La diabetes no limita la vida: un manejo integral es clave, según expertos
En el Día Mundial de la Diabetes hablamos con el doctor Andrés Coy, integrante de la Unidad de Endocrinología del Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá, sobre esta enfermedad, los síntomas de alarma y las acciones de prevención que se pueden adelantar.
Este 14 de noviembre se conmemoró el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad que viene en aumento de acuerdo con los reportes de organizaciones internacionales. Según el Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes (FID), se estima que para el 2045 habrá aproximadamente 700 millones de adultos con diabetes a nivel mundial.
Es por ello que El Espectador realizó en alianza con AstraZeneca una transmisión en vivo destacando que el bienestar del paciente diabético no depende solo de la enfermedad, sino de un abordaje integral que incluya el aspecto cardiovascular y renal, pues un manejo integral permite que esta enfermedad no limite la calidad de vida.
En la conversación participó el doctor Andrés Coy, quien es médico general de la Universidad del Rosario, internista de la Universidad de la Sabana y Endocrinólogo de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud. Hace parte de la unidad de endocrinología del Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá y del grupo de obesidad y tiroides de esta misma institución.
El especialista reveló que la diabetes tipo II es la forma más común de esta enfermedad y que su relación con los hábitos y factores culturales es innegable. “Estamos viendo cada vez más casos. Esto tiene que ver no solo con la genética, sino con nuestros hábitos. Por eso, es fundamental saber si debemos hacernos exámenes y entender que el sobrepeso, la obesidad y la inactividad física son factores de riesgo importantes”, afirmó.
Durante la transmisión, también se resaltó que los hábitos culturales, como las celebraciones alrededor de alimentos poco saludables, pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad, pues con frecuencia se celebran y enfrentan emociones alrededor de la comida.
Asimismo, uno de los temas centrales fue la importancia del diagnóstico temprano. Según Coy, un gran porcentaje de personas con diabetes aún no ha sido diagnosticado, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves: “Aproximadamente un 50 % de los diabéticos están en la calle sin diagnóstico. Esto significa que no van al médico, no se hacen chequeos y, por ende, no inician tratamiento”, alertó haciendo un llamado de atención general.
Aspecto en el que también instó a prestar atención a los síntomas de alerta, como el aumento de la sed, la frecuente necesidad de orinar y la pérdida de peso inesperada, para buscar atención médica de inmediato. Recuerde que si presenta alguno o varios de estos síntomas, la recomendación del doctor Coy es que visite a un médico que pueda analizar, partiendo de su historial médico, si en realidad representan señales de alarma.
El Día Mundial de la Diabetes se convierte, entonces, en una oportunidad para recordar que la prevención y el autocuidado son responsabilidades colectivas. Cambiar hábitos no solo beneficia a quienes viven con la enfermedad, sino también a sus familias y a la sociedad en general. Como afirmó el doctor Coy: “Todos somos responsables del autocuidado. Cada pequeña acción cuenta para construir una vida más saludable”.
Este 14 de noviembre se conmemoró el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad que viene en aumento de acuerdo con los reportes de organizaciones internacionales. Según el Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes (FID), se estima que para el 2045 habrá aproximadamente 700 millones de adultos con diabetes a nivel mundial.
Es por ello que El Espectador realizó en alianza con AstraZeneca una transmisión en vivo destacando que el bienestar del paciente diabético no depende solo de la enfermedad, sino de un abordaje integral que incluya el aspecto cardiovascular y renal, pues un manejo integral permite que esta enfermedad no limite la calidad de vida.
En la conversación participó el doctor Andrés Coy, quien es médico general de la Universidad del Rosario, internista de la Universidad de la Sabana y Endocrinólogo de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud. Hace parte de la unidad de endocrinología del Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá y del grupo de obesidad y tiroides de esta misma institución.
El especialista reveló que la diabetes tipo II es la forma más común de esta enfermedad y que su relación con los hábitos y factores culturales es innegable. “Estamos viendo cada vez más casos. Esto tiene que ver no solo con la genética, sino con nuestros hábitos. Por eso, es fundamental saber si debemos hacernos exámenes y entender que el sobrepeso, la obesidad y la inactividad física son factores de riesgo importantes”, afirmó.
Durante la transmisión, también se resaltó que los hábitos culturales, como las celebraciones alrededor de alimentos poco saludables, pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad, pues con frecuencia se celebran y enfrentan emociones alrededor de la comida.
Asimismo, uno de los temas centrales fue la importancia del diagnóstico temprano. Según Coy, un gran porcentaje de personas con diabetes aún no ha sido diagnosticado, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves: “Aproximadamente un 50 % de los diabéticos están en la calle sin diagnóstico. Esto significa que no van al médico, no se hacen chequeos y, por ende, no inician tratamiento”, alertó haciendo un llamado de atención general.
Aspecto en el que también instó a prestar atención a los síntomas de alerta, como el aumento de la sed, la frecuente necesidad de orinar y la pérdida de peso inesperada, para buscar atención médica de inmediato. Recuerde que si presenta alguno o varios de estos síntomas, la recomendación del doctor Coy es que visite a un médico que pueda analizar, partiendo de su historial médico, si en realidad representan señales de alarma.
El Día Mundial de la Diabetes se convierte, entonces, en una oportunidad para recordar que la prevención y el autocuidado son responsabilidades colectivas. Cambiar hábitos no solo beneficia a quienes viven con la enfermedad, sino también a sus familias y a la sociedad en general. Como afirmó el doctor Coy: “Todos somos responsables del autocuidado. Cada pequeña acción cuenta para construir una vida más saludable”.