Vacuna contra el coronavirus, ¿una carrera política?

Contradiciendo todas los pronósticos científicos, que dicen que la vacuna contra la COVID-19 tardará por lo menos un año, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dice que la tendrá lista para finales de año o "antes"; La búsqueda antídoto contra el virus que paralizó al mundo genera tensiones políticas pues más allá de la salud mundial, hay mucho en juego.

redacción internacional
15 de mayo de 2020 - 09:13 p. m.
Los presidentes de EE. UU., Francia y China, países que lideran la búsqueda de la vacuna contra la COVID-19. / AFP/ EFE
Los presidentes de EE. UU., Francia y China, países que lideran la búsqueda de la vacuna contra la COVID-19. / AFP/ EFE
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Es una carrera contra el tiempo: todo el mundo espera que la vacuna contra virus SARS-COV-2 para poder retomar la normalidad; pero los científicos han sido claros, tomará por lo menos un año; mientras tanto todos los países intentan tomar medidas que ayuden a su economía y ciudadanía a retornar a su vida "normal".

Esa búsqueda ya suscita tensiones entre los países que buscan la cura. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticado por el manejo que le ha dado a la crisis sanitaria en su país, ha sido protagonista de la vacuna. En varias ocasiones ha hecho anuncios contradictorios sobre el tema que más preocupa a la población mundial y que tiene a varios gobiernos en una lucha por convertirse en los primeros en conseguir "la cura" contra el virus que paralizó al planeta.

Ver más: Se acelera la carrera para encontra la vacuna contra la COVID-19

Trump está en campaña y quizás por eso haga anuncios, que los expertos señalan, como poco responsables. Este viernes, el mandatario estadounidense anunció la posibilidad de contar con una vacuna contra la COVID-19 para fin de año o "quizás antes".  "Estamos buscando tenerla para fin de año si podemos, quizás antes", dijo Trump, al informar sobre la carrera en el país para desarrollar una inmunización.



"Creemos que vamos a obtener muy buenos resultados muy rápidamente", dijo el mandatario a periodistas en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.

Estados Unidos es el país más afectado del mundo por la pandemia del nuevo coronavirus, con 1,4 millones de contagios y unas 86.000 muertes desde que se registró el primer deceso vinculado al virus a principios de febrero. A la pregunta de cómo se puede lograr una vacuna en un plazo tan acotado, Trump respondió que se iniciaron los trabajos en enero cuando se tuvo la secuencia genética del virus. 

Pero la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha dicho que una vacuna podría estar lista en un año en un "escenario optimista". Trump agregó que cuando la vacuna esté lista, los militares se encargarán de distribuirla, y evocó un espíritu de cooperación global.

¿Cooperación?

"Estamos trabajando conjuntamente con diferentes países y, de nuevo, no tenemos ego, no tenemos ego. Quien lo logre, perfecto. Trabajaremos con ellos y ellos trabajaran con nosotros", dijo.

Pero es que hay mucho en juego en la búsqueda de la vacuna; por eso los gobiernos presionan a sus farmacéuticas, pues además de ser un tema de salud, las patentes, cadena de suministro y la seguridad están en juego. Por eso Donald Trump se ha movido en todos los frentes; aunque este viernes haya pedido el trabajo colectivo, varios medios europeos han señalado sus movidas sospechosas con farmacéuticas de otros países.

Ver más: Después de la cuarentena, ¿la nueva normalidad?

Recientemente se supo que sostuvo conversaciones con CureVac, una farmacéutica alemana que va muy adelantada. Según dijo la prensa, Trump ha ofrecido millonarias inversiones para garantizar que la vacuna sea descubierta en su país; cuando salió la información, la Comisión Europea invirtió cerca de 85 millones de dólares en ese laboratorio y China, otro país que va desesperadamente tras la vacuna, ofreció miles de millones de dólares a BioNtech. 

Francia advierte a laboratorio

Este jueves, el Gobierno francés advirtió al grupo farmacéutico francés Sanofi tras las polémicas declaraciones de su consejero delegado en las que decía que, si conseguían una vacuna contra el coronavirus, Estados Unidos la tendría en primer lugar.

"Si lo hiciera, sería incomprensible e indigno, pero Sanofi ha corregido inmediatamente para decir que la vacuna sería accesible para todos los países", señaló a la emisora "France Info" la secretaria de Estado de Investigación, Frédérique Vidal, en reacción a una entrevista unas horas antes de Paul Hudson, el "número uno" de Sanofi.

Hudson afirmó el miércoles que en caso de que su grupo consiga desarrollar una vacuna contra la COVID-19, Estados Unidos la obtendrá en primer lugar porque "han invertido para tratar de proteger a su población". En concreto, eso se traduciría en un avance de varios días o varias semanas respecto al resto del mundo.

El presidente de Sanofi en Francia, Olivier Bogillot, puntualizó este jueves, en otra entrevista en el canal "LCI", que "cuando se desarrolle una vacuna contra la COVID-19, es evidente que será accesible para todos los países y también para los franceses".
Bogillot indicó que Hudson lo que había querido decir es que Estados Unidos se ha movilizado muy rápidamente, que les ha ofrecido una ayuda financiera para poner en marcha capacidades de producción en caso de que la búsqueda de la vacuna dé resultados y que ha acelerado los procedimientos reglamentarios, mientras "Europa está un poco menos bien organizada".

A partir de ahí, "es lógico que la producción que se haga en Estados Unidos vaya también al mercado estadounidense", añadió el presidente de la empresa en Francia, que en cualquier caso insistió en que estarán en capacidad de producir también para Europa, y en que la responsabilidad de la empresa es desarrollar una vacuna para el conjunto de la población mundial.

Ver más: Pelea entre China y EE. UU. por la vacuna contra la COVID-19

Las palabras de Hudson han suscitado reacciones de indignación de políticos en Francia, que han recordado que Sanofi se ha beneficiado de cientos de millones de ayudas públicas y exenciones fiscales para su investigación.

La secretaria de Estado francesa señaló que los europeos se han movilizado y han conseguido una aportación de 7.400 millones de euros con la idea de que, cuando exista, la vacuna esté "a disposición de todos".
 

China, en la carrera

China está probando en humanos al menos cinco vacunas experimentales contra el nuevo coronavirus, en un contexto de competencia internacional entre laboratorios, indicó este viernes el viceministro de Sanidad.

Para proteger a los chinos y acallar las críticas occidentales sobre su gestión de la epidemia, China alienta a los organismos públicos y a las compañías privadas a acelerar las investigaciones. "En conjunto los progresos avanzan", gracias a una buena cooperación entre servicios de sanidad, hospitales y institutos de investigación, dijo Zeng Yixin, viceministro de Sanidad.

"2.575 voluntarios en total fueron vacunados en el marco de los diferentes proyectos" y "no se registró ningún efecto indeseable importante", dijo Zeng en una rueda de prensa en Pekín.

No habló sin embargo de fechas de comercialización de una posible vacuna, aunque dijo que la "fase 2" de todos los ensayos clínicos se terminará en julio. La fase 2 es la segunda de tres fases de test en humanos que hay que cumplir antes de la comercialización.

Actualmente hay cinco proyectos en curso, frente a los cuatro que se conocían.

La Academia Militar de Ciencias Médicas del ejército chino, en colaboración con la compañía CanSino BIO, trabaja en una vacuna que utiliza un adenovirus, es decir un virus-vector para hacer entrar el patógeno en el cuerpo. Los otros cuatro proyectos conciernen vacunas más clásicas, que contienen una versión sin activar del patógeno (en este caso el nuevo coronavirus Sars-Cov-2) administrada para provocar una reacción en el paciente.

Dos de los proyectos son iniciativa de un gigante del sector farmacéutico, China National Biotec Group (CNBG), uno de ellos en colaboración con el Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades y el otro con el Instituto de Virología de Wuhan.

La compañía farmacéutica Sinovac, con sede en Pekín, trabaja en su propia vacuna. No se conoce el nombre del organismo que está llevando a cabo el quinto proyecto. Según el viceministro, las autoridades podrían dar el visto bueno en junio a otros test en humanos. 

Esa búsqueda empieza a generar tensiones por ver quién se beneficiará primero de una vacuna, cuya carrera va a así: China lidera los estudios clínicos con 60 ensayos en curso, seguido por EE. UU., con 49 y Francia, con 26. No son los únicos, son muchos los países que en silencio hacen sus investigaciones... 

Por redacción internacional

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