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Italia entrará en una cuarentena total, según informó este lunes su primer ministro, Giuseppe Conte. Un nuevo decreto expedido tras el aumento de casos de coronavirus registrados en el país prevé la prohibición de todos los eventos públicos, el cierre de cines, teatros, gimnasios, discotecas y pubs, funerales, bodas y todos los eventos deportivos, incluidos los partidos de la Serie A. Todas las escuelas y universidades permanecerán cerradas hasta el 3 de abril, según informó el diario The Guardian.
El rápido aumento de los casos y muertes registradas por el coronavirus llevó a que los políticos italianos consideraran que las medidas de línea dura son la mejor respuesta para frenar la propagación del virus. El mencionado decreto, con el que se ordena evitar los desplazamientos y las concentraciones en Italia, entrará en vigor el martes, cuando se darán a conocer todos sus detalles.
“Somos la nueva Wuhan”, dijo a The New York Times Elena Lofino, de 39 años, quien trabaja en un centro comercial en la de Lombardía, cerrada como medida preventiva para frenar la expansión del virus. Lofino se refería a la ciudad china de Wuhan, de 11 millones de personas, donde se cree que se originó el virus.
Tanto deportistas como protagonistas de la industria de la música y el cine han promovido en sus redes sociales la campaña “Me quedo en casa”. Italia tiene el peor brote en el continente europeo con más de 7.300 infectados, mientras que la cifra de muertes en el país ya se aproxima a las 500. Y aunque el gobierno ha tomado medidas restrictivas estas no han sido suficientes para algunos líderes europeos. Andrej Babis, primer ministro checo, aseguró que Italia debería prohibir a todos sus ciudadanos viajar a Europa para evitar la propagación del virus en el continente. Sin embargo, esta posición ha sido altamente criticada por el gobierno italiano.
“Como en la guerra, tenemos que escoger a quién salvar”
Un médico italiano, especializado en anestesia y reanimación, reveló desde un hospital de Lombardía, una de las regiones italianas confinadas debido a la epidemia de coronavirus, que como en una guerra “hay que decidir a quién salvar”. En una entrevista al diario Il Corriere della Sera, el doctor Christian Salaroli, de 48 años, explicó que en realidad aplica el manual de su profesión.
“Se decide por edad y por condiciones de salud. Como en todas las situaciones de guerra. Tal como previsto en el manual en el que estudiamos”, aseguró.
El anestesista, que trabaja en el Hospital Juan XXIII de Bergamo, en una de las ciudades más afectadas por el coronavirus, se decidió a conceder la entrevista ante la grave situación que atraviesa el sistema médico nacional ante la emergencia.
“Decir que no se muere de coronavirus es una mentira que me llena de amargura”, afirmó Salaroli. El médico admitió que él y sus colegas deben seleccionar entre los pacientes más graves, los que pueden tener acceso a la reanimación mecánica por intubación. "Estamos obligados a elegir, en dos días al máximo. La ventilación no invasiva es solo una fase, un primer paso. No todos pueden ser intubados porque faltan camas en las salas de terapia intensiva para atender a los enfermos que llegan a nivel crítico", explicó.
"Decidimos en función de la edad y el estado de salud. Si una persona entre 80 y 95 años tiene insuficiencia respiratoria grave, es probable que no continuemos", afirmó. Según los datos de la Protección Civil italiana la mayoría de los decesos en Italia son "personas ancianas, frágiles y que ya tenían graves patologías" y cuya edad oscila entre los 80 y los 89 años.
"Si (el anciano, ndr) tiene una insuficiencia multiorgánica en más de tres órganos vitales, significa que tiene una tasa de mortalidad del cien por ciento", recalcó. Salaroli, experto en salvamento de excursionistas en montaña, confesó que algunos colegas terminan devastados por la situación.
"Le puede pasar al responsable como al joven médico que acaba de llegar que tenga que decidir el destino de un ser humano. Muchos colegas están sufriendo una presión emotiva excesiva. He visto llorar a enfermeros, hombres y mujeres, con treinta años de experiencia", confesó.
Interrogado sobre la cuarentena forzada a 15 millones de habitantes del norte de Italia decidida el domingo por el gobierno para frenar la propagación del virus, el anestesiólogo cree que es una medida "justa", "pero que fue decidida con una semana de retardo". A los sanos, Salaroli no se cansa de repetir: "No salgan de casa, es la única manera de contener el contagio".