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La Pulla se une a la discusión del bullying o acoso escolar como una problemática social que cada día afecta a más personas en Colombia y el mundo, y que merece tener un espacio importante en la agenda mediática e institucional.
Y es que Colombia es el segundo país latino con mayor índice de bullying en los colegios y, según la prueba PISA, el 32 % de los estudiantes del país reportó sufrir cualquier tipo de bullying donde estudia. Además, un informe del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia reveló que en 2020 se registraron 51 casos de suicidio en menores de edad, relacionados con situaciones de acoso escolar.
En el video de La Pulla, que se publicará el próximo jueves 4 de mayo en las redes sociales de El Espectador, se analizarán a grandes rasgos estos datos para medir el impacto de esta problemática social. Asimismo, como parte de la estrategia #NoAlBullying, se brindarán diferentes herramientas de identificación del bullying, algunas pautas sobre cómo acabar con él y los medios que una persona tiene para pedir ayuda.
Cabe recordar que este es un problema que afecta a niños y jóvenes de todas las edades, razas, géneros y clases sociales en Colombia y, aunque la mayoría de los casos ocurren en las instituciones educativas, también puede ocurrir en otros espacios, como en el vecindario o en las redes sociales.
Algunos signos de alerta a tener en cuenta como padres de familia o acudientes de los menores son percibir cambios de actitud, timidez y bajo rendimiento escolar, síntomas de depresión, baja autoestima y en el peor de los casos, el deseo de atentar contra su vida.
Sin embargo, para muchos padres, el bullying o el acoso ha sido normalizado, aunque sea un problema que va más allá y requiere mayor compromiso y la participación de todos los entes involucrados. Por ejemplo, uno de los errores más frecuentes en los padres es creer que un niño que es víctima de malos tratos se volverá más fuerte y que esto lo forjará para su vida adulta.
Pero estos niños y jóvenes, una vez que crecen, son personas inseguras, a las que les costará poder tener una vida sana para relacionarse con otras personas.
Por eso, es importante tener una comunicación abierta, para que los estudiantes se sientan cómodos hablando con los adultos sobre sus preocupaciones y problemas. Los docentes, padres y cuidadores deben estar disponibles para escuchar a los niños y jóvenes y brindarles apoyo emocional cuando lo necesiten.
Asimismo, los adultos deben estar atentos al uso que los niños y jóvenes hacen de las redes sociales y otros medios digitales, y brindarles orientación sobre cómo utilizar estas herramientas de manera responsable y segura. También es importante denunciar el ciberacoso y brindar apoyo a las víctimas.