Una biblioteca para la cocreación, el conocimiento y la innovación
La Universidad El Bosque inaugura este año un espacio en donde los libros y la tecnología convergen con las habilidades, la creatividad y las ideas de los más de 5.000 estudiantes que la visitan a diario.
El conocimiento y la innovación surgen a través de la relación del individuo con su entorno y su comunidad. De ahí la importancia de que existan espacios en donde estas cualidades puedan ser encauzadas en un ambiente que propicie la interacción social, el desarrollo cognitivo, el intercambio de ideas, el uso de las nuevas tecnologías y el aprendizaje colaborativo.
Pensando en esto, la Universidad El Bosque renovó su biblioteca con tres espacios nuevos y una ampliación de su portafolio de servicios, donde también se potencia el uso de las TIC, el impacto a la comunidad y las relaciones humanas. El DataLab, el laboratorio de Cocreación y la sala de interacción tecnológica serán estos lugares de inmersión que permitirán al estudiante y docente participar en la transformación de sus modelos de aprendizaje y enseñanza.
“Con estos nuevos espacios queremos crear medios diferenciados que no podrían conseguir en otro lugar que no sea la biblioteca, este será el punto de encuentro de todo el estudiantado, los docentes e investigadores”, comentó Mónica Cristancho, directora de la biblioteca.
Las TIC, el camino a la cocreación y la invención
“Entendemos que en esta sociedad no solo estamos manejando información, también estamos expuestos a diferentes tecnologías que desconocemos. Entonces, lo que queremos con estos espacios es ofrecer equipos de alta capacidad para que los estudiantes puedan hacer diferentes proyectos, ya sean académicos o de interés particular”, expresó Fabián Castro, administrador TIC de la biblioteca, quien también destacó que esta renovación de infraestructura trae consigo un cambio de pensamiento, conocimiento y habilidades que permite a los estudiantes mediar de forma diferente con la tecnología. Pues estos nuevos espacios no solo impulsan la alfabetización de la información, sino también lo harán en el ámbito tecnológico.
Para hacerlo, la Universidad El Bosque diseñó el DataLab, una sala equipada con dispositivos de alta tecnología y herramientas para la creación y comunicación, permitiendo procesar grandes cantidades de datos e información, diseñar contenidos multimedia, desarrollar aplicaciones y apoyar en proyectos de la comunidad universitaria.
Justo al lado está el espacio de interacción tecnológica de aula invertida, que sumerge a los estudiantes a distintas formas de aprendizaje por medio de las nuevas tecnologías y recursos interactivos. Este espacio está dotado con un Videowall 2.0 para la visualización de imágenes y videos que promueven las prácticas autónomas de aprendizaje, la exploración y cocreación.
“Hay dos pantallas táctiles que se pueden utilizar para acceder a objetos virtuales de aprendizaje en donde, por ejemplo, se representan modelos 3D o recorridos digitales para explorar estructuras del cuerpo humano o también se pueden visualizar procesos de producción industrial, entre muchos otros”, explicó Castro.
Cocreación para el conocimiento
El debate, el pensamiento crítico, la generación de ideas y la interacción social toman vida en el Laboratorio de Cocreación e innovación, en donde se fomenta el desarrollo multipropósito de escenarios académicos, como grupos focales o design thinking.
Este lugar, que busca incitar a la invención y al diálogo, es el ambiente perfecto para que la investigación y el conocimiento se gesten de una manera diferente. En palabras de Mónica Cristancho, “este es un espacio pensado para hacer talleres con un sentido de innovación, de generación de ideas, donde la dinámica no sea de profesor a oyentes, sino que se puede hacer un aula invertida y se logren discutir las opiniones”.
Los espacios iluminados y cómodos, sumado a los nuevos servicios, han hecho que la Biblioteca de la Universidad El Bosque se haya convertido en el punto de encuentro institucional, “nosotros tenemos una rotación aproximada de 6.000 usuarios al día. Cubrimos alrededor del 90 % de los estudiantes, y cerca del 50 % de los docentes hacen uso de la biblioteca”, comentó Mónica quien también reveló que el lema de la biblioteca ‘Cocreación para el conocimiento’ trasciende los muros de la institución.
“La biblioteca se ha expandido para trabajar con otras unidades de la Universidad, y también estamos apoyando a clínicas y centros de investigación. La Universidad está trabajando con la clínica Montserrat, CTic, con Fundación Santa Fe y con San Rafael, contribuyendo de alguna forma a los procesos investigativos que a futuro le van a traer un beneficio a la sociedad”.
Y es que la biblioteca también simboliza y fortalece los diferenciales de la Universidad El Bosque, la investigación, la cocreación y el trabajo comunitario. De hecho, la institución cuenta con un programa que permite a las personas que viven cerca de la universidad acceder a los servicios de bienestar. Asimismo, se cambiaron las multas por donaciones de útiles escolares para donarlos a comunidades que lo requieran, y se está creando una ludoteca para niños con discapacidad neurológica.
Es importante resaltar que esta renovación además fomenta la evolución de los funcionarios y bibliotecarios, pues su labor trasciende para, en muchos casos, ser un sujeto de valor que pueda ofrecer herramientas y una conversación para encontrar un camino diferente, ya sea para desarrollar una investigación, un trabajo o un proyecto personal.
“La renovación también implica un cambio en el papel del funcionario bibliotecario. Es mucho más que solamente proporcionar recursos y servicios tradicionales de biblioteca. Al lanzar estas herramientas nos aseguramos de fortalecer el aprendizaje de cada una de estas personas que están en interacción constante con el usuario. El portafolio de servicios se amplió casi el 50 % después de contar con estas tecnologías, entonces, claramente, sí ha sido una transformación no solo desde el punto de vista físico, sino también desde el punto de vista cultural”, expresó la directora.
Así las cosas, la nueva biblioteca de la Universidad El Bosque se consolida como un espacio de interacción, de generación de ideas y de inmersión a las tecnologías que permiten explotar el aprendizaje por medio de procesos que impulsan la creatividad e innovación, son más dinámicos y ofrecen al estudiante nuevas formas de aprender y de crear.
El conocimiento y la innovación surgen a través de la relación del individuo con su entorno y su comunidad. De ahí la importancia de que existan espacios en donde estas cualidades puedan ser encauzadas en un ambiente que propicie la interacción social, el desarrollo cognitivo, el intercambio de ideas, el uso de las nuevas tecnologías y el aprendizaje colaborativo.
Pensando en esto, la Universidad El Bosque renovó su biblioteca con tres espacios nuevos y una ampliación de su portafolio de servicios, donde también se potencia el uso de las TIC, el impacto a la comunidad y las relaciones humanas. El DataLab, el laboratorio de Cocreación y la sala de interacción tecnológica serán estos lugares de inmersión que permitirán al estudiante y docente participar en la transformación de sus modelos de aprendizaje y enseñanza.
“Con estos nuevos espacios queremos crear medios diferenciados que no podrían conseguir en otro lugar que no sea la biblioteca, este será el punto de encuentro de todo el estudiantado, los docentes e investigadores”, comentó Mónica Cristancho, directora de la biblioteca.
Las TIC, el camino a la cocreación y la invención
“Entendemos que en esta sociedad no solo estamos manejando información, también estamos expuestos a diferentes tecnologías que desconocemos. Entonces, lo que queremos con estos espacios es ofrecer equipos de alta capacidad para que los estudiantes puedan hacer diferentes proyectos, ya sean académicos o de interés particular”, expresó Fabián Castro, administrador TIC de la biblioteca, quien también destacó que esta renovación de infraestructura trae consigo un cambio de pensamiento, conocimiento y habilidades que permite a los estudiantes mediar de forma diferente con la tecnología. Pues estos nuevos espacios no solo impulsan la alfabetización de la información, sino también lo harán en el ámbito tecnológico.
Para hacerlo, la Universidad El Bosque diseñó el DataLab, una sala equipada con dispositivos de alta tecnología y herramientas para la creación y comunicación, permitiendo procesar grandes cantidades de datos e información, diseñar contenidos multimedia, desarrollar aplicaciones y apoyar en proyectos de la comunidad universitaria.
Justo al lado está el espacio de interacción tecnológica de aula invertida, que sumerge a los estudiantes a distintas formas de aprendizaje por medio de las nuevas tecnologías y recursos interactivos. Este espacio está dotado con un Videowall 2.0 para la visualización de imágenes y videos que promueven las prácticas autónomas de aprendizaje, la exploración y cocreación.
“Hay dos pantallas táctiles que se pueden utilizar para acceder a objetos virtuales de aprendizaje en donde, por ejemplo, se representan modelos 3D o recorridos digitales para explorar estructuras del cuerpo humano o también se pueden visualizar procesos de producción industrial, entre muchos otros”, explicó Castro.
Cocreación para el conocimiento
El debate, el pensamiento crítico, la generación de ideas y la interacción social toman vida en el Laboratorio de Cocreación e innovación, en donde se fomenta el desarrollo multipropósito de escenarios académicos, como grupos focales o design thinking.
Este lugar, que busca incitar a la invención y al diálogo, es el ambiente perfecto para que la investigación y el conocimiento se gesten de una manera diferente. En palabras de Mónica Cristancho, “este es un espacio pensado para hacer talleres con un sentido de innovación, de generación de ideas, donde la dinámica no sea de profesor a oyentes, sino que se puede hacer un aula invertida y se logren discutir las opiniones”.
Los espacios iluminados y cómodos, sumado a los nuevos servicios, han hecho que la Biblioteca de la Universidad El Bosque se haya convertido en el punto de encuentro institucional, “nosotros tenemos una rotación aproximada de 6.000 usuarios al día. Cubrimos alrededor del 90 % de los estudiantes, y cerca del 50 % de los docentes hacen uso de la biblioteca”, comentó Mónica quien también reveló que el lema de la biblioteca ‘Cocreación para el conocimiento’ trasciende los muros de la institución.
“La biblioteca se ha expandido para trabajar con otras unidades de la Universidad, y también estamos apoyando a clínicas y centros de investigación. La Universidad está trabajando con la clínica Montserrat, CTic, con Fundación Santa Fe y con San Rafael, contribuyendo de alguna forma a los procesos investigativos que a futuro le van a traer un beneficio a la sociedad”.
Y es que la biblioteca también simboliza y fortalece los diferenciales de la Universidad El Bosque, la investigación, la cocreación y el trabajo comunitario. De hecho, la institución cuenta con un programa que permite a las personas que viven cerca de la universidad acceder a los servicios de bienestar. Asimismo, se cambiaron las multas por donaciones de útiles escolares para donarlos a comunidades que lo requieran, y se está creando una ludoteca para niños con discapacidad neurológica.
Es importante resaltar que esta renovación además fomenta la evolución de los funcionarios y bibliotecarios, pues su labor trasciende para, en muchos casos, ser un sujeto de valor que pueda ofrecer herramientas y una conversación para encontrar un camino diferente, ya sea para desarrollar una investigación, un trabajo o un proyecto personal.
“La renovación también implica un cambio en el papel del funcionario bibliotecario. Es mucho más que solamente proporcionar recursos y servicios tradicionales de biblioteca. Al lanzar estas herramientas nos aseguramos de fortalecer el aprendizaje de cada una de estas personas que están en interacción constante con el usuario. El portafolio de servicios se amplió casi el 50 % después de contar con estas tecnologías, entonces, claramente, sí ha sido una transformación no solo desde el punto de vista físico, sino también desde el punto de vista cultural”, expresó la directora.
Así las cosas, la nueva biblioteca de la Universidad El Bosque se consolida como un espacio de interacción, de generación de ideas y de inmersión a las tecnologías que permiten explotar el aprendizaje por medio de procesos que impulsan la creatividad e innovación, son más dinámicos y ofrecen al estudiante nuevas formas de aprender y de crear.