por ello, se hace necesario hablar de un nuevo panorama de la educación, “ahora el mundo pide la diferencia entre universidades y los cursos online, entonces entendiendo esas necesidades, nos hemos diferenciado”, mencionó Esteban Piedrahita, rector de la Universidad Icesi de Cali, quien también contó cómo esta universidad, calificada como la sexta mejor de Colombia y la número 67 en Latinoamérica, ha evolucionado para brindar a los estudiantes y a la comunidad una robusta experiencia académica que brinda herramientas para solucionar los desafíos modernos.
¿Por qué hablar de un nuevo panorama de la educación?
Hay un mundo de cambios, cambios tecnológicos que han posibilitado el acceso a contenidos. También cambios culturales, de preferencias y demás. Sin embargo, nosotros pensamos que hay que tener en cuenta las cosas que no cambian, hay ciertas necesidades humanas que no cambian y que de alguna manera la pandemia ha reforzado.
Me parece que la pandemia les dio un impulso a las soluciones virtuales, pero creo que también nos llama a las universidad y otras organizaciones a tomarnos más enserio el valor de la presencialidad. Hay cosas que se pueden simular virtualmente, pero la experiencia, las relaciones que se construyen en la universidad, el descubrir su identidad, interactuar con personas diferentes que pueden ayudar a uno a solucionar las dudas e inquietudes, creo que ahí la virtualidad no tiene la posibilidad de competir con la presencialidad.
¿Cuál cree que son los principales retos que tiene la educación superior?
Tiene muchos retos. Uno de los principales es que nuestros sistema educativo previo a la educación superior es muy desigual y en general muy malo. Entonces los jóvenes cuando llegan a la educación superior, la mayoría no tiene las competencias que debería tener, entonces las universidades hacen un esfuerzo para compensar ciertas deficiencias de nuestro sistema, que es muy desigual y tiene muchas brechas de calidad.
Hay una presión por programas más cortos, pero recortar los programas significa un sacrificio enorme en calidad. Está el desafío de la competencia digital que viene de afuera; hay startups ofreciendo cursos más cortos, hay una gran competencia, que es sano porque amplia el acceso y nos obliga a reinventarnos.
¿Cree que es importante modificar las metodologías de educación y calificación en las universidades?
Sí. Hay muchos cuestionamientos sobre la metodología de evaluación, pero no tenemos claridad de cuál sería el ideal. Yo creo que gracias a la tecnología también podremos hacer evaluaciones más cualitativas, creo que debemos estar evaluando todo el tiempo, no solo en exámenes. Va a evolucionar y vamos a ir mezclando lo cuantitativo con lo cualitativo,
Nosotros como universidad pensamos en las proyecciones de los estudiantes, en cómo se proyectan hacia el futuro, para construir esas trayectorias hay que poder evaluar otras cosas, para entender que los estudiantes pueden evolucionar. Estamos pensando en trayectorias diferentes para jóvenes diferentes, y para ayudarlos a seguirse descubriendo hay que pensar en no solo evaluar el éxito académico, porque en diferentes ámbitos los criterios de evaluación pueden ser muy diferentes.
¿Cómo hace la Universidad para fomentar temas de salud y educación emocional, psicológica y las habilidades blandas en los programas académicos?
Nosotros tenemos un proyecto educativo institucional bastante diferenciado, tenemos un énfasis fuerte en aprendizaje activo, tenemos un énfasis fuerte en el desarrollo de competencias; hay un componente de ciudadanía y ética fuerte. Estamos implementando aspectos socioemocionales en la formación, y siempre el objetivo es ayudar a desarrollar ciudadanos autónomos y libres, que puedan ser exitosos profesionalmente, pero también personalmente.
Que tengan las destrezas y competencias de su disciplina, pero también otras claves para el siglo XXI, como el trabajo en equipo, la comunicación, el alfabetismo digital, el pensamiento crítico. Hacemos un esfuerzo grande en meter estas competencias, destrezas, habilidades y hábitos dentro del currículum. Y estamos haciendo un gran énfasis en lo emocional, como parte fundamental del proyecto educativo institucional.
¿Cómo fomentan la educación colaborativa para fortalecer la experiencia académica?
Tenemos un currículum que diferentes disciplinas, eso genera la posibilidad de trabajar desde varias perspectivas en educación y en aprendizaje.
Tenemos una alianza que se llama 4U, con tres universidades, Eafit en Medellín, la Universidad del Norte en Barranquilla, y el Cesa en Bogotá, que tienen como nosotros orígenes empresariales y son de altísima calidad. Con ellos estamos trabajando varios de temas de investigación, de aprendizaje y docencia, proyectos sociales, incluso haciendo temas de filantropía en conjunto, esa es una alianza importante.
Y finalmente nos hemos preocupado hace más de 20 años por tener una proyección internacional de nuestros estudiantes y profesores. Tenemos doble titulación en varios programas con universidades europeas, posibilidades del semestre afuera; así como prácticas laborales internacionales. Queremos ser una universidad cada vez más internacional para conectarnos con Colombia y con el mundo.
¿Cómo fomentan la sostenibilidad en la universidad?
Eso es un tema que el mundo, la sociedad y los estudiantes nos demandan. Tenemos una iniciativa que se llama Icesi Sostenible, estamos midiendo nuestro impacto sobre el medio ambiente, nuestra huella de carbono. Además, hay una maestría interdisciplinaria en sostenibilidad que reúne varias facultades, y es un tema en el que queremos trabajar más en el currículum regular y de pregrado, como valor o asunto transversal a todos los estudiantes.
Tenemos una faculta de biología que trabaja mucho en conservación en dos estaciones de investigación que tenemos en los bosques de la cordillera occidental, es un tema que nos interesa, nuestra región es sumamente rica en biodiversidad y es algo que queremos seguir profundizando.
Además, hay una maestría interdisciplinaria en sostenibilidad que reúne varias facultades, y es un tema en el que queremos trabajar más en el currículum regular y de pregrado, como valor o asunto transversal a todos los estudiantes.
¿Cómo contribuyen al cumplimiento de los ODS?
El primero de todos es que acá rompemos ciclos de pobreza. Tenemos cerca del 40 % de estudiantes de estrato 1 y 2. La mayor contribución es que los estudiantes que pasan por acá su condición socioeconómica y la de su familia cambia sustancialmente, porque tiene acceso a oportunidades que de otra manera no hubieran tenido. Ahí le pegamos a muchos, de inclusión, de equidad.
Tenemos los trabajos en materia de sostenibilidad, esfuerzos para que la universidad sea más sostenible, para capacitar otras organizaciones y personas en asuntos de sostenibilidad y conservación. Y nuestra escuela de Educación que está formando maestros, son pocas las universidades no estatales de altísima calidad que ofrecen licenciaturas, que forman maestras y maestros, tenemos un compromiso significativo e impactamos a través de mejores educadores en la educación de nuestros jóvenes.
La inmediatez en el acceso a la información, la virtualidad, aspectos sociales, culturales y, por supuesto, la pandemia ha generado cambios importantes en la educación. Por lo cual, se hace importante preguntarse si los modelos de aprendizaje, las metodologías de calificación y otros temas que conforman la educación superior actual son eficientes, o suficientes para complementar las necesidades que se requieren en la actualidad.
Por ello, se hace necesario hablar de un nuevo panorama de la educación, “ahora el mundo pide la diferencia entre universidades y los cursos online, entonces entendiendo esas necesidades, nos hemos diferenciado”, mencionó Esteban Piedrahita, rector de la Universidad Icesi de Cali, quien también contó cómo esta universidad, calificada como la sexta mejor de Colombia y la número 67 en Latinoamérica, ha evolucionado para brindar a los estudiantes y a la comunidad una robusta experiencia académica que brinda herramientas para solucionar los desafíos modernos.
¿Por qué hablar de un nuevo panorama de la educación?
Hay un mundo de cambios, cambios tecnológicos que han posibilitado el acceso a contenidos. También cambios culturales, de preferencias y demás. Sin embargo, nosotros pensamos que hay que tener en cuenta las cosas que no cambian, hay ciertas necesidades humanas que no cambian y que de alguna manera la pandemia ha reforzado.
Me parece que la pandemia les dio un impulso a las soluciones virtuales, pero creo que también nos llama a las universidad y otras organizaciones a tomarnos más enserio el valor de la presencialidad. Hay cosas que se pueden simular virtualmente, pero la experiencia, las relaciones que se construyen en la universidad, el descubrir su identidad, interactuar con personas diferentes que pueden ayudar a uno a solucionar las dudas e inquietudes, creo que ahí la virtualidad no tiene la posibilidad de competir con la presencialidad.
¿Cuál cree que son los principales retos que tiene la educación superior?
Tiene muchos retos. Uno de los principales es que nuestros sistema educativo previo a la educación superior es muy desigual y en general muy malo. Entonces los jóvenes cuando llegan a la educación superior, la mayoría no tiene las competencias que debería tener, entonces las universidades hacen un esfuerzo para compensar ciertas deficiencias de nuestro sistema, que es muy desigual y tiene muchas brechas de calidad.
Hay una presión por programas más cortos, pero recortar los programas significa un sacrificio enorme en calidad. Está el desafío de la competencia digital que viene de afuera; hay startups ofreciendo cursos más cortos, hay una gran competencia, que es sano porque amplia el acceso y nos obliga a reinventarnos.
¿Cree que es importante modificar las metodologías de educación y calificación en las universidades?
Sí. Hay muchos cuestionamientos sobre la metodología de evaluación, pero no tenemos claridad de cuál sería el ideal. Yo creo que gracias a la tecnología también podremos hacer evaluaciones más cualitativas, creo que debemos estar evaluando todo el tiempo, no solo en exámenes. Va a evolucionar y vamos a ir mezclando lo cuantitativo con lo cualitativo,
Nosotros como universidad pensamos en las proyecciones de los estudiantes, en cómo se proyectan hacia el futuro, para construir esas trayectorias hay que poder evaluar otras cosas, para entender que los estudiantes pueden evolucionar. Estamos pensando en trayectorias diferentes para jóvenes diferentes, y para ayudarlos a seguirse descubriendo hay que pensar en no solo evaluar el éxito académico, porque en diferentes ámbitos los criterios de evaluación pueden ser muy diferentes.
¿Cómo hace la Universidad para fomentar temas de salud y educación emocional, psicológica y las habilidades blandas en los programas académicos?
Nosotros tenemos un proyecto educativo institucional bastante diferenciado, tenemos un énfasis fuerte en aprendizaje activo, tenemos un énfasis fuerte en el desarrollo de competencias; hay un componente de ciudadanía y ética fuerte. Estamos implementando aspectos socioemocionales en la formación, y siempre el objetivo es ayudar a desarrollar ciudadanos autónomos y libres, que puedan ser exitosos profesionalmente, pero también personalmente.
Que tengan las destrezas y competencias de su disciplina, pero también otras claves para el siglo XXI, como el trabajo en equipo, la comunicación, el alfabetismo digital, el pensamiento crítico. Hacemos un esfuerzo grande en meter estas competencias, destrezas, habilidades y hábitos dentro del currículum. Y estamos haciendo un gran énfasis en lo emocional, como parte fundamental del proyecto educativo institucional.
¿Cómo fomentan la educación colaborativa para fortalecer la experiencia académica?
Tenemos un currículum que diferentes disciplinas, eso genera la posibilidad de trabajar desde varias perspectivas en educación y en aprendizaje.
Tenemos una alianza que se llama 4U, con tres universidades, Eafit en Medellín, la Universidad del Norte en Barranquilla, y el Cesa en Bogotá, que tienen como nosotros orígenes empresariales y son de altísima calidad. Con ellos estamos trabajando varios de temas de investigación, de aprendizaje y docencia, proyectos sociales, incluso haciendo temas de filantropía en conjunto, esa es una alianza importante.
Y finalmente nos hemos preocupado hace más de 20 años por tener una proyección internacional de nuestros estudiantes y profesores. Tenemos doble titulación en varios programas con universidades europeas, posibilidades del semestre afuera; así como prácticas laborales internacionales. Queremos ser una universidad cada vez más internacional para conectarnos con Colombia y con el mundo.
¿Cómo fomentan la sostenibilidad en la universidad?
Eso es un tema que el mundo, la sociedad y los estudiantes nos demandan. Tenemos una iniciativa que se llama Icesi Sostenible, estamos midiendo nuestro impacto sobre el medio ambiente, nuestra huella de carbono. Además, hay una maestría interdisciplinaria en sostenibilidad que reúne varias facultades, y es un tema en el que queremos trabajar más en el currículum regular y de pregrado, como valor o asunto transversal a todos los estudiantes.
Tenemos una faculta de biología que trabaja mucho en conservación en dos estaciones de investigación que tenemos en los bosques de la cordillera occidental, es un tema que nos interesa, nuestra región es sumamente rica en biodiversidad y es algo que queremos seguir profundizando.
Además, hay una maestría interdisciplinaria en sostenibilidad que reúne varias facultades, y es un tema en el que queremos trabajar más en el currículum regular y de pregrado, como valor o asunto transversal a todos los estudiantes.
¿Cómo contribuyen al cumplimiento de los ODS?
El primero de todos es que acá rompemos ciclos de pobreza. Tenemos cerca del 40 % de estudiantes de estrato 1 y 2. La mayor contribución es que los estudiantes que pasan por acá su condición socioeconómica y la de su familia cambia sustancialmente, porque tiene acceso a oportunidades que de otra manera no hubieran tenido. Ahí le pegamos a muchos, de inclusión, de equidad.
Tenemos los trabajos en materia de sostenibilidad, esfuerzos para que la universidad sea más sostenible, para capacitar otras organizaciones y personas en asuntos de sostenibilidad y conservación. Y nuestra escuela de Educación que está formando maestros, son pocas las universidades no estatales de altísima calidad que ofrecen licenciaturas, que forman maestras y maestros, tenemos un compromiso significativo e impactamos a través de mejores educadores en la educación de nuestros jóvenes.