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Los pueblos indígenas en Colombia han tomado medidas para frenar la pandemia del nuevo coronavirus que ha provocado una crisis a nivel mundial. Por ejemplo, el pueblo kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta expidió ayer la resolución 34 de 2020, por medio de la cual acogieron el decreto del presidente Iván Duque en el que ordenó un aislamiento preventivo obligatorio entre el 25 de marzo y el 12 de abril. También prohibieron el ingreso de taxis con conductores foráneos a sus territorios, entre otras disposiciones. A pesar de esos esfuerzos, la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) alertó sobre dos primeros casos en pueblos aborígenes, en Cúcuta.
(Lea también: Indígenas, una población vulnerable que también lucha contra el coronavirus)
Pero los 102 pueblos indígenas que hay en Colombia, según la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), no sólo se enfrentan a la amenaza del coronavirus. En buena parte de sus territorios hay presencia de actores armados, incluso, muchas veces el control territorial lo ejercen los violentos. Un ejemplo es la parte baja del río San Juan (entre Valle del Cauca y Chocó) donde los wounaan llevan años sin poder realizar sus actividades de caza y recolección por temor a quedar en medio de combates.
Hablamos con Luis Fernando Arias, consejero mayor de la Onic, quien señaló algunos de los retos que enfrentan los pueblos indígenas al tener que protegerse al mismo tiempo del coronavirus y del conflicto armado. El líder se mostró preocupado debido a los asesinatos de líderes indígenas en medio de la cuarentena, a la posibilidad de que la ayuda humanitaria se vea entorpecida por los actores armados, aunque aclaró que estos no se han opuesto a las medidas de contención que diferentes etnias han tomado.
¿Cómo están las comunidades indígenas de cara al coronavirus?
En este momento las comunidades están prácticamente confinadas conteniendo la enfermedad en los resguardos indígenas. Se están sacando, en el marco del Gobierno propio, resoluciones para restringir la entrada y salida de personal foráneo a los territorios con el fin de prevenir que el contagio pueda llegar a las comunidades indígenas. Esta situación nos va a impactar sobre todo en los aspectos de salud, en la parte socioeconómica y tenemos mucha preocupación, principalmente estas tres semanas, sobre cómo garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria a nuestras comunidades.
¿Han sentido que se haya desescalado el conflicto armado por la crisis del coronavirus?
Los pueblos indígenas no podemos hablar de un desescalamiento del conflicto porque el pasado lunes 23 de marzo, a alrededor de las 9:20 de la noche en el corregimiento Naranjal del municipio de Bolívar, Valle del Cauca, dos sujetos fuertemente armados llegaron a la vivienda de la familia Guasiruma y asesinaron a los compañeros José y Ernesto Guasiruma. Dos compañeros más se encuentran gravemente heridos y están siendo atendidos en Cali y Tuluá. Nos preocupa que ahora los criminales que han venido amenazando y asesinando a los líderes indígenas los vayan a coger como presas fáciles en sus casas a raíz de la cuarentena en la que estamos. Ellos estaban cumpliendo con la cuarentena decretada por la gobernadora del Valle del Cauca (Clara Luz Roldán) en su casa y de ahí fueron sacados y asesinados. La situación en nuestras comunidades, además de la crisis a nivel global y nacional por el COVID-19, también tenemos la crisis de los asesinatos. Por eso hemos dicho que la peor pandemia que ha azotado a los pueblos indígenas es el genocidio.
¿Cómo afecta el conflicto armado las medidas de contención que ustedes han tomado?
En regiones como el departamento del Chocó y el suroccidente del país, además, de que los pueblos indígenas tienen que lidiar con la prevención del COVID-19 también tienen que lidiar con la presencia de los actores armados que sigue azotando a estas regiones. Los grupos armados no han declarado ninguna cuarentena, siguen en su accionar delictivo. Se requieren medidas urgentes para la atención inmediata de estas comunidades que están en una condición de mayor vulnerabilidad y riesgo por la presencia del conflicto, de los actores armados y de esta pandemia.
¿Han conocido algún pronunciamiento de un grupo armado que siente posición sobre la crisis del coronavirus?
No conocemos ningún comunicado oficial por parte de ningún actor armado que vaya a cesar sus actividades armadas en el marco de esta pandemia. Todo lo contrario, como ocurrió la noche del lunes, creemos que los actores armados van a aprovechar esta cuarentena para llegar a las casas de las autoridades, de los dirigentes y seguirlos asesinando como ya ocurrió en el norte del Valle del Cauca con los dirigentes embera Chamí. Estamos en máxima alerta con todos los controles de las guardias indígenas, con los controles en materia cultural y espiritual. Estamos esperando que el Gobierno Nacional brinde las garantías y las ayudas que los pueblos indígenas están solicitando.
¿Cómo han reaccionado los grupos armados a las medidas que han tomado los pueblos indígenas para detener el avance del coronavirus?
No tenemos información de que los grupos armados se estén oponiendo a las medidas de contención que los pueblos indígenas han venido adoptando en el territorio. Sin embargo, nuestra preocupación está en que el conflicto se siga escalando y profundizando en estas regiones y no permita que las ayudas humanitarias lleguen a los territorios. El llamado que hacemos a todos los actores armados es que declaren un cese al fuego y no se siga afectando la situación de las comunidades que están en extrema urgencia a raíz de la pandemia del COVID-19.
* “Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus".