Indra es una de las principales compañías de tecnología y consultoría a nivel mundial y ha hecho presencia en Colombia desde hace más de dos décadas con una planta de trabajo de más de 3.500 profesionales, con oficinas en Bogotá, Barranquilla y Medellín.
Desde hace más de cinco años, Indra Colombia ha materializado sus esfuerzos con políticas internas que favorecen y promueven la legalidad y la transparencia. Recientemente la compañía participó en el Foro Compliance Colombia, desarrollado en Medellín, confirmando su interés y promoción en dichos valores institucionales.
En diálogo con El Espectador, Miguel Fernando Jaimes Abaunza, director jurídico de Indra en Colombia, habló sobre el compromiso de la compañía con la legalidad y la transparencia, su nueva cultura corporativa y la relación de esta transformación institucional con la Quinta Revolución industrial.
¿Por qué Indra Colombia se ha comprometido con las buenas prácticas y la cero tolerancia a la corrupción?
La respuesta es sencilla, porque es lo correcto y es la única manera de ser sostenibles en el tiempo. Indra es un referente local y global en proyectos de transformación digital y esto nos lleva a buscar ser mejores cada día desde el desarrollo de un portafolio de soluciones y servicios, hasta el apego a la legalidad y el cumplimiento en cada una de las acciones que realizamos.
Dentro del sector tecnología participamos en proyectos de alto nivel e impacto en el entorno, que en muchas ocasiones son financiados con recursos públicos, esto nos impulsa a garantizar y propender por los más altos estándares de gobierno corporativo, teniendo como eje central la transparencia, la integridad y el profesionalismo.
Esta forma de actuar nos ha permitido ganar la confianza de nuestros clientes, quienes tienen la certeza de que están trabajando con una empresa ética, responsable y estructurada bajo los más altos estándares de cumplimiento legal y de prevención del riesgo.
¿Hace cuánto trabajan para cumplir dichos propósitos?
El apego al compliance y la prevención del riesgo, basado en principios y valores como la transparencia, la responsabilidad y la integridad, son elementos inherentes al ADN corporativo de Indra.
Impulsados por los cambios en el entorno y el surgimiento de nuevos retos y tendencias globales en compliance, desde 2015 los esfuerzos se hicieron más palpables ante los públicos externos gracias a la actualización de políticas internas que permitieron dar mayor autonomía e independencia a la Unidad de Cumplimiento y la consolidación de un robusto Código de Ética y Cumplimiento Legal que rige la operación a nivel local y global.
Asimismo, la Unidad de Cumplimiento, en coordinación con el área de Recursos Humanos, despliega diversas campañas de formación y difusión en materia de Ética y Cumplimento y de Derecho de la Competencia dirigidas a todos los profesionales de Indra para fomentar la interiorización y apropiación de los valores que mencioné previamente, y que se vean reflejados en cada uno de los procesos que realizan diariamente.
¿Cómo es su nueva cultura corporativa
La nueva cultura se soporta en la permanente actualización e incorporación de elementos y principios de buen gobierno corporativo para garantizar el cumplimiento de los más altos estándares nacionales e internacionales. Este accionar va de la mano de un robusto Código de Ética y Cumplimiento Legal, del cual se derivan los modelos de Prevención de Riesgos Penales y de Prevención de Riesgos en Derecho de la Competencia de Indra, los cuales brindan las directrices específicas para el desarrollo de las funciones de cada uno de los profesionales de la compañía, propendiendo por la tolerancia cero a las irregularidades.
¿Qué ejercicios han consolidado esa cultura corporativa?
Contamos con varias herramientas en nuestro Modelo de Cumplimiento, además de destinar recursos para fortalecer la cultura de integridad y transparencia. De igual forma, contamos con la Unidad de Cumplimiento, que es la encargada de desarrollar, coordinar y gestionar todas las tareas y apego al modelo previamente mencionado.
Gracias a esto, Indra cuenta con la certificación de Compliance Penal de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) de acuerdo con la Norma UNE 1960, estándar en mejores prácticas en sistemas de gestión para prevenir delitos, reducir el riesgo y fomentar una cultura empresarial ética y de cumplimiento con la Ley. Esta certificación acredita que nuestro Modelo de Prevención de Riesgos Penales cumple con los estándares más rigurosos en cumplimiento y apuesta por la mejora continua. Indra en Colombia se caracteriza por ser una compañía que exige los máximos estándares de transparencia en los procesos en los que participa, adoptando el máximo esfuerzo y compromiso con la legalidad en todos sus entornos.
¿Qué relación tienen estas decisiones con la llegada de una Quinta Revolución Industrial?
La Quinta Revolución Industrial pone de manifiesto las implicaciones éticas y regulatorias que trae el uso de las tecnologías avanzadas en las organizaciones, debido a una mayor integración entre humanos y máquinas. En Indra actualizamos constantemente nuestras políticas, servicios y productos para hacer frente a estos cambios vertiginosos en la forma como nos relacionamos con las nuevas tecnologías. Al ser una compañía de consultoría digital, tenemos las capacidades para implementar sistemas informáticos para la gestión integral de riesgos, herramientas muy útiles para afrontar los retos de los sistemas de cumplimiento.
¿Por qué es importante que compañías colombianas, de todos los sectores, adopten este tipo de modelos de transparencia?
El Buen Gobierno Corporativo, la transparencia y la responsabilidad no son temas que competen únicamente a ciertos sectores, o a quienes contratan con el Gobierno o utilizan recursos públicos. Estos deben ser ejes transversales a toda la operación de las compañías y deben permear cada una de las áreas de acción de la empresa, junto con el accionar de los empleados.
Es importante que todas las empresas del país incorporen prácticas basadas en los tres ejes mencionados como principios rectores de sus decisiones –y las de sus empleados–, porque todos hacemos parte de una sociedad, y para que esta progrese y sea sostenible, es necesario hacer de las buenas prácticas la regla y no la excepción. De esta manera, no solo aseguraremos el correcto uso de los recursos públicos o privados, sino que también se potenciará la generación de valor al entorno. Al adoptar estos modelos se logran resultados de negocio, porque se construyen relaciones de mutua confianza, con valor en la ejecución de proyectos estratégicos y se asegura el cumplimiento de los objetivos planteados.