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En teoría, los colegios y universidades colombianas podrán abrir sus puertas de nuevo en 19 días. Para entonces se habrá cumplido el tiempo de suspensión de clases presenciales impuesto por el Gobierno ante la emergencia del virus SARS-CoV-2, que suma a hoy 11.613 casos confirmados. Sin embargo, nadie sabe con certeza si el 31 de mayo esta medida se extenderá para prevenir el contagio del Covid-19 en niños, niñas y adolescentes. Más aún, como declaró recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS), no se sabe con exactitud la transmisión y la gravedad del coronavirus en esta población. (Lea: Estudiantes piden al Gobierno que doble el presupuesto para universidades públicas)
No obstante, países como Dinamarca o Noruega se arriesgaron desde hace un par de semanas a reabrir sus escuelas. Holanda, Grecia, Suiza, Croacia y Serbia se les unieron ayer 11 de mayo. Ante el reinicio de sus actividades escolares, la OMS publicó este fin de semana un documento llamado Considerations for school-related public health measures in the context of Covid-19. Su traducción es "Consideraciones para las medidas de salud pъblica relacionadas con la escuela en el contexto de Covid-19".
Entre las consideraciones dictadas por este organismo está la educación sobre la prevención. "Esto incluye una higiene de manos apropiada y frecuente, higiene respiratoria, uso de mascarillas si es obligatorio, explicar cuáles son los síntomas de Covid-19 y qué hacer si se siente enfermo. También debe aconsejarse saludar sin contacto. Ofrezca actualizaciones semanales sobre estos aspectos a medida que evoluciona la pandemia", se lee en el texto de seis páginas. Tal prevención estará asegurada por un horario, recomiendas, destinado a la higiene de manos, en especial en los más pequeños, con suficiente antibacterial y agua limpia.
Asimismo, los colegios y escuelas tienen la obligación de "limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia, como los pomos de las puertas, los escritorios, los juguetes, los suministros, los interruptores de la luz, los marcos de las puertas, equipos de juego, el material didáctico utilizado por los niños y las cubiertas de los libros". Además se hace un llamado a limitar el contacto físico y el riesgo de exposición frente a otros en actividades que impliquen el cuerpo como las clases de educación física.
Por fuera de estas medidas, la OMS recalca que si alguien no se siente bien, debe quedarse en su casa. Tanto para profesores, directivos o estudiantes. En la entrada de la institución se deberá tomar la tempeatura diariamente y se tendrá un registro sobre patologías previas. En el transporte escolar "solo un niño por asiento y al menos 1 metro de distancia en los autobuses escolares, si es posible." Frente a este distanciamiento, se estudia como alternativa que los recreos sean escalonados para los grupos o que los niños coman en el escritorio. También la organización promueve un aumento de maestros para que se repartan mejor, clases al aire libre y la telescuela en tanto sea posible.
Estas medidas, sin embargo, están acompañadas de una advertencia dictada por Tedros Adhanom Ghebreye, director general de la OMS, quien ha afirmado que antes de abrir un centro educativo reflexionen también sobre la epidemiología de la zona en la que se encuentra el centro educativo y las capacidades de mantener las medidas de higiene en estos entornos escolares.
Para ello, Tedros ha recordado que para poder comenzar los planes de desescalada de cuarentena, los países deben responder afirmativamente a estas cuestiones: ¿la epidemia está bajo control?, ¿el sistema sanitario puede hacer frente a un resurgimiento de los casos una vez se relajen las medidas? y ¿los sistemas de vigilancia son capaces de detectar y gestionar los casos de contagio y sus contactos?.