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La economía colombiana creció 1,1 % el primer trimestre de 2020 (de enero a marzo) de acuerdo con las cifras de Producto Interno Bruto (PIB) reveladas este viernes por el DANE. La entidad atribuyó la variación a las caídas en construcción (-9,2 %), explotación de minas y canteras (-3 %) y actividades artísticas de entretenimiento y recreación (-3,2 %), que en suma explican -0,9 % de la caída.
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Cabe recordar que en el primer trimestre de 2019, el PIB creció 2,8 %. Sin embargo, la entidad destacó que Colombia creció más, durante la primera parte del año, que economías grandes como Estados Unidos (0,3 %) la zona Euro (-3,3 %) y otros países de América Latina como México (-2,4 %), solo superado por Corea del Sur (1,3 %) y Lituania (2,5 %).
Por su parte, el sector agropecuario creció 6,8 % y le sumó 50 puntos básicos al crecimiento de la economía los tres primeros meses del año, una cifra destacada si se tiene en cuenta que el primer trimestre de 2019 solo creció 0,9 %. Los otros sectores mayor con crecimiento fueron administración pública y defensa, y suministro de electricidad con una variación de 3,4 % cada uno.
Desde la perspectiva de la demanda, la formación bruta de capital cayó 6,7 %, cuando en el mismo periodo en 2019 crecía 5,1 %. También disminuyó la demanda interna (de 4,2 % a 1,4 %) y, en menor medida, el gasto de consumo final (de 4 % a 3,7 %). Así mismo, hubo variaciones negativas en importaciones (-2,5%) y exportaciones (-6,1 %).
Las proyecciones respecto al dato para el primer trimestre eran bastante variadas. Por un lado, el Centro de Investigación Económica y Social, Fedesarrollo previó un crecimiento de 3,5 %, mientras que el Centro de Estudios Económicos Anif ubicó la cifra en 3,3 %; por su parte, Corficolombiana le apostó a una caída de 0,3 %.
Mauricio Santamaría, presidente de Anif, dijo que el dato resultó “mucho peor de lo que esperaba el mercado y nosotros”. También dijo que el país puede “enfrentar una crisis severa si no somos responsables en el manejo de la economía y continuamos con una reapertura gradual. El país de verdad requiere cabeza fría ahora, ya los subsidios, créditos y ayudas no dan más, la gente necesita trabajar para evitar el peor escenario”, sentenció en Twitter.
En ello coincidió Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco. “El año había comenzado supremamente bien, hasta la primera quincena de marzo la economía y el comercio en general funcionaron de acuerdo con las expectativas. Esto demuestra que solo 15 días de confinamientos y restricciones a la oferta, generaron una contracción que empezó cerca de dos puntos o punto y medio del PIB”. Sus proyecciones apuntan a que el segundo trimestre esté muy por debajo del primero, “prácticamente abril podría ser el peor mes del año y también parte de mayo; la única esperanza que tenemos es una reactivación pronta de todos los sectores para recuperar algo de la caída de junio”, señaló.
María Claudia Lacouture, directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, aseguró que para que el impacto que tiene la desaceleración de la producción y el consumo en el país como consecuencia del COVID-19 sea menor, “el buen aprovechamiento de las oportunidades en comercio exterior ayudarán en ese propósito”, junto a el trabajo articulado del Gobierno, los trabajadores, las empresas y la sociedad en general “para que comience el efecto rebote, se evite una mayor destrucción de empleos y se estimule el consumo”.
Así mismo, el DANE reveló que el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) cayó 4,9 % en marzo, por cuenta de la afectación en sectores como comercio al por mayor y al por menor y el de actividades artísticas de entretenimiento y recreación. Este mismo dato fue de 3,7 % para enero y de 4,6 % para febrero de este año.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, advirtió que la dinámica de marzo fue interesante: “recordemos que los últimos siete días hubo una cuarentena generalizada decretada por el gobierno. Nuestros cálculos indican que la actividad económica se contrajo cerca de 36 % solo esa semana”. Según el economista, “en abril seguramente vamos a ver una contracción cercana al 30 % o 25 % asociada a que en ese mes hubo una cuarentena generalizada, después se introdujeron nuevos sectores, a la actividad económica como la construcción, pero de todas maneras las cifras van a ser muy negativas”.
Respecto a los sectores, Fenalco destacó que si bien el comercio que ha sido un gran dinamizador de la economía, con un crecimiento de 4,9 % en 2019, “el PIB del primer trimestre muestra los estragos que causan los cierres al crecer solo 0,9 % con apenas 15 días de cierres”, según Cabal.
Así mismo, la Cámara Colombiana de la Construcción celebró el “altísimo crecimiento” del sector de obras civiles en primer trimestre de 2020 (9,1 %) y dijo que sigue liderando el desempeño del país y demostrando su capacidad para jalonar la economía, especialmente por proyectos como carreteras, calles, caminos, puentes, carreteras sobreelevadas, túneles y construcción de subterráneos. “En este momento lo más importante es que se cumpla con la reactivación total del sector, eso garantiza que la infraestructura, sus actividades afines y el empleo le aporten al repunte económico que requiere el país”, indicó el presidente de la CCI, Juan Martín Caicedo.
Sobre el resultado, Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, aseguró que "como era de esperarse, las manufacturas quedaron en la parte negativa a pesar de estar incluidos los alimentos”. Según el gremio, tras la activación del sector empresarial manufacturero apenas el 60 % ha retomado sus actividades desde el 1° de mayo, “esperamos que esto se siga acelerando, in embargo, las empresas tienen dificultades en la variación de los precios de las materias primas, la liquidez y la implementación de los protocolos de bioseguridad”, dijo.
Por su parte, el presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines, Camilo Rodríguez, señaló que “las cifras no son graves, son catastróficas, pues vemos que hoy el sector de la confección de prendas de vestir fue el que mayor contribuyó a la variación total en la pérdida de empleo, pues aportamos el -10,2 %, lo cual es una cifra significativa. También somos uno de los sectores que es más intensivos en mano de obra por lo que le volvemos a hacer un llamado al Gobierno para evitar que sigamos perdiendo empleos”.
El director de la entidad presentó además unos escenarios supuestos en los cuales se evidencia cómo le podría haber ido al país sin el coronavirus o con él en el peor de los casos. De esta forma, según Juan Daniel Oviedo, si nada hubiera pasado la economía durante la última semana de marzo, el PIB habría crecido 4,1 %; pero si se hubiera apagado la economía en su totalidad en los últimos días del tercer mes del año, la variación del trimestre llegaría a -3,9 % y si el país hubiera trabajado a media marcha, el incremento sería de apenas 0,1 %.
“Marzo fue un mes que desde sus comienzos estuvo en el contexto epidemiológico del COVID-19”, recordó Oviedo. Ese mes no solo se cerraron las fronteras marítimas y terrestres y se suspendió el transporte aéreo, sino que además iniciaron los simulacros de confinamiento en algunas ciudades y la declaración de un aislamiento preventivo nacional. “Tuvimos un mes con alteraciones tanto en oferta como en demanda, pero debemos reconocer que el contexto internacional sucedió lo mismo incluso desde enero”, destacó el funcionario.
Finalmente, para 2019 el PIB se ajustó por las variaciones reales en los sectores de agricultura, comercio y explotación de minas y canteras que estuvieron un punto por debajo de lo anunciado a comienzos de este año (1,9 %, 4,8 % y 2%, respectivamente). Además, la caída en la construcción se recalculó en -2 %, pues inicialmente era de -1,3 %. Sin embargo, la variación anual se mantiene en 3,3 %, pues el ajuste solo se dio en los decimales, es decir, fue marginal.