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El presidente estadounidense Donald Trump dijo el martes que el riesgo de coronavirus es claramente peor que el de la gripa regular, dando marcha atrás en todas sus declaraciones anteriores.
Trump afirmó en una conferencia de prensa en la Casa Blanca que "mucha gente" había sugerido previamente que el país debería dejar que el coronavirus siguiera su curso, al igual que la gripa estacional.
"Resístalo, no haga nada, solo resístalo y piense que es gripa", dijeron, según Trump, quien ahora consideró: "Pero no es gripa. Es algo cruel".
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Estas declaraciones del presidente contrastan con las numerosas veces que recientemente argumentó que la pandemia era comparable a la propagación anual de la gripa.
Trump cuestionaba entonces la necesidad de cerrar la economía de Estados Unidos a través de medidas de distanciamiento social y prohibiciones de viaje.
El 9 de marzo, por ejemplo, señaló que decenas de miles de estadounidenses mueren de gripe anualmente, y hace apenas una semana dijo a la cadena Fox News que, a pesar de la muerte de unas 36.000 personas al año en promedio, "nunca se ha cerrado el país por gripa".
La Casa Blanca estima que la enfermedad matará entre 100.000 y 240.000 personas si se cumplen las restricciones actuales, en comparación con las 1,5 a 2,2 millones de muertes que se producirían si no se toma ninguna medida.
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"Vamos a pasar por dos semanas muy difíciles", agregó el mandatario estadounidense durante la conferencia de prensa en la Casa Blanca.
"Quiero que todos los estadounidenses estén listos para los días difíciles que se avecinan", dijo en un tono grave, al tiempo que predijo que al final de ese período sería posible "comenzar a ver una verdadera luz al final del túnel".
Según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos se han registrado más de 184.000 casos de contaminación por COVID-19 y más de 3.700 muertes.