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En el barrio El Reposo de Quibdó se confeccionan elementos de protección para el personal médico. En el proyecto hay 20 mujeres, pero inicialmente eran ocho. A la fecha han confeccionado 8.301 implementos de protección y 16.000 tapabocas. El trabajo se realiza con el apoyo del programa Alianzas para la Reconciliación de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la ONG Norteamericana ACDI/VOCA y la Corporación GEInnova que implementa el proyecto "Tejedores de Sueños: Emprendimiento e Innovación para la Construcción de Paz".
“Con la emergencia dimos un giro, vimos la oportunidad de generar ingresos para las mujeres a través de la elaboración de elementos de protección”, afirmó Perea.
El proyecto se creó con mujeres que tienen en sus casas máquinas de coser. Al principio solo se hacían tapabocas, pero en marzo ACDI/VOCA los contactó con la Escuela de Robótica que estaba desarrollando una iniciativa local para fabricar caretas. La Escuela iba a donar estos elementos al Hospital San Francisco de Asís. “Nosotros nos sumamos y entregamos 100 tapabocas. Cuando estábamos en el proceso, ellos nos hicieron una visita guiada a la sala que se estaba adecuando para atender pacientes con COVID-19. La jefe de calidad nos planteó que no se consiguían elementos de protección”, afirmó Perea.
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Después recibieron asesoría técnica y crearon un prototipo de traje de protección para evaluar si cumplía con las condiciones. Días más tarde, recibieron visitas y se realizaron las pruebas correspondientes. “Después de realizar los ajustes inicia la producción en serie de los trajes, los primeros llegaron al Hospital San francisco de Asís e Ismael Roldán”, dice Perea. También han contado con el soporte técnico de la Asociación Arte & Joya y la participación de la fundación Activos Culturales Afro (ACUA).
El proyecto de Tejedores de Sueños se articuló con ACUA: “La fundación había apoyado la formación de algunas de estas mujeres. Nosotros les planteamos que muchas organizaciones nos estaban pidiendo donaciones, pero que nosotros necesitábamos generar ingresos. Ellos se sumaron y donaron los elementos a Hospitales, ancianatos, organizaciones e iniciativas de la Gobernación”, explicó Perea.
“El proyecto está generando ingresos para mujeres en estado de vulnerabilidad que viven en una zona crítica de Quibdó, así ellas no dependen de las ayudas humanitarias”, afirmó. Valoyes resaltó que además de hacer tapabocas e implementos de protección para el personal médico, escasos durante la emergencia sanitaria, se están generando ingresos para mujeres con muchas necesidades económicas. “Tenemos que pensar en activar empresas como la de estas mujeres, intentar comprar lo que se desarrolla dentro del departamento y no tener que traer de afuera”.
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