Obesidad, una pandemia opacada por el covid-19
Especialistas en pediatría, endocrinología y nutrición se reunieron en Unisimón para analizar el panorama de esta problemática en el país.
El foro ‘Hablemos de Obesidad en Colombia’ dejó importantes reflexiones sobre un problema de salud que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1975 se triplicó y aumentó casi cinco veces en niños y adolescentes.
El evento fue organizado por la Alcaldía de Barranquilla y la Universidad Simón Bolívar para sumarse el 4 de marzo a la conmemoración del Día Mundial contra la Obesidad. En el país, el exceso de peso en los adultos ha aumentado de manera sostenida, según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (Ensin): en 2005 era el 45,9% de la población entre los 18 y 64 años, en 2010 creció al 51,2% y para 2015 se ubicó en 56,5%.
“Antes del covid-19 la obesidad ya era una pandemia que es factor de riesgo y principal detonante de enfermedades no transmisibles, como la diabetes tipo 2, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y muchos tipos de cáncer”, sostuvo el médico endocrinólogo Joaquín Armenta Ferreira.
Con Armenta participaron Humberto Mendoza Charris, secretario distrital de Salud; Carlos Tache Zambrano, director de la especialidad en Pediatría de Unisimón; Henry Tovar, presidente de la Asociación Colombiana de Endocrinología; y Jhon Jairo Bejarano, presidente de la Asociación Colombiana de Dietistas y Nutricionistas (Acofanud).
“Para la Universidad Simón Bolívar todo lo que tiene que ver con enfermedades metabólicas, desnutrición y su relación con la salud pública es interés de primer orden”, dijo José Rafael Consuegra, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, al instalar el foro.
Más que un problema de imagen
Investigaciones de diferentes expertos académicos –como Rosero Olarte, Arévalo, Urina y Santa Cruz– han evidenciado que un 30% de los colombianos desmejoró sus hábitos alimenticios y aumentó el sedentarismo, y que el 44% de los niños aumentó de peso, debido al aislamiento obligatorio por la pandemia.
Los hallazgos son respaldados por el Estudio de Perfiles Nutricionales (2018), hecho por la Universidad de los Andes, que encontró que el 60% de la población adulta tiene malos hábitos de alimentación, lo que ha llevado a que 36,2% de los colombianos padezcan de sobrepeso y la obesidad esté presente en el 21,3%.
“Al hablar de seguridad alimentaria surge la preocupación de qué calidad de alimentos y qué nutrientes consumimos, y esa es la paradoja: no solo es comer, sino lo que comemos”, advirtió Bejarano, presidente de Acofanud. “El otro problema es cuando se identifica el patrón de ser gordito o acuerpado con sinónimo de salud, lo que no es correcto: no siempre la delgadez quiere decir que no hay enfermedad metabólica”.
En zonas como la región Caribe, además, la cultura culinaria de harinas y fritos impacta en la seguridad alimentaria, la cual se agrava por el sedentarismo. La nueva Ensin debió llevarse a cabo en 2020, pero por la pandemia no se ha iniciado, por lo cual los indicadores disponibles sobre estado nutricional son subjetivos y hay sesgos sobre sus preguntas.
El evento concluyó haciendo un llamado a la necesidad de contar con una investigación que evalúe las medidas antropométricas y los parámetros bioquímicos de la población, con el fin de establecer su verdadero estado nutricional posterior a la pandemia y tomar las mejores actuaciones para el control de la malnutrición por exceso o déficit.
“La mejor estrategia en contra de la obesidad y el sobrepeso en adultos es empezar la prevención en niños, para que no tengan que afrontar estos riesgos siendo mayores”, sostuvo el médico pediatra Carlos Tache.
Los conferencistas recalcaron que las familias tienen la primera responsabilidad de que las nuevas generaciones comprendan que la obesidad no es solo un problema de imagen ni de edades mayores. La Unicef, la OMS y el Banco Mundial han reportado que el 33,6% de niños, niñas y adolescentes de 5 a 19 años tiene sobrepeso u obesidad.
El foro ‘Hablemos de Obesidad en Colombia’ dejó importantes reflexiones sobre un problema de salud que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1975 se triplicó y aumentó casi cinco veces en niños y adolescentes.
El evento fue organizado por la Alcaldía de Barranquilla y la Universidad Simón Bolívar para sumarse el 4 de marzo a la conmemoración del Día Mundial contra la Obesidad. En el país, el exceso de peso en los adultos ha aumentado de manera sostenida, según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (Ensin): en 2005 era el 45,9% de la población entre los 18 y 64 años, en 2010 creció al 51,2% y para 2015 se ubicó en 56,5%.
“Antes del covid-19 la obesidad ya era una pandemia que es factor de riesgo y principal detonante de enfermedades no transmisibles, como la diabetes tipo 2, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y muchos tipos de cáncer”, sostuvo el médico endocrinólogo Joaquín Armenta Ferreira.
Con Armenta participaron Humberto Mendoza Charris, secretario distrital de Salud; Carlos Tache Zambrano, director de la especialidad en Pediatría de Unisimón; Henry Tovar, presidente de la Asociación Colombiana de Endocrinología; y Jhon Jairo Bejarano, presidente de la Asociación Colombiana de Dietistas y Nutricionistas (Acofanud).
“Para la Universidad Simón Bolívar todo lo que tiene que ver con enfermedades metabólicas, desnutrición y su relación con la salud pública es interés de primer orden”, dijo José Rafael Consuegra, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, al instalar el foro.
Más que un problema de imagen
Investigaciones de diferentes expertos académicos –como Rosero Olarte, Arévalo, Urina y Santa Cruz– han evidenciado que un 30% de los colombianos desmejoró sus hábitos alimenticios y aumentó el sedentarismo, y que el 44% de los niños aumentó de peso, debido al aislamiento obligatorio por la pandemia.
Los hallazgos son respaldados por el Estudio de Perfiles Nutricionales (2018), hecho por la Universidad de los Andes, que encontró que el 60% de la población adulta tiene malos hábitos de alimentación, lo que ha llevado a que 36,2% de los colombianos padezcan de sobrepeso y la obesidad esté presente en el 21,3%.
“Al hablar de seguridad alimentaria surge la preocupación de qué calidad de alimentos y qué nutrientes consumimos, y esa es la paradoja: no solo es comer, sino lo que comemos”, advirtió Bejarano, presidente de Acofanud. “El otro problema es cuando se identifica el patrón de ser gordito o acuerpado con sinónimo de salud, lo que no es correcto: no siempre la delgadez quiere decir que no hay enfermedad metabólica”.
En zonas como la región Caribe, además, la cultura culinaria de harinas y fritos impacta en la seguridad alimentaria, la cual se agrava por el sedentarismo. La nueva Ensin debió llevarse a cabo en 2020, pero por la pandemia no se ha iniciado, por lo cual los indicadores disponibles sobre estado nutricional son subjetivos y hay sesgos sobre sus preguntas.
El evento concluyó haciendo un llamado a la necesidad de contar con una investigación que evalúe las medidas antropométricas y los parámetros bioquímicos de la población, con el fin de establecer su verdadero estado nutricional posterior a la pandemia y tomar las mejores actuaciones para el control de la malnutrición por exceso o déficit.
“La mejor estrategia en contra de la obesidad y el sobrepeso en adultos es empezar la prevención en niños, para que no tengan que afrontar estos riesgos siendo mayores”, sostuvo el médico pediatra Carlos Tache.
Los conferencistas recalcaron que las familias tienen la primera responsabilidad de que las nuevas generaciones comprendan que la obesidad no es solo un problema de imagen ni de edades mayores. La Unicef, la OMS y el Banco Mundial han reportado que el 33,6% de niños, niñas y adolescentes de 5 a 19 años tiene sobrepeso u obesidad.