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La pésima gestión del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de la crisis por coronavirus está causando no sólo una crisis sanitaria en el país, 1.736 muertos y más de 28.000 contagiados, sino que desató un terremoto político. Este miércoles luego de un pulso de varios días, el mandatario brasileño despidió al ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, por el manejo de la crisis del coronavirus.
"Acabo de oír del presidente Jair Bolsonaro el aviso de mi destitución del Ministerio de Salud", informó en su cuenta de Twitter Mandetta, partidario de las medidas de aislamiento social rechazadas por el mandatario.
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Bolsonaro, que es uno de los presidentes peor valorados en el manejo de la crisis del COVID, no solo no escucha las recomendaciones sanitarias básicas sino que aconseja no seguirlas. Para completar se pasea sin tapabocas ni guantes entre la población. Totalment een contravía de lo que recomiendan los funcionarios del Ministerio de Salud.
El diario Folha de Sao Paulo filtró una carta en la cual De Oliveira, pieza clave en la estrategia del gobierno para combatir el Covid-19, se despedía de sus colaboradores y anunciaba la salida inminente de Mandetta. "Finalmente llegó el momento de la despedida. Ayer tuve una reunión con el ministro y su salida está programada para las próximos horas o días", escribió De Oliveira.
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Mandetta decidió rechazar la dimisión, según anunció en la conferencia de prensa en la que participó junto a De Oliveira para informar sobre la evolución de la pandemia. "Ya dije que no acepto [la renuncia]. Wanderson está aquí. Vamos a trabajar juntos hasta el momento en que salgamos juntos del ministerio de Salud", declaró Mandetta.
De Oliveira acumula 15 años de carrera en el Ministerio de Salud. Especializado en epidemiología, coordinó acciones durante crisis previas como las causadas en Brasil por el H1N1 y el virus zika. Folha reportó que la carta fue enviada luego de que Mandetta, un ortopedista de 55 años, informara a su equipo que esta semana sería destituido, un fantasma que lo ronda desde hace varios días en medio de ásperos choques con Bolsonaro.
Los choques con Bolsonaro
Mandetta defiende el aislamiento social para prevenir la propagación del Covid-19 y evitar el colapso del sistema de salud, en tanto que Bolsonaro pide que se flexibilicen las medidas y critica los efectos negativos de las mismas en la economía.
Las relaciones entre el mandatario ultraderechista y su ministro se deterioraron aún más cuando Mandetta, en una entrevista con el programa Fantástico de la TV Globo el domingo, criticó las orientaciones contradictorias dadas a la población para enfrentar la epidemia.
Es necesario "un discurso único", porque de lo contrario "lleva al brasileño a la duda, no sabe si escucha al ministro de Salud o si escucha al presidente", dijo.
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El ministro admitió este miércoles que las políticas propuestas están "claramente desacompasadas", pero reiteró que solo dejaría su cargo en tres circunstancias: "si el presidente ya no quisiera mi trabajo", si tuviera algún problema de salud o "cuando sienta que el trabajo realizado ya no es necesario, porque hemos superado el estrés" de la crisis.
"Todas esas alternativas continúan y son válidas", declaró, aunque acotó que mientras tanto "vamos a trabajar al 100% de nuestras posibilidades".
Al mismo tiempo, Bolsonaro publicó en su cuenta de la red Twitter un gráfico que muestra que Brasil tiene, en proporción, un número de muertes mucho menor respecto a los países europeos afectados por el virus.
La prensa brasileña sostiene que Bolsonaro baraja una lista de candidatos para reemplazar a Mandetta, entre ellos el director del servicio de vigilancia sanitaria Anvisa, el contraalmirante Antonio Torres, y la investigadora Ludhmila Hajjar, directora de Ciencias, Tecnología e Innovación de la Sociedad Brasileña de Cardiología.
Brasil, con más de 210 millones de habitantes, registra a la fecha más de 1.700 muertos por coronavirus y más de 28.000 contagiados. El Ministerio de Salud prevé que la enfermedad alcance su apogeo entre finales de abril e inicios de mayo.