“Las iglesias no estamos pidiendo nada regalado”, senador John Milton Rodríguez

La cabeza del partido cristiano Colombia Justa y Libres explicó la razón de su pedido de ayuda al gobierno para las iglesias cristianas y otras comunidades religiosas. Asimismo, aseguró que su solicitud está relacionada con créditos más no subsidios.

Juan Sebastián Lombo Delgado / @JuanLombo/ jlombo@elespectador.com
30 de marzo de 2020 - 10:00 p. m.
El senador John Milton Rodríguez le pidió al gobierno una serie de ayudas para las iglesias y comunidades religiosas.  / Archivo
El senador John Milton Rodríguez le pidió al gobierno una serie de ayudas para las iglesias y comunidades religiosas. / Archivo
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Las redes sociales se han convertido en la principal tribuna del país político a falta de las sesiones del Congreso. Varios senadores y representantes a la Cámara las han usado, sobre todo Twitter, para presentar sus planteamientos frente a esta crisis de índole sanitaria y económica que ha usado el país en estos momentos.

A través de redes sociales, el senador John Milton Rodríguez, del partido cristiano Colombia Justa y Libres, hizo un llamado al gobierno nacional para que se le brindaran ayudas a las diferentes comunidades religiosas y sociales, pues, debido a esta contingencia, no estaban recibiendo las donaciones que los sostienen.

Ante la controversia y el rechazo por parte de varios usuarios de Twitter, El Espectador habló con el senador cristiano sobre su propuesta, las razones de ella y el impacto que están teniendo el coronavirus en las comunidades religiosas.

¿Qué es lo que están pidiendo ustedes para las iglesias?

Estamos solicitado que se acompañe el capital de trabajo del sector solidario: cooperativas, fundaciones, sector educativo y religioso. Así se garantizaría el pago de nóminas de los trabajadores y de arrendamientos, pensando en todas las personas que quedan expuestas. Pues estas organizaciones, ante la falta de recursos, no pueden suplir la parte salarial de sus trabajadores. Lo que estamos pidiendo es que se tenga en cuenta a estas comunidades en los créditos que se están ofreciendo para el sector empresarial y social de Colombia.

Vea: Propuestas desde el Congreso para la protección de médicos en medio de la pandemia

Su propuesta ha sido criticada en redes sociales, una de las principales tribunas políticas durante esta contingencia, ¿qué puede usted responder a estos señalamientos?

Les respondemos con el mayor respeto y paciencia frente a sus críticas, algunas muy fuertes y desconsideradas. La respuesta de nosotros es que conocemos el sector religioso y podemos decir que ha trabajado por más de 150 años por el bienestar y la preservación del tejido social de Colombia. Además, estas comunidades tienen empleados: la persona que atiende los oficios varios, vigilantes, administradores, trabajadores sociales, psicólogos, abogados, las personas que están en los programas sociales de las iglesias, las personas de consejería y de atención al público de manera gratuita.

Le puede interesar: Congresistas analizan tecnología adaptada para sesionar virtualmente

Ningún servicio que se ofrece a la comunidad se les cobra un solo centavo pero si las personas no se pueden congregar en las iglesias, pues el 85% de los ingresos, que se generan por las donaciones voluntarias, pues no se obtienen. Hay que apoyar este sector porque es clave en mantener el tejido social, sobre todo en crisis humanitarias como estás. No pedimos nada regalado, solo denos las oportunidad de acceder a esos prestamos para pagar las nóminas de los trabajadores.

Hay casos de pastores que han sido muy criticados por el pedido de diezmos a la comunidad a pesar de la situación, ¿las iglesias y comunidades religiosas pueden mantenerse con esas donaciones?

No, la gran mayoría de las personas que congregan hacen esas donaciones el día en que van a la iglesia, no tienen la costumbre de hacerlas por fuera. No están habituados a medios electrónicos y el 85% de las personas no están habituadas a esa actividad por fuera del día de la congregación. Por eso los ingresos de estas organizaciones, haciendo sondeos en varias partes de Colombia, es que se han rebajado un 85%. Los empleados quedan expuestos, además no se pueden pagar ni arriendos ni servicios públicos, tampoco se han podido pagar parafiscales y seguridad social ante una situación que nadie estaba preparado.

¿Qué propuesta de trabajo social están haciendo ustedes como Colombia Justa Libres y la iglesia cristiana evangélica durante esta contingencia por el coronavirus?

Las organizaciones tienen programas sociales desde hace mucho, pues son organizaciones muy antiguas, de casi 150 años. El trabajo de ellos está enfocado ahorita en población vulnerable, inmigrantes, habitantes de la calle, adulto mayor. La gran mayoría de organizaciones no han claudicado en sus esfuerzos con estos programas, a pesar de la contingencia. Por esto es gran parte de nuestra preocupación: lo poco que está entrando está siendo dirigido a esta población vulnerable y no está quedando para las nóminas y otros gastos. Por eso la solicitud del gobierno, no para que regale, sino para que facilite los créditos que se le está facilitando a las otras organizaciones por la cuarentena.

Además: Congresistas analizan tecnología adaptada para sesionar virtualmente

En la Constitución se establece que Colombia es un país laico, ¿no entraría el Estado en una contradicción al entregarle dineros a las iglesias?

El Estado no es ateo, solo quiere decir que no está adscrito o vinculado directamente con ninguna creencia religiosa que lo defina. Frente al tema que estamos viviendo, mientras las entidades tengan su representación jurídica y legal, el Estado es responsable de acompañar todas las entidades jurídicas legalmente constituidas en el país, sea la índole que sea: comercial, religioso o social. Son entidades que están con su personería jurídica ante el Ministerio del Interior y con NIT ante la Dirección Nacional de Impuestos.

Si no son esos créditos, ¿qué otra forma podrían usar las comunidades religiosas para subsistir?

Sería muy complicado. La única opción que tienen esas entidades son las actividades congregacionales, los otros son los medios de plataformas virtuales, pero la gente no está acostumbrada a estas formas. La situación está bastante peligrosa para las iglesias.

¿Cuál es ese panorama para la iglesias en Colombia?

En Colombia hay 6.000 entidades religiosas debidamente inscritas en el Ministerio del Interior. Todas estas entidades presentan los informes contables y jurídicos que la ley exige. Más o menos de esas 6.000 entidades, hay 100.000 empleos que está en peligro en Colombia. Adicionalmente está el asunto de la seguridad social, las prestaciones y parafiscales. Es un peligro muy grande porque sería una masacre laboral.

(Para contexto: Presidente firma decreto para que Congreso sesione virtualmente)

Ustedes siendo partido de gobierno, ¿cuál ha sido el trabajo que han desarrollado en esta contingencia?

Nosotros hemos estado muy pendiente que ningún sector de Colombia quede por fuera del acompañamiento gubernamental. En ese sentido hemos venido trabajando y haciendo trabajo de control político. En esta línea hemos trabajado para garantizar que la gente tenga acceso a estas ayudas prometidas. Nosotros le manifestamos al presidente nuestra inquietud sobre la prontitud que tendría estas instituciones financieras para desembolsar las ayudas. También hemos convocado a la ciudadanía para que respete las indicaciones de las autoridades de salud.

* Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus

*Apóyanos con tu suscripción. 

Por Juan Sebastián Lombo Delgado / @JuanLombo/ jlombo@elespectador.com

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar