Meditaciones para cada mes
Enero
Explorando el presente
La meditación de enero está relacionada con el cambio de año. Los cambios de ciclos son para renovar expectativas, actualizar planes y hacer nuevas apuestas. Pero a la vez, se genera mucha tensión por lo que ha de venir. Por eso, dado que el futuro no ha llegado y el pasado ya no está, en el primer mes conviene enfocar la atención en el presente y en aceptar las condiciones actuales, sin importar cuales son. Así que al empezar el año se debe reafirmar la atención al presente.
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Meditación 1
Sentarse cómodamente. Cerrar los ojos. Relajar el cuerpo sintiendo primero los pies, luego las piernas, la espalda, la cintura, todo el tronco, el cuello, los brazos y la cabeza. Respirar profunda y lentamente tres veces. Sin ningún esfuerzo, dejar pasar el ruido que exista alrededor, no atrase a ninguno en especial, dejarlos ir. Llegan y se van. Poner atención en la postura del cuerpo, debe estar cómodo y suelto. Corregir si es necesario. Observar dónde hay tensiones y hacer el intento de soltarlas, una por una. Volver la atención al cuerpo, al presente, al espacio en el que se está sentado. Volver a observar, con los ojos cerrados, la postura. Despertar la atención en la respiración y darse cuenta de cómo se inhala lentamente y cómo se exhala suavemente.
Febrero
Explorando deseos y objetivos
Febrero es un mes para abrir puertas y afirmar los objetivos que se desarrollarán durante todo el año. Es conveniente repasar cuáles son, elaborando una lista simple. Para la meditación de este mes, escoja algunos que sean importantes y manténgalos presentes en su mente, formulados de manera sencilla y positiva, en una frase.
Meditación 2
Sentarse cómodamente y observar la postura del cuerpo. Suavemente identificar las tensiones más intensas. Poner la atención en cada una de ellas de manera alterna y relajar. Soltar. Respirar profundamente tres veces. Observar el paso de los pensamientos. Imaginar que son nubes que circulan por el cielo. En un momento están y al siguiente, desparecen. Escoger uno de los objetivos explícitos en la lista. Imaginar que el objetivo se desarrolla y sentir la agradable sensación del logro y de su resultado favorable. Imaginar cada uno de los efectos positivos del objetivo. Si aparece un obstáculo, imaginar la manera en cómo es resuelto. Continuar con la respiración suave y la quietud. Al final, agradecer al cuerpo, al espacio y a sí mismo el tiempo que pudo dedicar a construir el objetivo deseado. Soltar. Relajar y desprenderse del resultado. Hacer las anotaciones de interés.
Marzo
Explorando el cuerpo, ese aliado desconocido
Marzo es un mes en el que cambian las estaciones y las células del cuerpo se renuevan. Por esto, la meditación de marzo está dedicada a conocer, cuidar y respetar el cuerpo desde un espacio de silencio y quietud. Durante todos los días se sugiere reconocer en qué momento el cuerpo permanece más tenso. Es necesario observar cómo estamos de pie o cómo nos sentamos, cómo caminamos, cómo manejamos. Destinar un momento para la observación corporal sin importar el lugar y la hora o lo que estemos haciendo, genera un mayor conocimiento del estado de salud del cuerpo que habitamos. Permite reconocer sus necesidades de descanso y cuidado.
Meditación 3
Mantenerse de pie por unos segundos observando cuál es la sensación más sobresaliente. Puede ser la espalda tensionada, los hombros encogidos o las rodillas rígidas. Buscar plantar bien los pies sobre el suelo, con o sin zapatos. Soltar las rótulas, los muslos y la parte baja de la espalda. Respirar profundamente tres veces. Relajar, soltar, descansar aún estando de pie. Mantener los ojos abiertos durante la práctica y respirar de manera suave y profunda, sintiendo cómo se expanden el pecho y el abdomen, no dejar de observar el cuerpo y la respiración al mismo tiempo. Dejar pasar los pensamientos como si fueran nubes, no quedarse en ninguno como tampoco en lo que se mueve afuera. Mantener la atención suave en el cuerpo. Mantener la atención en los pies.
Abril
Explorando la vitalidad
Meditación 4
Meditar sobre este centro permite aumentar suavemente la vitalidad y la energía del cuerpo. Durante la vida cotidiana es recomendable ingerir alimentos con lentitud, centrando la atención no solo en sabores y texturas de los alimentos sino en mantener una buena conexión con la respiración y el centro detrás del ombligo.
Explorando el corazón de la tierra
Mayo es el mes del planeta Tierra. Se celebra su protección en agua, árboles y otros seres vivientes. Es el mes de la energía femenina. Meditar sobre el área del corazón permite establecer rápidamente una conexión con el centro del cuerpo humano y el corazón mismo de la tierra.
Meditación 5
Sentarse cómodamente y tomar algunas respiraciones profundas con los ojos cerrados. Dejar que la tensión del cuerpo se disipe relajando cabeza, cuello, hombros y piernas. Lentamente enfocar la atención en el centro del torso, del pecho, cerca del corazón. Imaginar entre pecho y espalda un lugar vacío en el que pareciera que habitara una luz radiante de color rosa brillante. Permanecer quieto, observando la sensación de imaginar esta luz radiante. Al finalizar agradecer y salir suavemente del estado de quietud. Esta meditación, puede acompañarse con la cercanía de un cuarzo rosado en la mano izquierda en símbolo de receptividad ante la energía cósmica.
Junio
Explorando el ruido y el silencio
En junio, Mercurio es el planeta de las palabras y la comunicación. Por eso, explorar el silencio en una meditación durante este mes, permitirá profundizar cuáles son las cosas que decimos, cómo las decimos y a quién las decimos. Permite observar cuál es la manera de hacer peticiones, hacer acuerdos o rechazar comentarios que no nos gustan, por ejemplo. En junio es conveniente trabajar el silencio interior.
Meditación 6
Sentarse cómodamente. Centrarse en la respiración suave y profunda. Mantener la espalda recta y cerrar los ojos. Poner la atención por unos minutos en los sonidos más cercanos detallando de dónde vienen. Luego, cambiar la atención hasta escuchar los sonidos más lejanos. Luego, soltar los sonidos y centrarse en la respiración suave y profunda. Mantener esta atención por unos segundos más y dejar pasar los sonidos. Silencio. Escuchar. En la vida cotidiana enfocarnos en el tono de voz, lo que decimos y cómo lo decimos.
Julio
Explorando la energía lunar
Cada luna llena se renueva la energía del sistema solar. La Luna refleja más luz a la Tierra y ofrece una mayor posibilidad de silencio y reflexión. Julio, el mes del signo Cáncer, es propicio para dedicarle las meditaciones a la Luna sintiendo todo el ciclo de su oscuridad, crecimiento, plenitud y decrecimiento. Por eso la meditación buscará reconectar y comprender las energías más femeninas además de la energía lunar.
Meditación 7
Sentarse cómodamente. Mantener la espalda recta y la actitud relajada. Cerrar los ojos y sentir, imaginar, traer la Luna a la imaginación, al centro de la mente, al centro de la frente. No importa si es de día y está oculta. Mantener la atención puesta en lo que significa la Luna. Recordar una Luna bonita, una de noche, una Luna llena. La Luna tiene sus periodos de oscuridad y frío, pero a la vez es alegre y trae buenos recuerdos. La energía de la Luna es la de la sabiduría y el silencio. Observar lo que aparece, recibir y agradecer.
Agosto
Explorando la energía solar
Agosto es el mes del sol. Durante todo el año es conveniente desarrollar una conexión con la fuerza del sol. Este periodo, en específico, permite una mejor asimilación de los rayos de luz. El sol es la fuerza vital y la posibilidad de sanación de cualquier mal corporal y emocional. Para conectarse con el sol se recomienda además de la meditación, poder caminar sintiendo el sol en la espalda o pararse frente a él, cerrar los ojos y agradecer su presencia. Es la fuerza de la vida.
Meditación 8
Sentarse cómodamente. Revisar la postura y mantener una actitud abierta y firme. Centrar la atención en la respiración suave y profunda. Traer a la mente los rayos del sol que calientan, la imagen de un sol amable y generoso con su luz. Imaginar que la luz y el calor penetran por cada una de las células del cuerpo y se instalan como un sol pequeñito en cada uno de los órganos internos: corazón, pulmones, hígado, intestinos, estómago. Mantener la fuerza del sol presente y, a la vez, seguir dejando la atención en la respiración. Inhalando y exhalando. Imaginar que el sol es alimento.
Septiembre
Explorando la actividad
En este mes conviene explorar cómo ha sido el desempeño en el año. Septiembre es un mes de cosechas, de renovación y de nuevas posibilidades laborales. Por esto, es conveniente hacer meditación en torno a la actividad. En este caso, la meditación no es una meditación de quietud, sino por el contrario, una meditación de actividad. Se requiere mayor atención y disciplina para no olvidar comprometerse con la práctica.
Meditación 9
Todas las mañanas, recordar la intención de poner atención en la actividad, cómo se hace, cómo se vive y qué emociones aparecen. Mantener la atención presente y observar. Cualquier actividad es válida y apropiada. Cualquier momento es bienvenido. Lo importante es mantener la conciencia en cómo estamos en la actividad que se está realizando.
Octubre
Explorando la interconexión
Octubre es el mes de las relaciones. En toda disciplina y técnica de desarrollo interior y espiritual, el sentido de interconexión es fundamental. Resulta evidente que sin los otros no podemos ser exitosos, amados o reconocidos. Para poder aumentar la expansión de las relaciones que llevamos en la vida cotidiana, es necesario poner atención al tipo de relaciones que hemos llevado. Hacer una lista de las personas que son importantes, de las relaciones que nos generan satisfacción o conflicto, permite identificar cuáles son los obstáculos o las habilidades en ese campo.
Meditación 10
Sentarse cómodamente. Mantener la espalda recta y la actitud simple. Poner atención en la respiración suave y pausada. Lentamente traer al presente una relación importante. Observar los sentimientos, las emociones que surgen y los pensamientos que aparecen. Mantener la atención en la respiración y solo observar lo que va llegando, los pensamientos que surgen las partes del cuerpo que se tensionan o las emociones que saltan. Luego, observar los puntos positivos y negativos que se han despertado con respecto a esa persona. Con suavidad y atención, centrarse en los puntos de conexión. Mantener la presencia en la respiración y en cada exhalación dejar partir los aspectos negativos. Al día siguiente, volver a empezar con otra persona o con la misma.
Noviembre
Explorando la simplicidad
Noviembre es casi el fin de año. Todo tiende a complicarse. A veces, se percibe que no se obtuvieron los logros deseados. A veces existe una clara sensación de optimismo y resultado. El mes es casi siempre agitado y lleno de asuntos pendientes. Por lo mismo, es conveniente que los momentos de meditación sean dedicados a explorar lo que significa la simplicidad.
Meditación 11
Sentarse cómodamente. Mantener la atención en el espacio alrededor, en dónde estamos, y apagar las alertas de teléfonos celulares y otros aparatos. Resolver y decretar que se dedicará un tiempo a estar en plena quietud. Dejar que la sensación de simpleza, de lo sencillo, penetre todo el espacio de la meditación. No hay objetivos, afanes, complicaciones. Comprender que todo tiene su tiempo. Relajar y mantener una sensación de que se necesita poco para estar bien. Al final, agradecer lo que se ha logrado hasta el momento.
Diciembre
Explorando el futuro
En diciembre, el balance es muy necesario para lo cual es conveniente preparar una lista con ideas, actitudes o algo que se quiera dejar atrás. Esta lista sólo servirá como guía para cada uno de los días. Se puede escoger una sola cosa de la lista, la misma durante el mes o por el contrario, una diferente cada día. La idea es poner en la intención de la meditación la necesidad y voluntad de transformar dicha lista. Para abrirle puertas al futuro, es necesario desalojar el pasado.
Meditación 12
Sentarse cómodamente. Cerrar los ojos. Relajar el cuerpo sintiendo primero los pies, luego las piernas, la espalda, la cintura, todo el tronco, el cuello, los brazos y la cabeza. Respirar profunda y lentamente tres veces. Observar el silencio que se genera. Incluso si hay ruido, observar los ruidos alrededor. Mantener la atención puesta en el espacio interior, en la postura del cuerpo. Corregir si es necesario. Observar donde hay tensiones y dejarlas partir. Traer a la mente una de las cosas en la lista preparada. Reconocer que dicho hábito o circunstancia no es ya necesario. Con intención, pedir su transformación en su característica más positiva. Por ejemplo, sentir la avidez por comer en cada inhalación y en cada exhalación, soltar la avidez y dejar partir esa necesidad. Inhalar lo positivo y exhalar lo negativo. Suavemente, dejar partir lo que ya no se necesita. Esta meditación puede hacerse todos los días con una característica específica, la misma o cambiante, que se quiera trabajar.