Robi Draco Rosa confiesa que sufre otro tipo de cáncer
En el 2011, Robi fue diagnosticado con cáncer de estómago y enfrentó una dura batalla que finalmente venció a finales del 2012. El cantante, durante una entrevista que dio a CROMOS, aseguró que las oraciones de su familia, amigos y fans alrededor del mundo le salvaron la vida. «Tengo una deuda con el universo, con la fuerza mayor de aquí y para siempre».
Sin embargo, en días pasados, su mánager, Angelo Medina, reveló la triste noticia: Robi Draco Rosa sufre por segunda vez cáncer, esta vez el llamado linfoma Non-Hodgkin's Lymphoma Diffuse B Cell o Linfoma difuso de células B.
Sigue a Cromos en WhatsApp«Tengo que decir que la valentía, voluntad y el coraje de DRACO es fuera de serie. Él también me mantuvo en silencio. Aun siendo como un hijo, quería que su encuentro con la gente fuera natural y que no se evaluara como una persona que tenía un padecimiento. Me lo dijo la noche de los Latin Grammy y fui cómplice de su silencio, por su amor al arte y por querer dar estos conciertos en Puerto Rico pensando solo que fueran Draco y su música. Hay que respetar esta decisión que por su pureza y compromiso con el público se mantuvo en silencio para no distraer nada. Draco enfrenta un nuevo reto y con mucho pesar nos cuesta decir que desde hace dos meses tiene Non-Hodgkin's Lymphoma Diffuse B Cell. Los médicos han pronosticado que tendrá grandes posibilidades de vencer este tipo de cáncer. Draco ha tomado un tiempo para tratamientos avanzados y continuará con sus compromisos en México y Estados Unidos, y la grabación de un nuevo proyecto», decía el comunicado escrito por Medina.
Mientras sufría en silencio y cargando con este duro secreto, Robi se mantuvo fuerte y continúo promocionando su más reciente disco Vida, producido y terminado al tiempo que vencía por primera vez la enfermedad.
Este cáncer es uno de los más comunes y se presenta principalmente en adultos mayores. Sus síntomas vienen acompañados de masas o bultos en cualquier parte del cuerpo, los cuales crecen rápidamente, seguidos de sudores nocturnos y pérdida de peso. El linfoma difuso de células B compromete órganos como el hígado, el bazo y la médula ósea. Sin embargo, la mayoría de las personas que padecen esta enfermedad pueden curarse con tratamiento o quimioterapia.